Mi primera aproximación a Vasili Grossman tuvo lugar, de forma indirecta, a través de un libro del historiador A.Beevor en el que comentaba las crónicas que, sobre la batalla de Satlingrado, había escrito Grossman. Desde entonces, se ha publicado una parte importante de su obra con gran éxito de ventas. Un poco abrumado por el tamaño de su Vida y destino, su mejor obra según los críticos, he preferido iniciarme con la lectura del que fue su último escrito, Todo fluye. Aunque aparece catalogado, y así lo mantengo, como novela, no se trata realmente de eso. Hay un protagonista en varios de sus capítulos pero que desaparece en muchos otros para dejar paso a la descripción descarnada de distintas facetas de la época de Stalin. El capítulo dedicado a la hambruna me parece especialmente logrado y duro. Tras su lectura se tiene la impresión de haber asistido a un testamento ideológico de alquien que tuvo que sufrir, y mucho, en aquella época. Libro muy recomendable tanto por su escritura como por su mensaje.
Vasili Grossman, Todo fluye
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