miércoles, 29 de enero de 2014

Apasionante y emocionante lectura




 
Acabo de terminar la lectura de esta pequeña obra maestra y aún estoy impresionado. Una obra que habla de la solidaridad, del miedo, de la lucha por la supervivencia, de la abnegación, del sacrificio, pero que, sobre todo, lo hace de una forma realmente diferente a lo que se suele leer. No sobra nada, no falta nada; no hay nombres, ni fechas, ni topónimos;  no importa. La tensión, lograda con una prosa precisa, no nos abandona en ningún momento desde la primera frase. El vocabulario es de una particular riqueza que lleva a que incluso quien, como es mi caso, haya conocido el campo en los años cincuenta, tenga que acudir de vez en cuando al diccionario.
El eje de la historia, siendo importante, no es lo más relevante. La atmósfera, el paisaje, los personajes que apenas hablan o susurran pero que sienten y de qué manera, esa es la clave de esta grandísima novela.
Primera obra de su autor y no creo que sea la última por el enorme éxito que ha tenido, premio del Gremio de Libreros de Madrid y elegida mejor novela por los lectores de Babelia.
No solo es absolutamente recomendable, sino que yo diría que es imprescindible para los amantes de la buena literatura. Un libro de esos que una vez comenzados no podemos abandonar. Quedo a la espera de otros escritos del autor.
Culmina con esta lectura un mes de enero lleno de pequeñas obras maestras como he dejado reflejado en el blog. Pequeñas pues todas las que he leído escritas originalmente en castellano apenas llegan, como ésta, a las 200 páginas, pero todas también están extraordinariamente bien escritas y cuentan historias diferentes y de forma diferente.
Cito de la solapa del libro:” Un hermoso debut: una narración muy sobria, reducida a lo esencial; una novela de formación que habla a la esencia de la vida con profundidad y sutileza, un protagonista único que logra mantener toda su pureza; una historia universal”, Mariagrazia Mazzitelli, editorial Salani, (Italia).
 
Jesús Carrasco, Intemperie
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Citas sobre violencia e información


 
Guerra, información
 
“Porque desde luego el pueblo no quiere la guerra: ¿por qué debería querer un pobre sujeto que trabaja arriesgar su vida en una guerra, cuando lo más que puede conseguir en ella es volver a su granja de una pieza? Naturalmente la gente corriente no quiere una guerra; Ni en Rusia, ni en Inglaterra ni en América, ni por supuesto en Alemania. Eso se entiende. Pero son los líderes los que determinan la política y siempre es un asunto fácil arrastrar a la gente… El pueblo puede ser atraído por el mandato de los líderes. Eso es fácil. Todo lo que hay que hacer es decirle que están siendo atacados y denunciar a los pacifistas por su falta de patriotismo y por exponer al país al peligro. Funciona del mismo modo en cualquier país.
Hermann Göring durante el juicio de Núremberg citado en
Pascual Serrano, Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra
 
Violencia
 
“Puede que la muerte de niños por falta de atención médica y condiciones nos provoque horror, quizá sólo lástima. En cambio el horror es que esos indígenas se levanten en armas. Parece que hay que condenar todas las violencias menos la que el sistema ejerce sobre esas gentes. Mientras no decíamos nada, la violencia no existía. Los indígenas la padecían, morían. A la hora en que deciden contestar a esa violencia y decir ¡basta! Los intelectuales dicen: -¡No, esa violencia no!-, la que yo represento, la violencia culta sí, no la violencia bárbara”.
Subcomandante Marcos citado en
Pascual Serrano, Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra
 
Violencia
 
“Nunca volverá a alzar la voz en contra la violencia de los oprimidos que viven en guetos sin denunciar primero con toda claridad a la institución que es responsable de la mayor parte de la violencia que padece hoy día el mundo: mi propio gobierno”.
Martin Luther King citado en
Pascual Serrano, Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra
 
Información, comunicación
 
Nunca afirmaremos con suficiente contundencia que la primera reacción que debe generar el hecho comunicativo de masas en el individuo moderno es la desconfianza.
Pascual Serrano, Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra
 
Información, comunicación
 
Hoy tiene más poder un columnista de prensa que un diputado nacional. (…) No nos engañemos, y que no nos engañen, la amenaza hoy no es el control de la comunicación por un gobierno. Es el control por un oligopolio de empresas.
Pascual Serrano, Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra

martes, 28 de enero de 2014

Sobre la acentuación de las desigualdades

El 20 de enero, en el diario El País se publicaba una entrevista de Lola Galán con el pensador y, en los últimos años, prolífico escritor, Zygmunt Bauman. De ella entresaco los tres párrafos que siguen y que quiero comentar brevemente. Los que están entrecomillados corresponden a Bauman y el otro a la periodista.
 
