En este caso se trata de un autor ya conocido del que leí
una novela magnífica. Esta vez se trata de un conjunto de ocho relatos que
trascurren en su inmensa mayoría en Kentuky, territorio en el que pasó el autor
su infancia y juventud y en el que desarrolla casi toda su obra.
Estos relatos tienen en común un par de cosas. Por un lado,
sus protagonistas son siempre personajes curiosos que podríamos enmarcar dentro
del mundo de la marginalidad o, al menos, de los que no llevan una vida normal
y corriente. Por otro lado, creo que menos en dos en el resto siempre hay un
muerto en algún momento del relato. Así, en el primero alguien va a recoger a
su cuñado que está muerto; en otro un hijo mata a su padre o, en uno realmente
original, desentierran los cadáveres de un lugar por el que va a pasar una
autopista para enterrarlos en otro.
Son todas historias cortas, el libro tiene solo 128 páginas,
pero Offutt es capaz de que lo que sucede tenga sentido. Además, crea unos
personajes siempre interesantes y los retrata con unos pocos pero suficientes
rasgos. También destacaría el buen uso que hace de los diálogos muy adaptados
al tipo de personajes.
Todos me han gustado, pero en el titulado Todo inundado
Offutt hace una gran creación de la atmósfera tras una inundación.
Al igual que el anterior libro que leí del autor, este sirve
también para penetrar en la forma de vida y en las formas de ser de la llamada
“América profunda”, un territorio que no suele ser el habitual en las series y
la literatura que más se traduce y publica en nuestro país.
Un libro recomendable porque, además de estar bien escrito,
nos pone en contacto con ese mundo más desconocido.
Chris Offutt, Lejos del bosque. Traducción Javier
Lucini.
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