Este
Ficcionario que ahora comento, me ha producido sentimientos encontrados. En él
se recogen los artículos que escribió en la prensa de Ámsterdam primero, y luego de Middletown y
Nueva York entre octubre de 1991 y junio de 1992.Son 28 artículos más una breve
Introducción y un extenso Post Sriptum. Artículos con títulos como: Jogging,
Mailbox, Harassment,Comforter, Bagel o Dreamers, por poner solo algunos
ejemplos. Ya se puede apreciar que el interés de los mismos puede ser muy
variado y de ahí esos sentimientos de los que hablaba hace un momento.
Hay en general
una visión entre agria y nostálgica del pasado yugoslavo que me parece
totalmente lógica dado el momento en el que escribe y su situación personal. De
hecho va intercalando sus experiencias neoyorquinas con la guerra y su país, un
país al que vuelve a finales de 1992 para terminar exiliándose definitivamente
un año después pues:
“Me asustó mi
patria, en la que en poco tiempo me había convertido en extranjera; en la que
tenía que demostrar que había nacido allí, aunque así fuera; que hablaba su
idioma, aunque era mi lengua materna. Me embargó el miedo de una patria que
todavía tenía que ganarme para tener en ella el estatus de emigrante”. (p. 231)
Este fragmento
forma parte del Post Scriptum de 2017 que es, con mucha diferencia, lo que más
me ha gustado e interesado de un libro que tiene algunos artículos que parecen
escritos para salir del paso junto a otros que sí tienen bastante enjundia
como, por poner algún ejemplo, el que trata de la errónea visión que se tenía
en occidente de la situación de Yugoslavia o en el que, bajo el título Yugo-Americana, explica la influencia
que tuvo el cine y la cultura americana en su país en los años 50 y 60 o,
también, la curiosa disertación sobre bagel, muffin y doughnut.
En todo caso,
tengo que reconocer que no siempre he sido capaz de captar el sentido profundo
de algunas reflexiones y también que a medida que avanzada en la lectura iba
decayendo mi interés hasta llegar a ese magnífico Post Scriptum.
Desde luego muy
recomendable para seguidores de la autora.
Dubravka
Ugresic, Ficcionario americano. Traducción
Luisa Fernanda Garrido y Tihomir Pistelek.
No hay comentarios:
Publicar un comentario