“Hace 20 o 30 años las desigualdades entre las sociedades desarrolladas y las que no lo eran crecían, mientras que la desigualdad en el interior de la misma sociedad (rica), disminuía. Y creíamos, al menos nosotros, los europeos, que con nuestro Estado de bienestar habíamos solucionado el problema de la desigualdad. Pero desde hace 20 o 30 años la distancia entre los países desarrollados y el resto del mundo está disminuyendo, y, por el contrario, en el interior de las sociedades ricas las desigualdades se están disparando. Hay informes que dicen que en Estados Unidos estas desigualdades están llegando a los niveles del siglo XIX”.
 
Una de las razones que explicarían esta trágica fractura hay que buscarla en la globalización, que ha permitido a los empresarios contratar a sus trabajadores en cualquier esquina del globo. Otra, y muy ligada a la última crisis, en la erosión que está sufriendo la clase media.
 
“Es evidente que las clases medias se están empobreciendo. Podemos hablar más que de proletariado de precariado”, dice Bauman. “O sea viven en una situación cada vez más precaria. Lo importante es que grandes sectores de las clases medias pertenecen ahora al proletariado, que se ha ampliado. Aunque hoy tenga trabajo ha desaparecido la certeza de que puedan tenerlo mañana. Viven en un estado de constante ansiedad”.
 
En ambas ideas, la disminución de las desigualdades a nivel mundial y su aumento en el interior de los países desarrollados, se está produciendo en los últimos tiempos una coincidencia bastante generalizada entre los teóricos de diferentes disciplinas. El problema surge, en mi opinión, a la hora de analizar y, sobre todo, valorar  lo que está pasando.
Creo, y así lo he escrito en este blog en varias ocasiones, que parece que la justicia está llegando finalmente al mundo y que está comenzando una gran redistribución de la riqueza a nivel mundial. Evidentemente, redistribución quiere decir siempre “quitar” a unos para entregárselo a otros dado que el aumento de la producción mundial no es suficiente para que todo el mundo pueda aumentar al mismo tiempo su riqueza. Además, está el hecho de que si se pudiera hacer crecer el PIB mundial a cifras del 8% o el 10% parece claro que el planeta no lo resistiría. Así que desde esta perspectiva hay que alegrarse de lo que está sucediendo en el mundo.
Cosa bien distinta es cómo se efectúa el reparto de las pérdidas dentro del mundo desarrollado teniendo claro, eso sí, que pérdidas va a haber o, mejor, tiene que haber. Parece que hoy por hoy las clases más poderosas, los ricos en el lenguaje coloquial, están logrando que sea la clase media y las clases populares las que carguen con el principal peso del proceso. Aquí es donde entra la política en juego y la tan denostada lucha de clases vuelve a ponerse de actualidad.
Evidentemente, todos vamos a vivir un poco peor, pero de lo que se trata es de que sea, valga la expresión, el mínimo peor posible.
Así pues, alegrémonos del nuevo reparto a nivel mundial y hagamos todo lo posible para repartir la carga entre todos en nuestro mundo desarrollado.
 

Desigual novela sobre Afganistán



Aslam es un escritor nacido en Paquistán, pero trasladado a los catorce años a Inglaterra por el exilio de su padre. Khaled Hosseini, que apareció en el blog hace poco a raíz de su libro Y las montañas hablaron, nació en Afganistán y también se trasladó casi a la misma edad a los Estados Unidos. Hago esta doble mención porque me ha pasado lo mismo exactamente con estos dos autores en su último libro: un inicio espectacular en el que tanto los personajes como los lugares y las situaciones que se crean, resultan apasionantes; el tratamiento con una prosa muy poética, deslumbrante; la historia que se plantea, muy interesante y, sin embargo, poco a poco, todo va decayendo hasta llegar un momento en el que sigo leyendo, pero sin casi interés tanto por lo que me cuenta como por el cambio en la forma de hacerlo.
Ambos autores tienen a su favor el hecho de hablar de mundos muy desconocidos y muy exóticos. Además, desarrollan las historias en el mundo rural aún más desconocido, pero tienden a terminar haciendo casi una película de cine de acción. En el caso de Aslam, que además es un escritor muy visual en su forma de contar, el capítulo final según lo leía me iba recordando diferentes películas de Hollywood.
A pesar de lo dicho, la novela tiene aspectos interesantes como puede ser su visión del conflicto étnico-religioso-político en Afganistán que no es nada maniquea sino que, bien al contrario, muestra una cierta comprensión por lo que hacen todas las partes sin cargar especialmente las tintas en ninguna y, desde luego, como decía antes, sus primeras 200 páginas son realmente espléndidas.
En resumen, una pena este desequilibrio porque podía haber sido una de las novelas de la temporada ya que este escritor tiene una gran sensibilidad y, como veo que pasa con los de esa zona del mundo, una gran capacidad para contar historias.
 
