Mostrando entradas con la etiqueta Marruecos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Marruecos. Mostrar todas las entradas

lunes, 2 de diciembre de 2019

Nuestro vecino del sur



De los tres países vecinos que tiene España, solo se suele tener información de lo que sucede en Francia, mientras que tanto Portugal como Marruecos apenas aparecen en nuestros medios. En el caso del segundo suele suceder cuando hay algún “salto” en Ceuta o Melilla, es decir, siempre relacionado con el tema de la inmigración. Por ello, resulta especialmente interesante que se publican libros como este que, además, está escrito por un gran conocedor del país por su puesto como corresponsal en Rabat de la Agencia EFE.
Para la elaboración del libro se ha basado en su experiencia adquirida por los muchos años de presencia en el país y en la utilización en muchas ocasiones de ejemplos concretos, sobre todo cuando se refiere a los aspectos represivos del régimen.
El libro está dividido en 15 capítulos de los que casi la mitad están dedicados a contar la situación de la mujer (virginidad, concubinato, aborto, trabajo,…); luego hay dos sobre la religión y uno para: el rey, el sistema político, el “moqadem”, (funcionario que se encarga del control social), el Sáhara, el uso de las diferentes lenguas y los problemas de la relación con España.
Como se puede apreciar, Otazu privilegia los aspectos sociales y de mentalidad por encima del resto, lo que se agradece porque es lo que puede resultar más interesante y desconocido. A mí particularmente me han llamado la atención dos temas muy concretos: por un lado, la situación de los cristianos marroquíes y, por otro, la compleja situación lingüística. Obviamente, lo que deja peor cuerpo de la lectura del libro es la situación de la mujer, tremendamente vejatoria, y que no ha cambiado demasiado con la llegada del nuevo monarca a pesar de que así nos lo han vendido en las pocas ocasiones en que se menciona el tema. Otazu cita en varios momentos el libro que Leila Slimani dedicó al sexo en Marruecos que comenté en el blog hace algo más de una año y que ya me pareció que reflejaba una situación bastante tremenda para las mujeres.
El siguiente fragmento recoge alguna de las cosas que he mencionado:

“Como me dijo irónicamente el activista rifeño pro derechos humanos Chakib Khiyari, él mismo también vecino de Nador, “en Marruecos besar a una mujer en público sale más caro que pegarle.” (p 88)

En el capítulo que dedica a las relaciones con España, aparece el siguiente apartado: El “lobby” marroquí en España se llama PSOE, que podría resultar sorprendente si no fuera porque ya es difícil sorprenderse con algo de ese partido.
En fin, un libro muy recomendable porque nos acerca a la realidad de un país del que apenas nos separan 14 kilómetros de agua, aunque sí que hay una gran diferencia de renta y también de mentalidad.
Hay una buena entrevista de Kim Amor con el autor en elperiodico.com.

Javier Otazu, Marruecos, el extraño vecino.

viernes, 16 de marzo de 2018

La vida sexual en Marruecos




Parece mentira que los dos países que tenemos más cerca como son Marruecos y Portugal (creo que la primera ciudad francesa está algo más lejos, pero si no es igual) sean tan perfectamente desconocidos por la mayoría de los españoles.
Por eso al encontrarme con este libro, que además está escrito por alguien de quien recientemente leí una magnífica novela, me interesó de inmediato. El subtítulo recoge perfectamente su contenido. Se trata de describir y analizar la situación de las relaciones sexuales en Marruecos y por sus características, de la mujer en y ante ellas.
Slimani utiliza en su libro todo tipo de recursos: legislación, opiniones de especialistas sean médicos o sociólogos, datos de diferentes aspectos de la realidad, artículos de revistas pero sobre todo y muy especialmente varias entrevistas con mujeres.
La realidad que se refleja en el libro es bastante penosa por lo que hace a la situación de la mujer ante el sexo. Baste un ejemplo: persiste de forma muy generalizada la necesidad de la virginidad para acceder al matrimonio, virginidad que en algunos casos hay que demostrar con la presentación de un certificado. Esta necesidad lleva a que sean relativamente habituales las operaciones de reconstrucción del himen.
Todos los capítulos son muy interesantes, pero a mí me han parecido muy útiles dos: aquel en el que una doctora en teología da una interesante versión sobre la sexualidad y la mujer en el islam y, por otro lado, el que dedica a una entrevista con un sociólogo especializado en el tema que resume muy bien todo lo que sucede.
Evidentemente, los que recogen las entrevistas con las mujeres son la base del libro y son a veces duros de leer pues hay malos tratos, violaciones en el matrimonio o antes, comportamientos machistas de todo tipo, falta de apoyo familiar, etc. Elementos todos fruto de una sociedad poco evolucionada que, además, en los últimos tiempos está más influenciada por la religión que antes.
No obstante, Slimani ve que se están produciendo algunos cambios sobre todo en las grandes ciudades. De hecho varias de las entrevistas con mujeres son con profesionales que habitan en Rabat o Casablanca, mujeres que han empezado a vivir una vida liberadas de las anteriores ataduras aunque no están exentas aún de dificultades. Se echa de menos en el libro la presencia de mujeres del mundo rural cuya situación debe de ser más problemática.
Las siguientes palabras de la autora reflejan muy bien su postura ante este tema:

“Hoy creo que lo único que importa es la legitimidad de lo que defiendo. Me baso en unos valores universales y rechazo absolutamente la idea de que la identidad, la religión o cualquier otro legado histórico despojen a los individuos de unos derechos que son universales e inalienables.” (p. 149)

Un libro muy recomendable porque nos acerca a realidades próximas pero muy desconocidas. Además, Slimani demuestra gran valentía al enfrentarse como lo hace a un tema tan complicado.
Hay una interesante reseña de sfqu en literafrica.wordpress.com.

Leila Slimani, Sexo y mentiras. La vida sexual en Marruecos. Traducción Malika Embarek López.