“Mi objetivo era brindar un libro a la gente de casa, un
libro sobre “nosotros”, no sobre “ellos”, un libro en el que los lectores de
las montañas pudiesen por fin reconocer su cultura sobre el papel, con un
lenguaje que pudiesen entender, sin condescendencia”. (p. 176)
No tengo ni idea de si se cumplió ese deseo, lo que sí puedo
decir es que alguien tan alejado como yo de esa cultura y de ese espacio ha
disfrutado, y de qué manera, leyéndolos.
Por lo que voy conociendo de la obra de Offutt, hay varios
elementos que están siempre presentes: por un lado, el espacio en el que se
desarrollan que se corresponde con el lugar en el que nació y vivió de joven el
autor; una zona de los Apalaches que en su día fue zona minera y en la que hay
extensos y profundos bosques, de ahí la permanente presencia e importancia de
la naturaleza y, por otro lado, la magnífica creación de personajes que con
unos pocos rasgos se hacen perfectamente reconocibles. Personajes típicos del
lugar que seguramente se identifican muy bien con ese “nosotros”. En los nueve
relatos que contiene este libro hay una buena muestra de ello, desde un niño
narrador en el que quizá sea el mejor del libro, Blue Lick, hasta un
abuelo, pasando por el resto de las edades; eso sí, mayoritariamente personajes
masculinos.
Hay también bastante pobreza, pero llevada siempre de forma
digna. En varios aparece mencionada VISTA, un programa antipobreza creado en
1964. Y también muchas alusiones a las serpientes, dando la impresión de que se
trata de una de las pesadillas del autor.
Diálogos creíbles; una partida de póker magníficamente
narrada; la recreación de la reproducción de una cinta grabada unos años antes
que es tremendamente visual; la aparición de los Melungeon, ese extraño grupo
humano que luego utilizará en otros relatos, o la historia de una especie de
embrujo, todo ello y más forman este pequeño mundo del que, por cierto, Offutt
nos ofrece un mapa en el que están los diferentes lugares en los que se
desarrollan las historias.
Del autor ya he leído dos libros de relatos, una novela y
uno de sus libros de memorias, todos espléndidos y lo mejor es que aún me
quedan varios.
Hay una reseña muy buena y completa de Juan G.B. en
unlibroaldia.com
Chris Offutt, Kentucky seco. Traducción Javier
Lucini.
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