Nadeem Aslam, El jardín del hombre ciego

domingo, 26 de enero de 2014

Artículos interesantes

Esta semana se produce una total coincidencia y tanto Soledad Gallego como Joaquín Estefanía y Josep Ramoneda escriben sobre el paro y es que la EPA correspondiente al cuarto trimestre de 2013 está dando mucho que hablar y escribir. Interesantes los tres y con diferentes perspectivas aunque unas parecidas conclusiones.
 
Elvira Lindo, por el contrario, se sale de lo habitual y habla del libro de memorias de Miguel Gila, para mí, por muchas razones, el mejor humorista que he visto y oído. Simplemente por el pequeño texto de Gila con el que acaba el artículo ya merece la pena.
 
 
Tiene también interés la información sobre el gran programa de TVE Entre todos.

martes, 21 de enero de 2014

Mis temas recurrentes V: El anarquismo



Ni soy anarquista ni lo he sido nunca. Mi procedencia, y en gran medida mi práctica, burguesa lo impidieron y lo siguen impidiendo. Sin embargo, tanto desde el punto de vista del conocimiento histórico como de la práctica “política”, es un movimiento que siempre me ha interesado.
En el caso de España creo que su importancia histórica no la discute nadie; también la tuvo en Rusia y, en grado menor, en países como Italia o Argentina. También creo que lo que hoy se autodenomina así tiene poco que ver con lo que fue el movimiento en el primer tercio del siglo XX.
Cuando se habla de anarquismo, se habla de muchas y, a veces, muy diferentes cosas. A mí particularmente me ha llamado siempre más la atención la rama del movimiento que planteaba la necesidad de la educación intelectual y moral del hombre como paso previo a la revolución o, dicho de otra manera, solo con esa base se podría hablar de auténtica revolución. Es el de los Ateneos libertarios, por ejemplo, en el caso español y no el de la FAI; el de los que pararon los “paseos” en la guerra civil y no el de los que los dieron; en definitiva, el que quería construir desde abajo más que destruir a los de arriba.
Obviamente, no se trata aquí de escribir sobre el anarquismo, sino de ofrecer una serie de textos que con mayor o menor interés y calidad hablan de ese fenómeno tan peculiar como fue el anarquismo.
Entre los libros que he seleccionado me gustaría destacar alguno: El de César Lorenzo me resultó especialmente interesante en su día aunque reconozco que no he vuelto a leerlo. También me ha gustado más recientemente el de Julián Casanova con una visión más “objetiva” o menos comprometida o más histórica, que no sé muy bien cuál de esos términos resulta el más apropiado. No hay muchos de teoría por diversas razones y no  la menos importante es porque, al contrario que sus “enemigos” marxistas, no escribieron demasiado y cuando lo hicieron solían ser bastante pesados como pasa con La ayuda mutua. Sí hay otros, como el que tiene por título Los anarquistas, en el que se recogen trabajos teóricos cortos que tienen cierto interés. En todo caso, lo que a mí me llamaba la atención del movimiento era más su práctica y sus ideas en lo concreto que sus grandes construcciones teóricas.
Caso aparte es el del libro de Enzensberger. Un texto enormemente original y sugerente como todos los de este escritor.
Para terminar decir solamente que conocí brevemente a Juan Gómez Casas, autor de uno de los libros citados, a finales de los sesenta y me pareció un personaje especial.
 
 
 

