viernes, 30 de marzo de 2018

La crisis catalana




Hace apenas dos meses que comentaba La superioridad moral de la izquierda, el último libro del autor que ha sido criticado con bastante dureza que se va a quedar muy corta para la que le espera por esta nueva aportación al debate sobre la situación política de nuestro país.
Sánchez-Cuenca divide el texto en tres capítulos y un breve Epílogo. En el primero hace una serie de aclaraciones sobre los conceptos de nación y nacionalismo. En el segundo plantea el interesante tema de quién constituye el demos y luego lo aplica a los casos de los conflictos vasco, con el plan Ibarretxe, y catalán, con la reforma del Estatut.. En el tercero se centra en el debate entre legalidad y democracia para lo que analiza en detalle la situación del sistema  judicial. Finalmente, en el Epílogo plantea  una posible salida del conflicto catalán.
La idea central del libro queda bien resumida en el siguiente fragmento:

“(…) en no pocas ocasiones la democracia se ha definido en el debate político como el cumplimiento de la legalidad, confundiéndose democracia con Estado de derecho. (…) La democracia es también un ideal de autogobierno colectivo en virtud del cual consideramos que las decisiones políticas deberían basarse en las preferencias de los ciudadanos.” (p. 15)

A partir de ahí, quién constituya el demos, base de esa democracia, es fundamental como también lo es cómo se pueda modificar la legalidad. En este sentido está claro que tal y como está planteada en España la reforma constitucional y en referencia a Cataluña:

“Según nuestro Tribunal Constitucional, a los catalanes favorables a la independencia no les queda otra salida que la resignación, pues la única manera que tienen para conseguir sus fines pasa por el procedimiento agravado de enmienda constitucional: en la medida en que los diputados catalanes son una minoría permanente en el Congreso de los Diputados, es evidente que nunca podrán ver satisfecha su demanda, aun si el apoyo a la independencia fuera el cien por cien de Cataluña.” (p. 135-136)

Además, si como está sucediendo se deja en los jueces la solución de un problema cuya base es política, hay que tener en cuenta que:

“Los datos comparados que he ofrecido son ciertamente contundentes. España aparece en todos los casos, ya sea en la opinión pública o en una muestra de jueces, en la peor posición en Europa occidental en cuanto a  independencia judicial se trata.” (p. 179)

En estos fragmentos ya se ve claramente cuál es la posición del autor. Una postura que es difícil encontrar en los análisis que se leen habitualmente en la prensa salvo en medios digitales como eldiario.es o infolibre.es porque, una vez más,  en palabras de Sánchez-Cuenca:

“La crítica al desarrollo judicial de la crisis catalana ha sido tenue. Una parte importante de la sociedad civil parece más interesada en que los líderes independentistas paguen por lo que han hecho que en proteger la democracia. No se ha activado un debate vigoroso sobre los límites de la  actuación judicial ni, más en general, sobre la respuesta del Estado a la crisis constitucional. Las pocas voces que se han podido sentir han quedado rápidamente silenciadas ante el atronador discurso del nacionalismo español.” (p. 180)

A todo lo dicho hay que añadir la demostración de la existencia de un nacionalismo español que ha resurgido con la crisis catalana. Reproduce textos de  algunos “intelectuales” muchos de los cuales ya aparecían citados en La desfachatez intelectual, otro reciente libro del autor que también le supuso fuertes críticas hasta el punto de llegar a hacer una nueva edición en la que ampliaba el texto para responder a estas.
Tengo que decir que estoy plenamente de acuerdo con prácticamente todo lo que se dice en el libro salvo quizá con la siguiente afirmación:

“Los  que tienen un sentimiento de pertenencia a la nación española aceptan tomar decisiones colectivamente, tener unas instituciones comunes y pagar impuestos para el sostenimiento del Estado; asimismo, comparten unas referencias históricas, tienen una lengua común, el castellano o español, y muchos de ellos sienten apego por los símbolos nacionales.” (p. 79)

