viernes, 14 de mayo de 2021

Primer escritor lituano que leo


Es muy rara la publicación en España de autores procedentes de los países bálticos. De hecho yo solo conozco, aunque imagino que hay bastantes más traducidos, al estonio Jaan Kross del que he leído los tres libros que se han publicado y que me parece un magnífico escritor. Ahora llega el primer libro de este poeta, dramaturgo, actor y director lituano, un texto que fue considerado por The Times la Mejor Obra de Ficción Histórica de 2019.

El libro se basa en los testimonios recogidos por el autor sobre todo de una mujer que se puso en contacto con él cuando estaba preparando una película documental, que luego no se realizó, sobre los niños lobo, niños alemanes que intentaban salvar la vida en Lituania al terminar la Segunda Guerra Mundial.

Dice Slepikas en el Epílogo que: 

“Gracias a ella descubrí muchos detalles y hechos que pueden parecer nimiedades, pero que son muy importantes para comprender el horror y la angustiosa desesperanza de esos días. Escuchando su relato me parecía estar viendo, oyendo y sintiendo a todas esas personas. Fue entonces cuando supe cómo debería escribir”. (p. 263) 

La novela, que se desarrolla en 1946,  se centra sobre todo en la familia de Eva y sus cinco hijos: tres chicas y dos chicos. Dos de ellas conseguirán después de muchos esfuerzos ser recogidas por familias campesinas lituanas y el mayor, Heinz,  primero aparecerá con comida obtenida en un viaje a Lituania, viaje que luego repetirá para seguir trayendo alimentos acompañado ahora  por el hijo de una vecina amiga de su madre.

La novela narra las vicisitudes de estos viajes y los problemas que se van encontrando los protagonistas. Previamente, hemos visto las penosas condiciones de vida de esas gentes de Prusia oriental una vez que la zona fue conquistada por el ejército ruso: frío, hambre y en algunos casos también sufriendo la violencia de los soldados. Tan penosas eran que se producen ventas de niños a campesinos lituanos porque no tienen con qué alimentarlos a ellos ni a sus hermanos.

A estas penalidades se van sumando las que les suceden a los niños y niñas en su recorrido por zonas de Lituania donde cuando parece que algo está a punto de resolverse, se vuelve a estropear o alguien muere. No obstante, sí que se producen varios casos de solidaridad por parte de los habitantes de la zona.

Todo ello está muy bien narrado, con una gran dinámica y con la construcción de buenas escenas y excelentes diálogos en lo que seguro que tiene que ver el hecho de que Slepikas sea dramaturgo.

Evidentemente, situaciones como las que se describen en el libro debió de haber a miles tras la guerra, como las hay tras cada conflicto. En este sentido no hay ninguna novedad en lo narrado; es algo que ya se ha contado en más de una ocasión. Lo más novedoso es la zona en la que se desarrolla y el tratarse exclusivamente de niños de muy corta edad.

Alvydas Slepikas, Bajo la sombra de los lobos. Traducción Margarita Santos Cuesta.

 

 

 

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