Como se puede ver, traza un panorama muy completo, a lo que
hay que añadir que el libro está repleto de datos y cuadros estadísticos que
muestran las realidades que Ruiz va desgranando y analizando. Quizá hay en
algunos momentos demasiados cuadros no siempre fáciles de comprender y también
en algunos, lo que creo que es un fallo de la edición, falta la fuente.
Quien siga con cierta frecuencia a Ruiz no va a encontrar
grandes novedades en lo que dice, pero sí va a encontrar que están tratados la
mayoría de los aspectos relevantes de la economía española y, desde luego, con
la claridad y neutralidad que son marca de la casa.
A mí particularmente me han llamado la atención algunas
cosas: la buena explicación que da sobre las famosas hipotecas subprime; la interesante discusión sobre
el Salario Mínimo Interprofesional; lo que explica sobre las desigualdades en
el mundo empresarial y, dado mi especial interés por ese tema, todo lo que
cuenta en el capítulo dedicado a los medios. En fin, pongo esto por destacar
algo ya que realmente es un texto que no tiene desperdicio.
A continuación voy a citar algunos fragmentos muy
significativos que comentaré brevemente:
“Mantener la desigualdad es, como estamos viendo, una buena
estrategia política para aquellos partidos que beben de un electorado formado
por ciudadanos con ingresos altos. No solo implica que conceden a sus votantes
lo que piden -bajada de impuestos, privatización de servicios públicos, etc.-,sino
que, además, desmovilizan a los sectores que solicitarían políticas contrarias
de redistribución de rentas y fiscalidad progresiva.” (p. 195)
Esto viene en el contexto de cómo el nivel de abstención es
muy diferente según el nivel de renta, siendo mucho mayor a menor renta y, por
lo tanto, lo que tienen que hacer es movilizar a los “suyos”.
“La movilidad social de las personas cuyos padres no tenían estudios fue mucho mayor entre los individuos nacidos entre 1955 y 1975 que entre los nacidos a partir de esa fecha.” (p. 221)
“La educación no es suficiente para igualar el éxito en el
mercado laboral. Los individuos que vienen de familias aventajadas
socio-económicamente tienden a obtener mejores puestos de trabajo y mayores
salarios, que los individuos igualmente cualificados que vienen de familias
desaventajadas.” (p.242) (De un
estudio de los investigadores Carlos Gil-Hernández y Fabrizio Bernardi)
En estos dos
fragmentos se trata un tema enormemente importante y de gran actualidad dada la
polémica sobre la meritocracia y la cultura del esfuerzo. Ya en los años
setenta dos sociólogos franceses, Baudelot y Establet, demostraron, estudiando
varias cohortes a lo largo de un extenso periodo de tiempo, que la educación
apenas servía para la movilidad social, posteriormente Julio Carabaña llegó a
las mismas en España después de hacer un estudio similar.
“El resultado es un fenómeno que los observatorios
periodísticos han comenzado a definir como “evitación selectiva”: una parte de
la audiencia empieza a esquivar las noticias porque afectan negativamente a su
estado de ánimo o porque las consideran sesgadas o difíciles de comprender.”
(p. 270)
Este último fragmento me ha parecido particularmente
interesante porque es algo que hace tiempo que vengo observando en mi actitud
hacia la información. De ser alguien preocupado y que dedicaba bastante tiempo
al tema a ir alejándome cada vez más y, eso sí, ser muy “selectivo” en lo que
leo y escucho.
En fin, estamos ante un libro tremendamente interesante
tanto por los temas que trata como por el enfoque con el que los aborda. Muy
pero que muy recomendable.
Javier Ruiz, Edificio España. El peligro de la
desigualdad.
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