Hace unos años Pío Moa, un periodista converso tras
abandonar su militancia en los GRAPO, inició una cruzada revisionista sobre los
años de la II República, la Guerra Civil y el Franquismo con gran éxito de
ventas. Leí un par de sus libros y, posteriormente, los dos que el historiador
Alberto Reig Tapia escribió sobre lo publicado por Moa con el fin de demostrar
las falsedades, en unos casos; las torcidas interpretaciones, en otros y la
pobre documentación utilizada, siempre. Más allá de que a veces discrepase del
estilo utilizado por Reig, lo cierto es que fui capaz de enterarme por lo
general del objeto de la polémica y de los términos de la misma ya que versaba
sobre temas de los que tenía cierto conocimiento en unos casos y bastante en otros.
Esta larga introducción la hago con un doble
objetivo. Por un lado, para decir que el libro de Elvira Roca se podría
entender como una continuación de la obra de Moa, eso sí, tratando un tema muy
diferente, el que podríamos resumir diciendo que es la Leyenda Negra, pero con
un objetivo bastante similar. (Más adelante dejaré algunos fragmentos de
Villacañas que lo expresan muy bien). Por otro lado, a diferencia de lo que me
pasó con los de Reig, aquí mi desconocimiento del período es realmente enciclopédico
y, por lo tanto, no he sido capaz de seguir ni de entender la inmensa mayoría
de los temas de debate. Además, el profesor Villacañas, aunque es muy claro en
sus exposiciones, derrocha una gran erudición nombrando y citando a autores de
los que no conozco ni siquiera el nombre.
Resumiendo, creo que es un libro para trabajar y
estudiar en profundidad y no un texto para simplemente leer, que es lo que yo
he hecho. Desde luego es tremendamente interesante e imagino que muy jugoso
para quien conozca los temas que en él se tratan que, simplificando mucho,
serían: la teoría que está detrás de la obra de Roca; las víctimas de los
imperios y los victimarios; los componentes de la Leyenda Negra, esto es, la
Inquisición y el Imperio de América o la visión de la Ilustración y el
liberalismo que da Roca. Como se ve todos enormemente interesantes.
A continuación reproduzco varios fragmentos en los
que Villacañas, después de haber ido analizando cada uno de los temas y
desmontando lo dicho o interpretado por Roca, hace valoraciones de lo que
significa -yo diría que desde el punto de vista político e ideológico porque en
el fondo es de lo que se trata-, su trabajo e incluso su forma de trabajar como
muestra en el primer fragmento:
“La forma en que Roca Barea se documenta es a veces
específicamente populista. Recoge información de páginas web más que dudosas,
en muchas ocasiones claramente vinculadas a su misma línea ideológica y, por lo
general, autorreferenciales, esto es, que recogen informaciones unas de otras y
las repiten. Estas páginas son, por lo general, anónimas.” (p 125)
“Cuando tenemos esto en cuenta percibimos que Roca
Barea, con su ataque al Humanismo, a la Reforma, a la Ilustración y al
liberalismo, no hace sino una defensa del último Índice de libros prohibidos
que editó la Iglesia romana. ¿Cómo podemos llamar a esto: integrismo,
nacionalcatolicismo o sencillamente estupidez?” (p. 205)
(En ese Índice
de 299 páginas publicado por Leon XIII en 1922 estaban incluidos autores como:
Erasmo, Kant, Descartes, Bergsson, Constant, ¡Bossuet!, etc. De ahí viene el "esto" del inicio de la frase y la conclusión de Villacañas)
“Es entonces cuando comprendemos que este libro es
un producto de la factoría de Steve Bannon mezclada con el corazón castizo de
la melancolía imperial de Gustavo Bueno, utilizado por los padres fundadores de
la Asociación de Defensa de la Nación Española en su proclama inaugural y hoy
inspiradores del partido político VOX.” (p 228)
“En este contexto podemos ver la funcionalidad
sintomática de Imperiofobia.
Escandalizada porque no hubiera respuesta nacionalista española a los excesos
del nacionalismo catalán, ha compensado esa ausencia con una obra que clama
muchas inseguridades, genera fidelidades absolutas y atiende a la conciencia
desdichada de muchos de los que se veían peligrar como pueblo. De ahí su
apelación a los estratos acomodados de la sociedad española, que han respondido
con fervor” (p. 257)
De lo dicho hasta aquí no debe deducirse que sea un
libro de difícil lectura, pero sí que requiere unos ciertos conocimientos
previos que, desgraciadamente, yo no tengo. Por ello, he podido sacar mucho
menos fruto de la lectura aunque hay algunos aspectos en los que sí he logrado
sacar algo de provecho (por ejemplo, en la diferente colonización hecha por los
colonos norteamericanos de la hecha por los españoles).
Hay una buena reseña de Ferran Bono en elpais.com y
otra muy extensa y documentada de Edgar Straehle en ctxt.com.
José Luis Villacañas, Imperiofilia y el populismo nacional-católico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario