lunes, 6 de julio de 2020

Algo más que cine



Me reconozco como un fiel seguidor de las películas de Allen; no recuerdo haberme perdido ninguna sobre todo desde los años ochenta y, sin embargo, me salí del cine cuando fui a ver La última noche de Boris Grushenko en una de las poquísimas veces que he hecho algo así. En general, la primera época de Allen es la que menos me interesa y gusta.
Por otra parte, este es el primer libro que leo de él. Nunca me han llamado la atención sus escritos salvo este y no por lo que algunos puedan pensar. El tema de su relación con Mia Farrow y de las denuncias de abusos me interesa más bien poco o nada.
Esta especie de autobiografía, como lo ha subtitulado en España la editorial que lo publica, me parece bastante desigual en el tratamiento de los temas y en el interés que puedan despertar en el lector.
Hay una primera parte típica en cualquier libro de estas características en el que habla de su infancia y juventud que me ha parecido interesante y divertida. Luego entra de lleno en sus inicios en la profesión de escritor de chistes y monólogos para otros que es un poco tediosa a veces porque cita a multitud de personajes totalmente desconocidos para un lector no especializado o no norteamericano. Le salva el que también aquí despliega su gran sentido del humor.
Luego empieza a desarrollar su carrera cinematográfica película a película con algunas incursiones en su vida personal en lo que se refiere a su relación con las mujeres. Así, cuenta algo de sus dos matrimonios, del segundo sobre todo, y de algunas otras relaciones.
A partir de un momento determinado aparece Mia Farrow y el libro se centra en esa historia a lo largo de más de cien páginas que, como advertía antes, más allá del carácter autoexculpatorio que tienen, no me han interesado especialmente sino que, bien al contrario, me han parecido pesadas y a veces reiterativas aunque comprendo la necesidad de Allen de dejar las cosas claras, al menos en su versión de lo sucedido.
Luego retoma la narración sobre su filmografía para volver de nuevo casi al final al tema de los abusos ante las últimas denuncias que se han presentado contra él.
En palabras muy acertadas que tomo de la espléndida y completísima  reseña de Manuel Hidalgo en elcultural.com:

Es, pues, una narración densa y torrencial, que fluye sin altibajos, aunque interrumpida por digresiones y saltos atrás y adelante, con muy pocas fechas, con una fuerte sensación de oralidad compatible con su elaboración literaria, en la que priman la funcionalidad, la sencillez y el abundante humor, negro en no pocas ocasiones, y siempre muy reconocible como propio de Allen."

También me ha gustado mucho este retrato que obtiene de Allen:

"La lectura atenta de este libro nos deja la percepción de una personalidad todavía más compleja de la que, entre risas, hemos vislumbrado en sus películas, la de un tipo asocial, muy solitario, muy metido en su trabajo y en sus cosas, egoísta, narcisista a su modo, mucho más neurótico de lo previsto, muy inmaduro emocionalmente y con muy mala cabeza para las relaciones sentimentales, alguien, en verdad, difícil de llevar.”
(Los subrayados en ambos textos en el original)

Estamos pues ante un texto de más de 400 páginas que resulta bastante desigual y en el que cada lector puede encontrar páginas y temas interesantes.
Aparte de alguna cosa que ya he comentado, también me han llamado la atención algunos aspectos concretos como: la dureza con la que trata a su madre y en parte a su padre; el hecho de que la religión, el psicoanálisis y el carácter judío aparecen en muy pocas ocasiones a pesar de la presencia constante en su cine; muy curiosa es la lista de autores y libros que no ha leído o de películas que no ha visto,-más normal es la de sus lecturas; y, finalmente, hablando de dureza, es bastante brutal lo que cuenta de Farrow en general y sobre todo en relación con la adopción de Soon-Yi. Desde otro punto de vista, es llamativo lo bien que trata a la inmensa mayoría de las personas que salen ya sean del mundo del espectáculo en sus diferentes profesiones o de otros ambientes. Casi todos salen bien parados de los comentarios de Allen que no sé si es totalmente sincero siempre.
Creo que es un libro que no dejará indiferente a ningún lector. Un texto que se lee con gran facilidad debido seguramente a esa oralidad de la que habla Hidalgo en la reseña citada y del que, también seguramente, gustarán más unas partes que otras.

Woody Allen, A propósito de nada. Autobiografía.  Traducción Eduardo Hojman.



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