Se reúnen en este libro un conjunto de artículos de
este abogado, profesor, escritor y articulista que nació y vive en Hong Kong,
pero que ha pasado parte de su vida en Italia, Estados Unidos y Canadá. Esto
último es importante porque le da una visión más amplia a la hora de valorar la
vida en la zona.
Los artículos están agrupados en tres bloques:
Nuestro modo de vida. Nuestra cultura. Nuestra identidad.
En el primero se habla del ritmo de la ciudad (de
ahí el título del libro), del sector inmobiliario, de los cambios de trabajo,
etc.
En el segundo se centra más en aspectos como: la
atención al cliente, el día de San Valentín, la lectura, las cosas mejores que
tienen, etc.
En la tercera cuenta algo de historia del enclave,
de ser “criada” en Hong Kong, la educación y la enseñanza, la influencia de la
China continental, etc.
Como se puede apreciar fácilmente, esta agrupación
es un tanto artificial y hay temas que son transversales e incluso alguno que
no creo que esté excesivamente bien situado en el apartado correspondiente,
pero en cualquier caso esto no es demasiado importante.
En todos los artículos hay referencias a Hong Kong,
pero al mismo tiempo los hay que tienen una aplicación más general y
constituyen análisis y reflexiones interesantes más allá de la aplicación que
tengan a esa ciudad. Así, por ejemplo, los que dedica a la ira, al sueño o a la
depresión. Es interesante porque aunque no es la visión de un especialista, sí
aporta buenas ideas sobre esos temas.
Para quien conozca poco sobre la ciudad el libro
resulta muy interesante. El autor la conoce bien y no le duelen prendas a la
hora de mostrar los aspectos más negativos, pero tampoco se corta cuando tiene
que mencionar aquello mejor. De hecho vive en Hong Kong cuando podría hacerlo
en otros lugares. Eso sí, para mí resulta agobiante solo pensar que tendría que
pasar una temporada en un sitio así.
Tiene el autor un buen sentido del humor que le
facilita relativizar ciertas cosas y contarlas de forma amable y divertida.
También posee una buena agilidad narrativa por lo que el libro se lee con
facilidad y gusto.
Obviamente, casi todo lo que he leído me ha
resultado bastante nuevo e interesante, pero quizá destacaría algunas cosas
como: lo que cuenta de la diferente atención al cliente que existe en Europa y
Asia (yo tendría más ejemplos de los que cuenta Ng), la relación de los
hongkoneses con la China continental, la cerrada defensa que hace de “las
criadas” (defensa por su deficiente
situación sociolaboral) o ese apelativo de “langostas” con el que califican al
turista continental.
El libro cuenta además con unas buenas ilustraciones
hechas por su padre; algunas muy ocurrentes y graciosas.
Un libro recomendable para conocer algo mejor un
lugar tan peculiar y con el que, además, se pasa un buen rato de lectura.
Jason Y. Ng, Hong
Kong nos es ciudad para lentos. Radiografía de una urbe sin frenos.
Traducción Maialen Marín Lacarta y Juan Gabriel López Guix.
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