Yo acepto todo lo que se dice y no tengo ningún sentimiento de pertenencia. Creo que uno de los más graves errores que se cometen cuando se analiza el tema del nacionalismo es el no saber distinguir con claridad lo que supone y significa tener una identidad determinada  de lo que es simplemente considerarse ciudadano de un estado y, por lo tanto, aceptar sus leyes y estar dispuesto a cumplir determinados compromisos sin que ello implique ningún tipo de identificación. Seguramente no somos muchos los que pensamos así, pero también estoy seguro de que vamos creciendo en número.
Sánchez-Cuenca ha vuelto a escribir un libro que no dejará indiferente a nadie y que, seguro, hará las delicias de sus detractores que pueden llegar al éxtasis, y alguno es posible que hasta el orgasmo, ante unos análisis que les parecerán terribles porque buscan la solución de un problema político por medios políticos y sin que suponga la masacre del adversario.
Todo en el libro es interesante, pero a mí particularmente me ha aclarado muchas cosas todo lo que hace referencia al Tribunal Constitucional sobre todo cuando analiza el diferente comportamiento en sus decisiones cuando se trata de ceder soberanía hacia fuera, a la UE, o hacia dentro, a alguna Comunidad Autónoma, o también en la comparación que establece con el TC de Canadá.
Un libro de recomendable lectura si se quiere entender mejor hacia dónde va la democracia en nuestro país si sigue por el mismo camino que hasta ahora en el tema catalán. Además, escrito por alguien que se sale del discurso mayoritario y casi exclusivo en los medios tanto a la hora de establecer culpabilidades, como a la de buscar soluciones; que no tiene reparo en discutir con quien haga falta y en meterse con quienes tienen la facilidad de arrasar con sus discursos en la gran mayoría de los medios; que muestra, en fin, una cualidad no demasiado común en nuestra “clase” intelectual que es la valentía y la independencia.


Ignacio Sánchez-Cuenca, La confusión nacional. La democracia española ante la crisis catalana.


miércoles, 28 de marzo de 2018

Vuelve Romain Gary



Este es el séptimo libro que aparece en el blog de Gary desde que descubrí a este estupendo escritor francés de origen lituano en 2010. De vez en cuando distintas editoriales van publicando el conjunto de su obra y así nos van permitiendo conocer gran parte de ella. Hay que tener en cuenta que se trata de un autor que obtuvo dos veces el Premio Goncourt, algo inusual pues no está permitido pero es que la segunda vez se presentó con un seudónimo que utilizaba con relativa frecuencia.
Sus libros suelen tratar temas originales y presentar protagonistas bastante peculiares. En este caso, una aristócrata inglesa, Lady l., le cuenta a un interlocutor episodios relevantes de su vida. Conocemos así sus primeras vivencias con su padre anarquista, su posterior dedicación a la prostitución hasta que conoce a Armand, un militante anarquista dedicado al uso de la violencia, con el que tendrá una apasionada relación amorosa, posteriormente llegará a la aristocracia gracias al matrimonio.
Como dice Montuenga en unlibroaldia.blogspot.com:

“El conjunto de confidencias está repleto de ironía, sátira política y social, repaso a vuelo de pájaro de algunos acontecimientos históricos, reflexión sobre la idiosincrasia del ser humano, pero sobre todo es una divertida reflexión sobre la naturaleza engañosa de las apariencias.”

Algunos ejemplos de esa ironía y sátira pueden ser los siguientes fragmentos:

“- Cariño, robemos al bueno de Dicky, pero guardemos al menos una parte para nosotros. ¡Tengo tantas ganas de viajar! India, Turquía… Solo un añito, Armand. Después volveremos y cambiaremos el mundo. Pero antes querría verlo, mientras siga siendo tan hermoso…” (p.86) (Palabras de Annette, la posterior Lady L., a su amante)

“El mecanismo de la bomba colocada en el palco real no funcionó y Umberto tuvo que esperar a 1900 para que lo asesinaran. Annette, por lo demás, había descubierto en aquella época cierta inclinación por los reyes y lamentaba que no hubiera más de ellos. Comprendía perfectamente que hiciera falta matar a uno de vez en cuando (…)” (p. 105)