Decepción con autor austriaco




Dice Ignacio Vidal-Floch en el prólogo del libro: “La narrativa de Lernet-Holenia se basa en valores y principios tradicionales y tradicionalistas, y en una prosa sin más preocupaciones formales que las de su eficiencia y elegancia (…)”.
De lo primero nada que alegar pues uno de mis escritores favoritos, Joseph Roth, también se basaba en ellos así como, al igual que Lernet,  en la añoranza del Imperio perdido; por lo que hace al estilo, tampoco pues esa eficiencia y elegancia también son señas de identidad de otro escritor favorito como es Stefan Zweig. El problema es que esta novela apenas llega a interesar y, desde luego, en ningún momento a emocionar.
Buenas descripciones de movimientos de tropas, curiosa huida por los subterráneos del palacio imperial en Belgrado, interesante relato sobre los motines terminando la guerra y un par de textos como los que pongo al final del comentario reflejando la pérdida del Imperio, no son suficientes para que guste esta novela que tiene, además, un par de escenas de amor que, en mi modesta opinión y en contra de lo que afirma Vidal-Folch, resultan cuanto menos anticuadas y me atrevería a decir que un tanto ridículas y cursis.
Compré la novela y la he leído porque, como parece que le pasaba al gran director de cine Luis García Berlanga, me llama mucho la atención todo lo que hace referencia al Imperio Austro-Húngaro y, sobre todo, a su final, pero en este caso la decepción ha sido grande. Lo que sí queda claramente de manifiesto es cómo han cambiado determinados valores con el paso del tiempo y, creo, en algunos casos para bien.
 
Los textos a los que me refería antes son:
¿Cuánto tiempo más, en su opinión,  deben pelear  por una causa que para ellos no significa ninguna idea, sino todo lo más una costumbre? (p. 205)
“Las antiguas naciones del Imperio empezaban a litigar entre sí por las fronteras” (p. 296)
 
Alexander Lernet-Holenia, El estandarte

domingo, 19 de enero de 2014

El "problema" de Cataluña: dos artículos

César Molinas hace una descripción y análisis histórico sobre Cataluña muy basado en Vicens Vives, para luego pasar a ver cómo España y Cataluña se necesitan mutuamente. Tiene interés el planteamiento y varias de las cosas que plantea aunque  creo que, seguramente sin pretenderlo, cojea un poco de la pata castellana o española.
 
Juan Goytisolo se coloca, sin decirlo así, un poco en una tercera vía. También muy interesante su lectura.

Algunas citas recientes

Matrimonio
 
(…) ¿por qué he buscado siempre lo absoluto, el matrimonio, por ejemplo? Aquel estado idílico no compatible con la realidad, con la realidad de no pertenecer, de corresponder poco, de traicionar ante la primera tentación.
Israel Centeno, Calletania
 
Política
 
Yo, a veces, nostálgico, pensaba que tendríamos que serrucharle las patas al sistema, erguir el mazo; pero mi fe ha menguado, la gente fluctúa, sólo queda una roca doctrinaria y no puedo aceptar las alambradas que separan a los hombre entre buenos y malos.
Israel Centeno, Calletania
 
Nacionalismo, patriotismo
 
Hablando ya sin rodeos y con claridad  del “propio país”: existe un país en que nací, cuyo ciudadano soy y, sobre todo, en cuya maravillosa lengua hablo, leo y escribo mis libros; sin embargo, este país jamás ha sido mío; más bien, yo he sido suyo, y durante cuatro décadas demostró ser mucho más cárcel que hogar.
Imre Kertész, Un instante de silencio en el paredón. El holocausto como cultura
 
Estado
 
El estado, estimados oyentes, es solamente un poder que guarda en su seno posibilidades secretas y terribles, que a veces más, a veces menos, se disimulan o se moderan, un poder que en raras ocasiones y por breve tiempo pude desempeñar incluso un papel saludable, pero que ante todo y sobre todo sigue siendo un poder al que hemos de enfrentarnos, que –cuando el sistema político lo permite- hemos de civilizar, controlar, tener a raya e impedirle en todo momento que sea lo que debe ser por su naturaleza: puro poder, poder estatal, poder estatal total.
Imre Kertész, Un instante de silencio en el paredón. El holocausto como cultura
 
Cultura
 
“Cuando oigo la palabra cultura amartillo mi revólver”
Göring citado en
Imre Kertész, Un instante de silencio en el paredón. El holocausto como cultura
 
Literatura
 
(…) mientras el ser humano sueñe –sea cosas terribles, sea cosas buenas-,
mientras el ser humano posea historias fundamentales, relatos universales y mitos, habrá también literatura, por mucho que se hable de su crisis.
Imre Kertész, Un instante de silencio en el paredón. El holocausto como cultura
 
Nación, frontera
 
En nuestro mundo moderno – o postmoderno- las fronteras no parecen transcurrir tanto entre grupos étnicos, naciones o confesiones, cuanto entre concepciones del mundo y actitudes ante el mundo, entre razón y fanatismo, entre paciencia e histeria, entre creatividad y deseo aniquilador de poder.
Imre Kertész, Un instante de silencio en el paredón. El holocausto como cultura
 

 

