miércoles, 1 de junio de 2022

Feliz recuperación


Márai es uno de mis escritores favoritos; de hecho figura en sexto lugar en la sección que dedico a este tema. Sin embargo, no hay demasiados libros comentados en el blog porque los leí antes de crearlo en 2009. También es significativo que, en la relectura que estoy haciendo de libros que me gustaron mucho en su momento, el siguiente en la lista es Confesiones de un burgués, las magníficas memorias de Márai. Por todo ello, cuando vi que se publicaba este librito no dudé en comprarlo aunque siempre queda la duda de si no se estarán pasando y aprovechando para publicar obras más o menos intrascendentes de autores que han tenido buenas ventas.

Desde luego no es este el caso. Esta novela corta, o relato largo, tiene los suficientes ingredientes para interesar al lector y hacerle disfrutar con la escritura de este autor. El libro tiene 104 páginas y está dividido en tres partes. En la primera vemos crecer a Otto, el protagonista, desde que “nació a los diez meses y con dientes” hasta que se traslada de joven a Berlín. En la segunda se convierte en matarife y luego participa como soldado en la primera guerra mundial donde practica la violencia sin ningún remordimiento. En la tercera vive como puede en el Berlín de la posguerra.

Otto se nos presenta como un niño con dificultad para relacionarse y sentir empatía y, al mismo tiempo, alguien que con solo diez años tras ver a su abuelo matar de un hachazo a un buey:

 

“Lo embargó una turbia satisfacción por el exitoso sacrificio del animal, algo sobre lo que no cabía duda, pero también por la matanza en sí, por el hecho de matar, que se le reveló como un acto incondicionalmente positivo: la solución definitiva de un problema”. (p. 26)

 

Es mejor no contar más porque Márai va graduando muy bien los pasos dados por su protagonista.

Desde luego quien conozca al autor no debería perderse este relato, y para quienes no lo conozcan me parece una buena introducción al estilo y la forma de narrar de uno de los grandes escritores centroeuropeos del siglo XX.

 

Sándor Márai, El matarife. Traducción Mária Szijj y José Miguel González Trevejo.

 

 

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