“-Te he dicho que no importa. Cuando te desnudabas para entregarte al cliente, no causabas gran daño… No es nunca cuando se quitan los calzones cuando los hombres hacen daño… Eso no es más que la moral burguesa. No, para sus auténticas cochinadas la gente se viste. Se ponen incluso un uniforme o un chaqué. Nadie hace un gran daño con el culo al aire…” (p. 143) (Palabras de Armand a Annette)

Se puede apreciar el fino sentido del humor del autor que es algo que atraviesa toda la novela hasta el final porque en la penúltima página nos podemos encontrar con esta última ironía:

“Los nietos de Armand han triunfado de una manera admirable. Imagínese, Anthony será pronto obispo, Roland es ministro de algo, James es director de la Banca de Inglaterra.” (p. 167) 
   
Profesiones que no están nada mal para los hijos de un anarquista que provocó multitud de atentados en los años finales del siglo XIX y primeros del XX.
Un libro muy divertido y, al mismo tiempo, muy interesante por cómo muestra los ambientes del anarquismo en la Francia de la época. Además, tiene una gran protagonista principal y unos buenos secundarios. Muy recomendable.
El único defecto está en la edición que se ha hecho con un interlineado que hace la lectura fatigosa.     
En 1965, solo dos años después de publicarse la novela, se hizo la adaptación cinematográfica dirigida por Peter Ustinov y con Sofia Loren como protagonista.                      

 Romain Gary, Lady L. .Traducción Gema Moral Bartolomé.

martes, 27 de marzo de 2018

El sistema jurídico y policial en México




Hace muy poco tiempo vi el  documental mexicano Presunto culpable que, rodado en 2009, cuenta la historia del juicio, condena y posteriores recursos de un inocente acusado de un delito de homicidio por un solo testigo y con un atestado policial realmente deplorable. El documental es magnífico y al mismo tiempo escalofriante al reflejar una realidad policial y jurídica que da mucho miedo. En el libro que ahora comento precisamente aparece mencionado en  la página 247.
Estaba pues preparado para enfrentarme a la lectura de esta monumental novela documental o novela de no ficción, que son las dos formas con las que denomina Volpi a su trabajo. Monumental en más de un sentido; por un lado, por su tamaño cercano a las 500 páginas en un formato de libro grande pero, sobre todo, por el inmenso trabajo de documentación e investigación que ha realizado el autor para poder contarnos esta apasionante historia.
Dos personas, Israel Vallarta y Florence Cassez, esta ciudadana francesa, son detenidas y acusadas de varios secuestros. A partir de ahí empezarán los atestados policiales y las declaraciones de los secuestrados que irán variando a lo largo del tiempo en una instrucción que se dilatará por años. Lo mismo sucederá con las declaraciones de los policías que procedieron a la detención. En definitiva, todo un mundo de contradicciones, mentiras o medias verdades, acusaciones sin demasiado fundamento, creación de bandas criminales inexistentes, etc., elementos todos de una verdadera pesadilla.
En medio de todo este proceso se producirá la intervención del propio presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy, ante Felipe Calderón, su homólogo mexicano, solicitando el cumplimiento de la condena de la súbdita francesa en su propio país lo que dará origen a una serie de enfrentamientos que son una buena muestra de los comportamientos de algunos políticos.
Creo que es mejor no contar nada más de la trama pues tiene interés ir descubriendo poco a poco cómo se van desarrollando los acontecimientos en una historia que, más allá de la culpabilidad o no de los detenidos, lo que demuestra es el tipo de policía y de justicia que existe en ese país -o al menos que existía, pues la detención se produjo en 2005 aunque aún colea el juicio-.
Volpi, cuyo libro no deja de ser una denuncia desde las primeras páginas, no se cansa de hacer críticas explícitas en muchos momentos de lo que son buena muestra los dos siguientes fragmentos:

“(…)  en el fondo, él (se refiere a Israel Vallarta) no es sino uno más de los miles de mexicanos que han sufrido abusos por parte de las autoridades y han sido víctimas –sí, víctimas- de la corrupción y la desvergüenza de quienes les han impedido tener un proceso justo.” (p. 211)

 “Me parece difícil hallar un momento más aciago en esta historia plagada de engaños y abusos de autoridad: el instante en que, impuesta la razón de Estado, a un montaje se le suma otro y, para satisfacer al presidente, el gobierno mexicano utiliza todo su poder contra una sola familia.” (p. 277) (Es la familia Vallarta en sentido amplio)

Hay momentos en que, sobre todo al principio, me ha costado seguir los hechos por la existencia de muchos personajes a pesar de que al final del libro se relacionan todos ellos de forma agrupada facilitando mucho la labor del lector; gracias a esto pronto he podido recuperar la historia teniendo en cuenta, además, que Volpi es un narrador realmente extraordinario, hace avanzar la historia a un ritmo constante y con el lenguaje adecuado a cada situación y cada personaje. (Eso sí, como advierte en una nota final, ha adaptado las declaraciones para evitar usos incorrectos de los tiempos verbales y duplicaciones innecesarias).
El libro obtuvo el Premio Alfaguara de novela hace una par de meses y entre otras apreciaciones del Jurado destaco la siguiente:
“Rompiendo con todas las convenciones del género, el autor coloca al lector y a la realidad frente a frente, sin intermediarios. En esta historia, el narrador es tan solo el ojo que se pasea sobre los hechos y los ordena. Su mirada es la pregunta, aquí no hay respuestas, solo la perplejidad de lo real.”
Un libro absolutamente recomendable tanto por su tema como por su magnífica escritura.

Jorge Volpi, Una novela criminal.

lunes, 26 de marzo de 2018

La Casa Blanca de Trump



Es necesario iniciar este comentario planteando una, al menos aparente, contradicción. Estamos ante un texto interesante y al mismo tiempo prescindible. Interesante, porque todo lo que arroje alguna luz sobre el funcionamiento de la política en los Estados Unidos lo es al tratarse no solo del principal país del mundo, sino también del que más influencia tiene sobre todo lo que nos sucede en distintos ámbitos de la vida. Pero, decía, prescindible por dos razones: por un lado, porque es excesivamente prolijo y detallista en unas informaciones que, dadas de esa forma, pueden interesar a los especialistas sean politólogos o periodistas, pero bastante menos a un simple lector que quiera estar más o menos informado; además, por otra parte, quien haya visto la serie de televisión House of Cards está ya al cabo de la calle de las innumerables intrigas palaciegas que se producen en la Casa Blanca en la ficción, así que al encontrárselas en un libro como este no descubren nada nuevo. Eso sí, de los dos presidentes que aparecen en dicha serie no creo que se pudieran decir cosas como las que Wolff recoge. Así:

“(…) parecía que no sabía nada. Sencillamente no había ningún tema del que tuviera algún conocimiento sustancial.
(…)
Trump, el hombre de negocios, ni siquiera era capaz de leer un estado de cuentas.”.(p.42)
Para Steve Bannon, la única virtud de Trump era ser un macho alfa.” (p. 43)
“No tenía escrúpulos” (p. 44) (Aquí sí podría coincidir con los de la serie.)
En el nivel más básico, sencillamente era incapaz de relacionar causa y efecto. (p.45)

Estos son algunos de los ejemplos de la caracterización que de Donald Trump se hace en el libro. Ahora bien, no solo él sale mal parado. Veamos qué se dice, por ejemplo, de un alto cargo como Stephen Miller, encargado nada menos que de la OE (Orden Ejecutiva) sobre inmigración.