 

viernes, 17 de enero de 2014

Más novela corta de calidad


 
Sigo con la buena racha de grandes novelas cortas. En este caso se trata de un joven autor mejicano y de otra buena novela. Se desarrolla en los círculos del poder, la Corte,  de un cártel de narcotraficantes al que llega un cantante y compositor de corridos llamado por el jefe, el Rey.
Esa sería la anécdota o el tema principal si se quiere, el conflicto entre arte y poder, según comenta Herrera en una espléndida y completa entrevista sobre el libro, pero a mí lo que más me ha llamado la atención es el lenguaje, por cierto que en varios momentos no he sido capaz de entender prácticamente nada, y la enorme concisión y precisión de lo que se dice y cuenta. Creo que hay un trabajo de depuración muy grande para ir a lo fundamental y obviar lo accesorio.
Como en la citada entrevista, así como en la contraportada del libro, se explica muy bien todo sobre los temas y la escritura, no me queda a mí más que recomendarlo porque resulta bastante diferente de lo habitual y una buena experiencia lectora.
Por otra parte, el autor obtuvo la Maestría en Creación Literaria en la Universidad de Texas y, generalmente, sospecho de aquellos autores que han hecho cursos o talleres de este tipo, pero tengo que reconocer que a Herrera parece haberle aprovechado bastante bien.
 
Yuri Herrera, Trabajos del  reino

jueves, 16 de enero de 2014

Andalucía vista por Chaves Nogales




Si este grandísimo escritor  consiguió que alguien no interesado en absoluto en el mundo de los toros, como es mi caso, se leyese su biografía de Juan Belmonte, ahora vuelve a conseguir que no interesándome especialmente o, mejor, sintiendo bastante rechazo tanto por la Semana Santa sevillana como por la romería del Rocío, lea y con placer sus reportajes sobre esos acontecimientos.
Una vez más demuestra Chaves Nogales su enorme capacidad para la descripción y la evocación, su sentido de la puesta en escena, su sensibilidad y, desde luego, su gran estilo. Nuevamente hace literatura desde el periodismo.
Son también muy buenos los tres reportajes sobre los braceros del campo andaluz aque complementan esta edición de textos sobre Andalucía escritos en 1931, 1935 y 1936 (éste último en junio).
Aunque no me gusta demasiado lo que está haciendo la editorial Almuzara publicando reportajes de forma temática, lo que sí es interesante, pero haciéndolo con una presentación en la que sobran muchísimas hojas que quedan prácticamente en blanco y encareciendo con ello el producto, no dejo de recomendar la lectura de estos textos sobre Andalucía, tanto por su interés como, sobre todo, por ser una muestra más de la magnífica escritura del autor.
 
Manuel Chaves Nogales, Andalucía roja y la Blanca Paloma” y otros reportajes de la República

miércoles, 15 de enero de 2014

Otro pequeño gran libro


 
La semana pasada comentando Calletania del mismo autor ya avisaba de la pronta lectura de éste por lo mucho que me había gustado. Son los dos únicos, que yo sepa, publicados en España a pesar de que la editorial avisaba ya en 2008 de la publicación de otras obras de Centeno.
Nuevamente me encuentro ante un libro reducido, 92 páginas y en formato pequeño, pero ante un gran libro. Novela aunque creo que sería casi más acertado hablar de cuatro relatos con algún personaje en común. Otra vez lo importante es la escritura, aquí un poco más tradicional que en el anterior, la ambientación  y el conjunto de temas que, a veces apenas esbozados, componen el texto: el sexo con incesto incluido, la insatisfacción o el mundo rural y el contraste con la bohemia de París. Además, todos los personajes, incluso los que tienen escasa presencia, tienen algo que puede llamar la atención y la sensación de que también ocultan algo.
Absolutamente recomendable. A pesar de lo que tantas veces he dicho en el blog sobre el tamaño de los libros, en este caso, desde luego, me hubiera gustado una mayor extensión y desarrollo de alguna de las historias y personajes.
Pongo dos enlaces, uno de una breve reseña en El País sobre este libro, y otro con una entrevista muy interesante con el autor en la que habla también del libro. De ella entresaco alguna de las respuestas.
 
 ¿Tocó el manuscrito, reescribió algo de la historia?
Eduardo Liendo dijo hace poco, a propósito de la reedición de Diario del enano, que cuando al autor se le presenta la oportunidad de reeditar hay quienes no lo tocan y otros que sí, porque es como cuando te dan una segunda oportunidad en la vida. Lo que trabajé fue el aspecto estilístico, la historia la dejé intacta, le imprimí un estilo que trabajé mucho tiempo después. Aunque no hay grandes variaciones puntualicé algunas cosas como la supresión de adverbios. Si tienes la oportunidad de editar toda tu vida, nunca publicas porque el trabajo de creación se basa en la sustracción, la tacha y enmienda, por ese empeño de volver sobre el texto y reacomodarlo.

