He repasado el blog y he visto que desde hace diez
años no he leído nada de este magnífico
escritor, que obtuvo el Premio Nobel en 1978, a pesar de que los dos libros que
leí entonces me gustaron bastante. No sé si se debe a que apenas se han publicado
libros suyos o, simplemente, a que se me han pasado.
En todo caso, cuando vi el que hoy comento lo compré
rápidamente porque me parecía interesante lo que se decía en la contraportada
sobre su contenido.
El libro está dividido en dos partes. La primera se
desarrolla en Varsovia en el ambiente físico y religioso judío. Keyle, la
principal aunque no única protagonista, es una prostituta que deja ese trabajo
al casarse con Yarme. Pronto aparece Max que les plantea irse a vivir a
Sudamérica para conseguir mujeres y montar prostíbulos. En medio surge también
Búnem, hijo de un rabino, que aunque tiene una novia, la anarquista Solche,
empieza a tener una relación con Keyle. La segunda parte se desarrolla en Nueva
York, también en el ambiente judío, donde Búnem y Keyle se han trasladado
huyendo del marido de ella y de Max.
Esto es de forma muy resumida el esquema del libro.
Ahora bien, Singer aprovecha la historia para mostrarnos diferentes cosas. Así,
casi se puede hablar de un estudio etnográfico del mundo judío en el gueto de
Varsovia ya que desarrolla ampliamente sus fiestas y sus rituales; también hay
varias referencias a la política rusa en Polonia (la historia se desarrolla en
los años 10 del siglo pasado cuando parte de ese país estaba dominado por Rusia)
y no faltan tampoco algunas alusiones al antisemitismo ruso; hay, además, una
clara defensa del yiddish (lengua en la que está escrito el libro) y,
finalmente, cierta crítica al comportamiento de muchos judíos cuando llegan a
Estados Unidos (hay que tener en cuenta que Singer emigró a ese país en 1935).
Evidentemente, lo fundamental del libro, lo que
ocupa la mayoría de sus páginas, son las relaciones entre los diferentes
personajes, los ya mencionados y algunos
más, a los que Singer caracteriza muy bien. Sobre este aspecto remito a la
magnífica reseña de Oriol en unlibroaldia.blogspot.com.
A continuación reproduzco dos fragmentos de la novela. En el primero hay un ejemplo del absurdo al que puede llegar el ritualismo en una religión y el segundo es sobre lo que hacen muchos judíos al llegar a América:
“El rabino, reb
Menájem Mendel de Tomaszow, estaba repasando el tratado sobre el Succot. Era su costumbre antes de cada
festividad repasar las leyes relacionadas con los respectivos días de la
celebración: una cabaña no debía medir más de veinte codos de altura, no debía
penetrar en ella más sol que sombra y debía tener al menos tres paredes”. (p.
111)
Desde luego es una magnífica novela por su historia,
sus personajes y lo bien narrada que está. Muy recomendable.
Isaac Bashevis Singer, Keyle la Pelirroja. Traducción Rhoda Henelde y Jacob Abecasís.
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