Literatura
Fue en la
compañía G donde me di cuenta de que las novelas podían ser más que cuentos
para entretener y emocionar. También podían transmitir sabiduría y asomarse a
los recovecos más profundos de la conducta humana.
Edward
Bunker, La educación de un ladrón
Lectura
Había
pasado buena parte de la infancia y de la juventud encerrado en una celda con
un libro. Lo que pensaba del mundo era el reflejo de lo que había leído: la
lectura llenaba el vacío que normalmente se reserva a la familia y a la
comunidad.
Edward
Bunker, La educación de un ladrón
Leer,
lectura
Deberíamos leer menos, afirmó Z. con mal humor. A su
modo de ver, leer era una mala costumbre, tan perjudicial para la salud como el
tabaco. “Si me hubiera dedicado a pensar en lugar de hojear libros o incluso
periódicos”, prosiguió, “probablemente me habría vuelto más inteligente.”
H.M. Enzensberger,
Reflexiones del señor K. o migajas que dejaba caer, recogidas por sus oyentes
Dinero
El dinero era como el estiércol: no era bueno a no
ser que se esparciera.
H.M. Enzensberger,
Reflexiones del señor K. o migajas que dejaba caer, recogidas por sus oyentes
Riqueza
Quizá lo que deberíamos hacer es sencillamente
abandonarlos a su riqueza, a esos imbéciles que necesitan a toda costa poseer
el yate más grande del puerto.
H.M. Enzensberger,
Reflexiones del señor K. o migajas que dejaba caer, recogidas por sus oyentes
Crítica
La tendencia a quejarse sobre cualquier cosa,
afirmó, era comprensible. Uno apenas podía salir de casa sin encontrar un
montón de razones para ello.
H.M. Enzensberger,
Reflexiones del señor K. o migajas que dejaba caer, recogidas por sus oyentes