¿Cómo es el trabajo de escritura en un texto diáfano y directo, pero lírico como Iniciaciones?
Me gusta trabajar aspectos como la aridez, el esperpento y situaciones sórdidas, pero el lirismo inmediatamente interviene. La apuesta lírica en el lenguaje es muy importante, dar esos giros, incorporar una imagen. Eso tiene mucho que ver con lo que hice en Calletania, una novela del barrio donde hay toda una incorporación de imágenes y metáforas muy precisas que van a perfilar mi voz. Meterme con situaciones muy duras, como lo hice en Bengala y salir relativamente ileso, es posible por el recurso de las imágenes.

¿Iniciaciones fue un intento por comprender a la "otra" Venezuela, la del interior del país?
Estaba escribiendo Calletania, donde venía trabajando el tema de la violencia y traté de romper con el concepto de que mi generación estaba dedicada a la narrativa urbana. Por eso Iniciaciones trata de comprender esa Venezuela profunda que todavía no terminamos de descifrar, aunque sea un escenario ajeno a mi experiencia vital. Siempre me ha atraído esa Venezuela del interior, que aún es desconocida por muchos de nosotros. Creo que sólo algunos escritores, muy especiales, la conocieron, como son los casos de Gallegos, Otero Silva y Díaz Solís.

 
Israel Centeno, Iniciaciones

 

martes, 14 de enero de 2014

ANDAMIO

Una vez más he retrasado la publicación de un Andamio y, también una vez más, ha sido mi visita a Madrid lo que me da la motivación para escribirlo.
 
Madrid
 
De visita tranquila y relajada para ver a los amigos. Ya en el aeropuerto primer choque. Al llegar al metro e intentar sacer el abono y el suplemento obligatorio (en Barajas, para poder salir de la terminal en metro hay que pagar), me encuentro con la mayor parte de las máquinas fuera de servicio. Será la primera impresión que recibirán los turistas. Al día siguiente escucho en la radio las quejas de hoteleros, comerciantes e incluso de responsables del Museo del Prado por la caída, que se anuncia esa misma mañana, de las cifras del turismo en la ciudad. Y se extrañan.
Me entero también, aunque parece que hace tiempo del cambio, de que la estación del metro de Sol, algo emblemático para la ciudad, ahora se llama Vodafone-Sol. Hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad. ¡Cómo habrá dejado Gallardón las arcas municipales! Pobre Botella, doña Ana.
Pongo la televisión en el hotel para ver otro de mis clásicos en estas visitas: Telemadrid. Es un horario en el que antes podía ver alguna tertulia o información y poder así confirmar el nivel de manipulación de la cadena. No, están “echando” una estupenda película de hace mil años, anticuada, horrorosa, pero, eso sí, seguramente gratis.
Ya no hay basuras por las calles, los restaurantes de medio pelo están llenos de gente, la Casa del Libro ha sido remodelada, la FNAC sigue eliminando la música de sus estanterías y sustituyéndola por todo tipo de aparatos electrónicos, el café Comercial sigue sin remodelarse, de lo que me alegro, pero no tanto del incremento de la suciedad en su servicio…
En fin, Madrid cada vez un poco peor y sin que tenga visos de frenarse el deterioro. Una pena.
 
Cine
 
Desde el último Andamio se han acumulado muchas películas y series por lo que merece la pena decir algo solo de algunas.
Entre las series, la británica Southcliffe, la sueco-danesa Bron/Broen y las muy conocidas estadounidenses Breaking Bad y Homeland. Todas con un nivel de calidad muy elevado, con diferentes planteamientos y temas, pero con realizaciones muy buenas. Muy original la británica; muy bien interpretada y ambientada la nórdica; qué decir de Breaking Bad; y un Homeland que empezó muy mal pero que fue remontando hasta el sorprendente final.
En cine, varias comedias de distintas procedencias con un nivel medio bastante bueno; un W. Allen que nunca decepciona (bueno, sí, la de Barcelona); una argentina interesante aunque peor que la novela, El médico alemán; un David Trueba con una original historia; una de Robert Redford muy ideológica y la última un sufrimiento en la butaca, una de las más duras que he visto nunca , 12 años de esclavitud.
En definitiva, un poco de todo. Ninguna obra maestra, pero es que eso es muy difícil de encontrar.
 
