La editorial habla de novela de culto y el
prologuista de filme de culto a su adaptación cinematográfica. Me reconozco
ateo convencido tanto en el aspecto religioso como en el cultural, es decir, no
creo en que nada sea de culto, no me gusta ese concepto. He leído novelas así
catalogadas y visto películas que me han encantado y otras que no me han
gustado nada. Hay novelas que representan muy bien una época y lo mismo pasa
con el cine, pero son eso, representativas, nada más pero también nada menos.
Este Pánico al
amanecer me parece una magnífica novela y más teniendo en cuenta que es la
primera de su autor que apenas tenía treinta años cuando la escribió.
Del extenso e interesante Prólogo de Kiko Amat rescato dos frases que me parece que reflejan muy bien la obra, pero también un cierto exceso (de ahí lo del “culto”):
“(…) una novela única, casi un género en sí misma, cuya trama y paisajes más terribles se quedan impresos en la mente del lector para el resto de su vida, igual que si fuesen tatuajes”. (p. 7)
“(…) antiposmoderno hasta el tuétano, detestaba la atención al lenguaje por sí mismo y solo anhelaba contar buenas historias con un estilo conciso, desprovisto de adiposidad y filigranas”. (p. 7)
Totalmente de acuerdo con el estilo que es una de los grandes méritos de la novela y mediante el cual retrata muy bien tanto los lugares como los personajes. Eso sí, lo de los tatuajes creo que es un poquito exagerado.
La novela se lee de un tirón gracias a ese estilo y
a la historia que cuenta. Un joven maestro de un pueblo aislado en medio de la
zona desértica del oeste australiano coge las vacaciones y pretende ir a Sydney
a ver a su novia. Primero tiene que llegar a otro pueblo también en la zona
desértica para desde allí iniciar el viaje. A partir de ahí todo se le irá
torciendo ya que se emborrachará constantemente, perderá su dinero en un
absurdo juego de apuestas, se dedicará a cazar canguros en la noche de los que
se aprovecha solo una pequeña parte para alimentar a los perros, tendrá un
fracasado intento de relación sexual, y… (mejor no sigo porque sería destripar
el libro).
Aquí están todos los elementos de la historia:
alcohol a chorros, violencia contra los animales, habitantes de la zona
bastante primarios aunque sí resultan muy hospitalarios sobre todo pagando
cervezas u ofreciendo cama y comida, calor sofocante, polvo y sudor en cada
escena, juego como único entretenimiento, etc.
En definitiva, una novela muy entretenida y que pone
en contacto con una zona bastante desconocida de Australia; zona que, por lo
dicho, resulta bastante desagradable.
Otro gran acierto de una editorial como Sajalin que
no ha parado de poner al alcance del lector magníficos textos a través de su
colección “al margen”.
Hay dos reseñas interesantes: la de Jonathan Mayorga
en librosyliteratura.es y la de Oriol en unlibroaldia.blogspot.com
Acabo de ver la película que es una buenísima adaptación: Merece la pena verla.
Kenneth Cook, Pánico
al amanecer. Traducción Pedro Donoso.
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