Hace ya once años que comentaba en el blog el libro de la
autora Desde el país de nunca jamás
en el que esta gran periodista mexicana, que escribe para medios importantes de
Estados Unidos, recogía artículos suyos sobre diferentes realidades centro y
sudamericanas.
En este caso, su labor ha sido muy diferente ya que es la que ha seleccionado los quince artículos de periodistas estadounidenses que componen el libro y que, como advierte en la Introducción, están entre los mejores que escriben crónicas en ese país aunque no están todos los que a ella le hubiese gustado por falta de espacio.
Hace también en ella dos interesantes afirmaciones:
“La crónica es veraz,
pero también es literatura: al igual que la ficción usa recursos de contador de
historias para alarmar, indignar, emocionar cuestionar, conmover. Queremos
provocar estos sentimientos y reflexiones en ustedes, los lectores, sin que se
den cuenta, leyendo como si respiraran, y en ello invertimos emanas y hasta
meses del más arduo trabajo.
(…)
Desprevenido lector: si alguna vez te sedujo el texto de una cronista, no dudes que la autora escribió con sinceridad, y a la vez con mañas de carterista”. (p. 11)
Pues bien todos esos sentimientos, e incluso alguno más, me
ha producido la lectura de las quince crónicas que componen el libro, crónicas
enormemente variadas tanto por los temas que trata como por la forma de abordarlos.
Solo dejaré constancia de algunas porque si no se haría muy
larga la entrada.
Una masacre perpetrada por los Zetas mexicanos y que se
narra a partir de entrevistas a familiares, agentes de la DEA, fiscales y
policías; entrevistas que se reproducen en parte.
Un repaso de la vida de Leonard Cohen tan bueno que me ha
interesado a mí que no soy muy seguidor del cantautor y poeta.
La crítica que hace un periodista liberal a los seguidores
de Donald Trump.
El increíble relato de las travesías del Atlántico en kayak
que ha hecho un hombre de 71 años.
Una batalla en la guerra de Afganistán, en la que murió el
hijo de un general, analizada desde diferentes versiones de lo ocurrido. Se
cita el documental Restrepo que vi en
su día y que me venía contantemente a la cabeza según leía el artículo
Finalmente, el último en la selección, la impresionante en
muchos sentidos crónica sobre lo que nos pasa después de muertos. Los
diferentes procesos en los que nos vemos envueltos: autopsia, embalsamamiento,
cremación, entierro,…
En fin, como se puede apreciar, el surtido es muy variado,
no se repiten los temas y tampoco el tratamiento que reciben. Tengo que
reconocer que me han gustado mucho todos menos dos: el segundo, sobre internet
y los gatos, del que reconozco que no he pillado el sentido; y el tercero sobre
un caso de mellizos revueltos en Colombia que me ha parecido muy lioso.
En cualquier caso, una lectura muy recomendable que fomenta
la afición al género. Un género con el
que disfruto muchísimo sobre todo con gente como Martín Caparrós o Leila
Guerriero, dos grandes que ya han aparecido muchas veces en diferentes entradas
del blog.
Alma Guillermoprieto editora, La vida toda. Nueva crónica estadounidense. Traducción Margarita
Valencia y Majel Reyes.
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