 “(…) al margen de ser un ultraconservador entregado a la causa, no estaban claro en qué consistían sus habilidades. Se suponía que escribía discursos; sin embargo, parecía limitarse a enumeraciones esquemáticas y era incapaz de construir oraciones; se suponía que era consejero político, pero no sabía casi nada de política; se suponía que era el intelectual de la casa, pero era un inculto militante; se suponía que era un especialista en comunicación, pero se llevaba mal con casi todo el mundo. Durante la transición, Bannon lo mandó a consultar internet para que aprendiera algo e intentar redactar el borrador de la OE.” (p. 95)

Como se ve, Wolff es duro en sus apreciaciones. Quizá el personaje que mejor parado sale es Steve Bannon, el jefe de estrategia que, al menos, aparece como alguien bien formado aunque evidentemente tan manipulador como casi todo el resto de los comparecientes.
¿Exageración? ¿Búsqueda del negocio con la venta de ejemplares del libro? Desconozco totalmente quién es Michael Wolff y qué tipo de periodismo hace, pero queda claro que es alguien precavido y que cuida las consecuencias de lo que dice. Así, en el capítulo de Agradecimientos se puede leer:

“La lectura de tus textos puede ser como una visita al dentista. No obstante, en mi dilatada experiencia, no hay un abogado de pleitos por difamación más capaz con los matices, la sensibilidad y la estrategia que Eric Rayman. Una vez más, ha sido un gran placer.” (p. 401)

Parecen precauciones lógicas cuando se escriben cosas como las siguientes:

“En el Despacho Oval, delante de su padre, Bannon atacó abiertamente a Ivanka. “Tú –dijo señalándola mientras el presidente miraba- eres una puta mentirosa.” Las amargas quejas de la hija ante su padre, que en el pasado habían servido para rebajar a Bannon, ahora se encontraban con que Trump se quedaba al margen: “Ya te dije que Washington era un sitio duro, nena.”” (p. 305)

“(…) la mayoría de los altos cargos creían que lo único positivo de formar parte de la Casa Blanca de Trump era poder ayudar a evitar que sucediera lo peor.” (p. 391)

En fin, como se ve un texto que ofrece oportunidades para la diversión siempre que uno no sea un partidario de Trump. 
A mí particularmente me ha interesado ver las diferencias que pueden existir entre distintos sectores de la derecha, aunque no siempre sea fácil apreciarlas. En este sentido resulta muy útil la parte dedicada a explicar las que existen entre Bannon, Priebus (el jefe de gabinete) y Jared Kushner, el yerno del presidente. También ver cómo se manifiestan en la visión que tienen del conflicto de Afganistán.
Desde otro punto de vista hay que decir que se habla mucho, realmente todo, de los problemas internos en la Casa Blanca  y casi nada de lo que pueda estar haciendo la actual administración hacia afuera. Hay que tener en cuenta que el libro recoge desde las elecciones hasta más o menos el mes de septiembre de 2017. Además, esa dedicación tan hacia adentro es a veces difícil de seguir por el desconocimiento de muchos de los personajes que pasan por sus páginas.
¿Un libro recomendable? Me resulta difícil responder. Depende del interés que se tenga por el tema tratado de la forma en que he intentado explicar que se hace.




Michael Wolff, Fuego y Furia. En las entrañas de la Casa Blanca de Trump. Traducción Varios autores.

viernes, 23 de marzo de 2018

Citas últimas lecturas



Neoliberalismo

El neoliberalismo es un conjunto de ideas muy rentables, y por eso a veces soy un poco reacia a describirlo como una ideología. Lo que es, en el fondo, es una justificación de la codicia.
Naomi Klein, Decir no no basta



Vejez, edad

-¿No te da asco envejecer? La idea de que la carne se afloje, de que seremos cada vez más débiles y blandos, cada vez menos dueños de nosotros mismos.
-Basta con aceptarlo.
-Sí, pero es horrendo. A mí me da miedo.
Giorgio Fontana, Por ley superior



Lectura, libros

En su gran salón, mi mirada se sintió atraída de inmediato por la biblioteca de obra que cubría por entero una de las paredes. Nunca había visto tantos libros juntos. Del suelo al techo.
-¿Ha leído usted todos esos libros? -le pregunté.
-Sí. Algunos incluso varias veces. Ellos son los grandes amores de mi vida. Me hacen reír, llorar, dudar, reflexionar. Me permiten evadirme. Me han cambiado, han hecho de mí otra persona.
-¿Un libro puede cambiarnos?
-Por supuesto, ¡un  libro puede cambiarte! E incluso cambiar tu vida. Como un flechazo. Y nunca se sabe cuándo tendrá lugar ese encuentro. No hay que fiarse de los libros, son genios dormidos.”
Gaël Faye, Pequeño país



