No es muy habitual encontrar un
libro que trate de Cuba en el que no
haya ni críticas furibundas ni encendidas defensas del régimen. Claro que en
este caso la edición corre a cargo de Leila Guerriero, una periodista que se
caracteriza por el rigor de la información y el mayor acercamiento posible a
una cierta objetividad.
Dice en el Prólogo:
“Para unos Cuba es un modelo de
equidad y justicia y, para otros, una forma solapada de replicar las peores
lacras de Occidente (la corrupción, el sistema de clases, la desigualdad
social). Para unos es la isla de la fantasía. Para otros, una cárcel.
Los doce textos que componen este
libro intentan alejarse de esos reduccionismos y contar el país desde el
territorio mucho más peligroso, y por lo mismo más interesante, de la duda y la
contradicción. Los periodistas y escritores que participan en este volumen –no
cubanos residentes en Cuba, cubanos residentes en Cuba, cubanos exiliados de
Cuba, no cubanos visitantes de Cuba- hablan de un país cuya población ha sido
educada en el ateísmo más rancio, pero bebe ávida de los odres de las
religiones afro. .. (y sigue poniendo
varios ejemplos de este tipo de contradicciones)“ (p. 9-10)
He aquí un magnífico resumen de lo
que el lector se va a encontrar en las páginas siguientes. En el libro no se
habla de la situación política de la isla, aunque aparezcan algunas alusiones
de vez en cuando; tampoco se explica en detalle la situación económica, aunque
también haya referencias sobre todo al “período especial” de los años noventa; Fidel
Castro apenas es mencionado ni tampoco Raúl; hay más espacio dedicado a la vida
de un jinetero o al funcionamiento del Tropicana que a cualquiera de estos
temas. Esto, precisamente, constituye el gran valor del libro, el acercamiento
que se hace a las distintas realidades de la isla tratando aspectos que no son
los habituales.
Los doce capítulos están escritos
todos ellos por estupendos periodistas y escritores como los cubanos Carlos
Manuel Álvarez (autor del primer texto que es para mí uno de los mejores) o
Leonardo Padura, los estadounidenses Jon Lee Anderson o Francisco Goldman o el
corresponsal español Mauricio Vicent, por poner solo aquellos que yo conocía
antes de leer el libro. Estos autores abordan diferentes aspectos de la
realidad cubana que no son siempre de los más conocidos. Así, por ejemplo, el
juego, la pasión por el béisbol, el papel de la mujer, el funcionamiento de la
producción de películas o la forma de trabajo de un jinetero.
Solo en dos se aborda
principalmente el tema que anuncia el subtítulo del libro, son: El capital cubano. Siete episodios de una
transición… ¿hacia dónde?, del ensayista y crítico de arte cubano Iván de
la Nuez y el de Jon Lee Anderson titulado La
otra orilla que está dedicado casi exclusivamente a comentar el “período
especial” de los noventa.
En el resto hay a veces alusiones
tanto positivas como negativas -más de estas que de aquellas-, a la situación
que se vive en Cuba. Un ejemplo puede ser este fragmento del chileno Patricio
Fernández:
“No es una élite que viva en el
lujo, aunque tampoco experimenta las carencias del resto. Es muy pequeña, como
en todos los países del continente, y en ella conviven los parientes de la
nomenclatura, los nuevos emprendedores, los artistas plásticos, los músicos,
los escritores. Casi no hay negros entre ellos. No es que los rechacen
explícitamente o tengan discursos racistas, pero simplemente no entran. Es muy
raro ver ahí un matrimonio mixto.” (p. 76-77)
No obstante, lo importante del
libro es lo mucho que se disfruta con las historias que cuentan y con lo bien
escritas que están todas en los diferentes registros que utilizan, pero siempre
con una gran calidad literaria.
No es este el lugar para opinar sobre
la situación de la isla. En varias entradas del blog he ido dejando mi opinión
a lo largo del tiempo. Aquí me gustaría dejar simplemente la idea básica que
resume mi forma de enfocar el tema: al hablar de Cuba, las comparaciones no
deben hacerse con países europeos, sino con los de su entorno más inmediato
desde la República Dominicana a Honduras o Guatemala pasando incluso por Haití.
Esa es la forma de entender mejor lo que significa ese país en esa zona del
mundo.
Un libro muy recomendable que se
disfruta desde el principio hasta el final.
Leila Guerriero editora, Cuba en la encrucijada. Doce perspectivas sobre
la continuidad y el cambio en La Habana y en todo el país.
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