Estos dos reputados periodistas hacen un buen repaso
de la situación política en prácticamente todos los países de la UE, atendiendo
fundamentalmente al auge que están experimentando lo que llaman populismos.
Para quienes, como es mi caso, no seguimos el día a día de estos temas, el
libro es especialmente útil e interesante porque da mucha información de la
situación en cada país, incluidas bastantes cifras sobre resultados electorales.
Dentro de ese análisis general destaca el espacio
que dedican a países como Grecia, Italia, Francia, Reino Unido, Alemania y
España aunque no sea lo único interesante y, en algunos casos, ni siquiera lo
más interesante ni lo mejor tratado.
Previamente se dedican en un extensísimo Prólogo de
más de 50 páginas a intentar explicar qué es el populismo. Esta parte es con
mucha diferencia lo peor del libro. Utilizan multitud de citas de dos o tres
escritores franceses sin dar la referencia y sin que quede
demasiado claro por qué la cita en ese momento. El tema es de los más
controvertidos hoy en día y hay multitud de libros y artículos sobre él
escritos por teóricos de muchos países y varias tendencias políticas, sin
embargo, como decía, solo citan a franceses y en un caso al catalán Joan
Subirats que resulta ser, precisamente, quizá la cita más clarificadora de todo
el Prólogo.
Además, dan la impresión de que en unos momentos
tienen en cuenta a todos los grupos y en otros solo a algunos. Por ejemplo, en
el siguiente fragmento no creo que estén pensando ni en Syriza ni, desde luego,
en Podemos:
“La extrema izquierda, abjurando del
internacionalismo y la alianza planetaria de los proletarios para volverse discretamente
xenófoba, se junta con la extrema derecha. La denuncia de Europa ya no es
entonces sino un segmento común, el campo de batalla, y no la fortaleza que se
espera tomar.” (p. 52)
Siguiendo con estos aspectos criticables, hablando
de España y de Podemos afirman:
“(…) “los cinco de Podemos” (se refieren a los fundadores) empezaron a ocupar los medios de
comunicación, especialmente la cadena privada La Sexta”.” (p. 111)
“Ocupar” parece una expresión poco afortunada y algo
alejada de la realidad. Participar frecuentemente sí, pero ocupar es muy
difícil porque ya estaba ocupado, y por cierto sigue estándolo, por otro tipo
de opciones políticas.
Por otro lado se puede leer también algo tan
peregrino como:
“Si algo confirma lo que ha sucedido en España en
los últimos años es que es la derecha la que realmente ha entendido cómo
funcionan los medios de comunicación y las redes sociales, la que sabe cómo
tocar la fibra visceral, lo emocional, mientras que la izquierda acaba perdida
en el laberinto de las pasiones y no sabe cómo explicarse a sí misma.” (p. 125)
“Realmente entendido” dicen, y la pregunta sería,
¿de quién es la propiedad de la inmensa mayoría de los medios? No sé si lo han
entendido o no, ni creo que haya que plantearse esa cuestión porque simplemente
los medios son “suyos”.
Más allá de estas críticas puntuales y de otras que
se podrían hacer, el libro, como decía al principio, resulta útil para ver cómo
está la situación en la UE y cómo y por qué, aunque este es otro tema que queda
muy abierto al debate, se está produciendo un auge de la extrema derecha e
incluso de movimientos que se reconocen a sí mismos como neonazis. Hablo de extrema
derecha y no de populismos porque creo que a lo largo de las páginas del libro
se habla casi exclusivamente de este tipo de grupos y porque, además, creo que
se entiende mejor el término.
Un libro para repensar y debatir muchas cosas.
J.M. Martí Font y Christophe Barbier, La fortaleza asediada. Los populismos
contra Europa. Traducción textos en francés María Méndez.
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