Han pasado más de veinte años desde que se publicó
esta obra en Noruega y ahora se traduce siendo, además, la primera que se
publica en España de la autora. Es un verdadero misterio el funcionamiento de
las editoriales. Hace falta que las haya de todos los tamaños para que podamos
disfrutar de libros como este con los que solo se atreven editoriales más
pequeñas.
Ayer mismo comentaba en el blog un libro de otro
escritor nórdico, Henning Mankell, con el que este comparte un par de aspectos
que me parece interesante destacar. Por un lado, la importancia del clima;
tanta que como se dice en la nota de la Agencia EFE recogida en diariovasco.com, la autora: “ha reconocido que sería una obra muy distinta
si la acción transcurriera más al sur de su país -reside desde que tiene
dieciséis años en Oslo- y en una época diferente al invierno.” Exactamente lo
mismo sucede en la de Mankell. Por otro lado, ambas se centran en lo más
cotidiano. En la de Orstavik en concreto la historia sucede en apenas unas
horas de la tarde-noche de la víspera del día en el que Jon cumplirá los nueve
años, y cuenta lo que hacen los dos protagonistas: Vibeke, la madre, y su hijo
Jon.
Dice también la autora en otro fragmento
que publica EFE que: "lo que más miedo infunde es la falta de relación
entre las personas y eso es lo peor que se puede experimentar". Ese es el
trasfondo de todo el libro.
La editorial reproduce varios fragmentos
de diferentes críticas que recibió en su día de los que me gustaría reproducir
y comentar el siguiente de L’Express:
“Se entiende por qué Amor es lectura
obligada en los institutos noruegos: explica una relación madre-hijo en la que
las voces se entremezclan y se instala la incomunicación.”
Creo que recoge muy bien algo que es lo
que más me ha gustado de esta novela: esa forma de entremezclar, a veces hasta
en el mismo fragmento, lo que están haciendo cada uno de los dos protagonistas.
Además, está tan bien ejecutado que no se pierde el hilo en ningún momento. Eso
sí, me sorprende que sea lectura obligatoria en los institutos de su país; no me imagino nada parecido en el nuestro.
Es una novela que te atrapa y que te va
llevando sin prisa pero sin pausa hacia un final que a mí desde luego me ha
parecido muy sorprendente. Se lee de un tirón también debido al hecho de que se
trata de una obra de 163 páginas. Si hubiese sido más extensa hubiera sido necesario algún descanso aunque solo fuera
para tomar aliento.
Muy recomendable.
Hanne Orstavik, Amor.
Traducción Lotte K. Tollefsen
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