Miscelánea
 
Viajes, espectáculos y ¿nada más? Evidentemente no sería un Andamio si no hubiera algo de otro tipo. Esta vez en forma abreviada.
Definitivamente, la familia en España ¿se rompe o no se rompe? Tantas veces oí que se rompería con la ampliación del matrimonio que igual está sucediendo y no me estoy percatando de ello. Bueno, igual se referían a la familia real (de rey en este caso) que sí que parece que pasa por dificultades. Hoy mismo me entero también que la del presidente de Francia tiene sus problemas. Cada vez estoy más convencido de que la crisis económica la están fomentando desde los “círculos oscuros” para que la familia española se una e incluso se reagrupe en torno a los abuelos (por aquello de vivir de su pensión).
Los tertulianos sea cual sea su ideología hay dos cosas que tienen en común: por un lado, opinan de cualquier tema económico, político, cultural o sexual; por otra parte, son de una coherencia espectacular: los de “derechas” en todo opinan como de derechas y los de izquierdas igual. No existe “libertad de voto”. (O como dicen que hacía Sardá en sus Crónicas marcianas, reparten los papeles antes de empezar la tertulia).
Vaya tramo final de 2013. Ley de Seguridad. LOMCE, anuncio de Ley del aborto, TIL y Ley de símbolos en Baleares, subida del 0% para los funcionarios (mi mujer) y del 0,25% para los pensionistas (yo), aumento del paro y de la pobreza,…
Y no digo nada de “lo de” Cataluña. Lo dejo para otra ocasión porque en ese tema quiero extenderme un poco. Últimamente me estoy sorprendiendo a mí mismo por las cosas que pienso.

Curiosa novela sobre la televisión


 

Segundo autor venezolano “descubierto” en el ya citado otras veces dossier de La Vanguardia. Muy distinto a Centeno incluso en el lenguaje que aparece con menos localismos entre otras cosas, seguramente, por desarrollarse en otro ambiente social y cultural.
Una novela muy entretenida sobre un tema que a mí siempre me ha interesado como es el de los entresijos de los programas televisivos, en este caso: los culebrones y los reality shows. Con una estructura muy pensada y trabajada, el autor nos va mostrando ambos temas a partir de las voces de sus dos protagonistas: un joven recién llegado a la profesión y un libretista con más de veinte años de experiencia. Ambas van transcurriendo casi en paralelo para, en una inteligente parte final, ir acercándose hasta convertirse casi en una única voz.
Además, a lo largo de sus intervenciones, el escritor experimentado va introduciendo algunas agudas reflexiones sobre literatura, la mujer y, sobre todo, las que más me han llamado la atención y hecho sonreír, las referidas a la edad ya que acaba de cumplir los cincuenta años. Me ha recordado mucho en este sentido a las del libro de Paul Theroux, Saint Jack.
Una novela inteligente sobre la televisión y, principalmente, muy entretenida. Y bien escrita. Barrera obtuvo en 2006 el Premio Herralde de Novela con La enfermedad.
 Alberto Barrera Tyszka, Rating

lunes, 13 de enero de 2014

La manipulación de la información




 
“La labor de Pascual Serrano es como la de Penélope, que destejía de noche lo que tejía de día, aunque él trabaja a mayor velocidad y con las mortajas que han cosido otros: las va destejiendo casi al mismo ritmo con que los periódicos y las televisiones las ciñen alrededor del mundo; las va desenredando y desmontando a medida que comparecen en las portadas y en las pantallas, para extraer y poner a la luz los intereses, las connivencias, las jerarquías, las presiones, que ocultan en sus vísceras y que convierten –las portadas y las pantallas- en auténticas fábricas de medias verdades, completas mentiras, manipulaciones alquímicas, fraudes en cadena, suplantaciones elegantes y trasplantes quirúrgicos” ( Del Epílogo de Santiago Alba Rico)
No se puede expresar mejor lo que hace Serrano y por lo que a mí me gustan sus textos. En concreto, este libro de 2008 es anterior a los otros que he leído del autor de los que Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo, me parece un libro fundamental sobre la información y la comunicación en el mundo actual. En general, en todos ellos la labor crítica, el inagotable alud de ejemplos de manipulación, ocultación, tergiversación, etc. es espectacular.
En el que ahora comento, la idea es analizar el tratamiento dado por los medios a la violencia o, para ser más exacto, cómo promueven y convencen de la necesidad de la guerra y la violencia. Para ello los títulos de algunos capítulos ya dan una idea de qué se trata: Apuntar al malo, Vender la guerra, Crear el miedo, Aplaudir las armas, Mirar hacia otro lado, … Además, como decía más arriba, con un conjunto de ejemplos muy buenos que es una de las características de las obras de Serrano. Aparecen como otras veces El País, El Mundo, Tele5, TVE, y un largo etcétera de medios españoles, y algunos de otros países como cuando habla de la guerra de la ex Yugoslavia o de los conflictos en Venezuela.
No siempre estoy totalmente de acuerdo con lo que dice ni con alguno de los ejemplos en los que se basa para la crítica, pero creo que al autor también le gustará que sea así.
Libro absolutamente recomendable para todo aquel interesado en la información y la comunicación. Tengo encargados en la librería dos anteriores a éste que no conocía y que por su título, Perlas. Patrañas, disparates y trapacerías en los medios de comunicación y Perlas 2, prometen seguir en la misma línea. No tardarán en aparecer en el blog.
 Pascual Serrano, Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra

domingo, 12 de enero de 2014

Artículos interesantes

Javier Marías arremete una vez más contra el gobierno haciendo una buena síntesis de problemas. Termina defendiendo la desobediencia civil; de acuerdo, pero ¿cómo se concreta?
 
Elvira Lindo tiene una primera parte que me parece "interesante", a pesar de  no estar conforme con lo que dice de esta palabra, y acertada. La segunda también está bien.
 
Soledad Gallego hace un buen recorrido por el término ilusión.
 
Alex Grijelmo analiza lo de las ofensas a la bandera o a España y similares en la misma línea que comenté hace tiempo.
 

sábado, 11 de enero de 2014

Algo más que vergonzoso



Soy ateo y anticlerical. Estas imágenes y estas declaraciones me reafirman más en que a este paso habrá que volver a ir detrás de los curas y no en procesión precisamente. Qué vergüenza de presentador y qué vergüenza de cura. Creo que esto es perseguible de oficio por incitación a la violencia; por lo menos a mí me entran unas ganas de...

viernes, 10 de enero de 2014

China y el futuro del mundo




Un libro enormemente interesante en el que se combinan de manera muy eficaz la información con el análisis.
En la primera parte, la autora se dedica principalmente a describir y analizar la situación actual de una serie de recursos básicos como: la tierra cultivable, el agua, el petróleo, el gas y un conjunto de minerales, para en el capítulo final explicar la posición que está adoptando China con respecto a esos recursos que no es otra que intentar los mayores suministros posibles. En esta primera parte, me ha llamado especialmente la atención la cantidad de informaciones que maneja, lo bien que están explicadas y lo sugerente de sus diversas conclusiones.
La segunda parte se inicia con un par de capítulos más teóricos que son muy interesantes, pero más para estudiar que para leer porque explican los diferentes mercados de materias primas y no resulta fácil su comprensión. Luego, pasa a una defensa de la política china con respecto a los recursos y a varias críticas a la de los Estados Unidos. Estos dos hechos son muy interesantes porque provienen de una experta en economía (Oxford y Harvard) nacida en Zambia, pero que desarrolla su trabajo precisamente en los Estados Unidos.
Creo que estamos ante un libro muy recomendable para todos los interesados por la marcha del mundo y el futuro. La información estadística es apabullante y está muy bien presentada. Además, se trata de un tratamiento del tema muy ágil, crítico y desde una posición que puede sorprender y que tiene algunos elementos de lo que hace años se llamaba “tercermundismo”.
 
Dambisa Moyo, El ganador se queda con todo. La fiebre china por el control de los recursos naturales y lo que supone para el mundo

Otro buen descubrimiento




En este caso el descubrimiento se lo debo a un regalo por las fiestas navideñas. No conocía tampoco al autor a pesar de haber sido publicado por una editorial a la que seguía con mucha asiduidad, seguramente se debe a mi abandono de la literatura anglosajona.
Como en el caso de la novela comentada ayer en el blog, también aquí se trata de una obra corta, 157 páginas y pequeño formato, pero muy completa por los temas que es capaz de abordar en tan poco espacio como son: la paternidad, la familia (en su versión de relaciones padre-hijo tan típicas del cine y la literatura estadounidenses) o la religión católica.
Contada de forma magistral en el más puro lenguaje realista y con toques sentimentales y tiernos. Contiene momentos espléndidos como el viaje en tren del protagonista (de nombre John Fante aunque no se trate de nada autobiográfico) y su padre o el capítulo dedicado a la doctrina católica.
Novela en suma muy entretenida, que se lee de un tirón y muy sugerente por los temas que plantea.
Por lo que parece el autor es uno de los iniciadores del “realismo sucio” y también un escritor muy irónico, pero no desde luego en esta novela.
Dejo aquí un interesante enlace donde se comenta con detenimiento la obra en general de Fante y esta novela en particular.
 John Fante, Llenos de vida