Lectura

(…) los lectores aprenden a ponerse en la piel del otro a través de los personajes de las narraciones; la actitud empática que surge de la lectura contribuye decisivamente al desarrollo de un sentido más profundo de la justicia.
Ignacio Sánchez-Cuenca, La superioridad moral de la izquierda



Amor

-Estar enamorado es como ir en un crucero, creo yo. No está mal si se navega por mares tranquilos. Pero cuando las aguas se agitan, es fácil empezar a sentirse muy mal. De hecho, es asombroso lo rápido que puede ocurrir.
Philip Kerr, La dama de Zagreb

jueves, 22 de marzo de 2018

Biografiando a sus padres



Desde que hace más de veinte años leí El día de la Independencia Ford se ha convertido en uno de los escritores de los que más libros he leído -creo que el que hoy comento hace el número nueve-, si bien es cierto que muchos han tenido que esperar a los tres últimos años en que, tras le lectura de Canadá, retomé el gusto por la escritura de este autor.
Por eso cogí con gran placer y elevadas expectativas este nuevo libro que, muy lejos de sus anteriores trabajos, consiste en una especie de biografía de sus padres o, para ser más exactos, de la relación de Ford con ellos. Escribió hace treinta años la parte correspondiente a la madre a raíz de su muerte en 1981, y ha escrito recientemente la parte del padre aunque este murió prematuramente en 1960 cuando al autor tenía solo dieciséis años. En la edición sin embargo aparece primero la parte del padre porque Ford ha querido que se correspondiese más con su propia cronología.
Coincido con el autor en una par de datos biográficos que, creo, explican en parte el impacto que me ha causado su libro: soy también hijo único de padres algo mayores para lo habitual en la época (el autor es solo cinco años mayor que yo) y, además, soy padre muy tardío de otro hijo único.
Cuando hablo de impacto me refiero a las emociones que me ha provocado sobre todo la parte dedicada al padre, más allá de que no se parezca nada al mío ni su relación a la mía, pero me ha conmovido en muchos momentos y, sobre todo, me ha dado elementos para repensar la relación con mi hijo.
La parte que se refiere a la madre también me ha impresionado, pero por lo dicho algo menos.
Evidentemente, en todo ello juega un papel fundamental la escritura de Ford pues los mismos temas en otras manos no habrían sido lo mismo. 
Como escribe Cheryl Strayed en The New York Times Book Review y que reproduce elcultual.com:

“Es a través de este deseo innato de conocer, unido al excepcional talento como maestro de la prosa de Ford, como estas dos personas corrientes se vuelven vívidas y vitales a nuestros ojos en las páginas del libro. Las descripciones y los exámenes de sus progenitores antes y después de que él naciese -sus costumbres y sus modales; sus heridas y sus silencios; sus discusiones y sus placeres- ofrecen una clase magistral de desarrollo de los personajes y economía narrativa.” 

Un buen ejemplo de este tratamiento de los personajes lo podemos encontrar en estas líneas que dedica a su padre:

“El genio de mi padre llegó a ser un rasgo de su carácter que hube de aprender de primera mano. Un hombre puede ser cortés, afable y tímido sin por ello dejar de tener sus arrebatos.
(…)
No tenía hobbies ni practicaba ningún deporte, y nada acaparaba su interés o su entusiasmo salvo el trabajo y nosotros”. (p.61)

 y un poco más adelante continúa:

“No puedo recordar a mi padre enseñándome muchas cosas de forma explícita a lo largo de los años (…) No me llevaba al cine ni a la piscina. No me hablaba de sexo, ni de chicas, ni de religión, ni de sus preocupaciones, ni de asuntos de actualidad ni de política (…) (p. 63)

Un libro muy recomendable para cualquiera e imprescindible para los seguidores de uno de los mejores escritores estadounidenses vivo.

Richard Ford, Entre ellos. Traducción Jesús Zulaika.

lunes, 19 de marzo de 2018

Cierto agotamiento





Hace prácticamente un año hacía la entrada en el blog del último libro que había leído de Bove con las siguientes palabras: 
“Quinto libro de Bove traducido y quinto leído. En muy poco tiempo se están publicando los libros de este gran escritor francés, desaparecido en 1945, lo que significa que está teniendo una buena acogida, algo nada extraño por lo original de su obra y su estilo.
Esta que comento hoy es quizá la que menos me ha gustado porque, aunque tiene las características típicas del autor y la historia que cuenta sea lo menos importante, me ha parecido que en este caso la historia es demasiado simple y poco creíble."
Pues bien, si me autocito, algo que realmente no se debe hacer, es porque puedo repetir las mismas palabras con solo cambiar quinto por sexto.
Esta vez me entregué a la historia de ese enigmático protagonista, Maurice Lesca, porque como es habitual en sus historias Bove va creando cierto suspense por lo extraño de los comportamientos y de las relaciones. En este caso Lesca, ha abandonado su matrimonio, su trabajo de médico y malvive junto a su hermana Emily pidiendo dinero a conocidos que luego no devuelve. Tiene una relación amistosa con la dueña de una papelería-librería a la que visita casi a diario y que luego tendrá cierta importancia en el desarrollo de la trama, si es que de trama se puede hablar en esta novela. Estos son los tres principales y casi únicos personajes. Tres seres bastante solitarios y desde luego no muy felices.
Del protagonista se dice:

“Todo aquello en lo que se embarcaba Lesca, incluso cuando su objetivo era absolutamente desinteresado, se acababa volviendo contra él.” (p. 100)

Y un poco más adelante dice el mismo Lesca algo con el mismo sentido:

“¡Soy un pobre imbécil! Cuando doy algo, la forma que tengo de hacerlo es tan rara que la gente no sabe si aceptarlo, se pregunta por qué lo doy.” (p. 101)

El problema es que la novela apenas avanza a lo largo de sus 202 páginas y que sobre todo en su último tercio resulta bastante reiterativa con unos diálogos entre Lesca y su hermana Emily pesados y un tanto aburridos.
Como dice la editorial en la contraportada: “Farsante o enfermo, iluminado o estafador, no se sabe quién es verdaderamente Maurice Lesca, su protagonista.” Algo que pasa a veces en las historias que cuenta Bove porque eso forma parte de su estilo y al mismo tiempo también del interés que despiertan sus libros, pero creo que en este caso es excesivo el misterio y pocas las luces para penetrarlo.
Evidentemente, la escritura es la típica de este gran escritor y en el fondo los temas también: soledad, desarraigo, dificultades para lograr la felicidad, atmósferas opresivas, etc., pero, en mi opinión, menos logrado todo que en anteriores libros. 


Emmanuel Bove, Un hombre de talento. Traducción  Mercedes Noriega Bosch.


domingo, 18 de marzo de 2018

Artículos interesantes

En una semana como la que ahora termina es ineludible recomendar artículos que salgan al paso de las declaraciones y manipulaciones de los dos partidos que respaldan al gobierno, por eso  las recomendaciones van en ese sentido. De hecho es prácticamente un monográfico por el tema e incluso por la fuente.

Carlos Elordi desde el título ya indica por dónde van sus reflexiones. Me quedo con esa palabra tan clara: indecencia. (eldiario.es)

Rosa María Artal hace un repaso muy completo de los últimos acontecimientos. (eldiario.es)

Esteban Ordóñez se centra en la polémica sobre la prisión permanente revisable (¡qué magnífico eufemismo!). (ctxt.es)

Elisa Beni escribe un magnífico artículo sobre el tema de la semana. (eldiario.es)

viernes, 16 de marzo de 2018

La vida sexual en Marruecos




Parece mentira que los dos países que tenemos más cerca como son Marruecos y Portugal (creo que la primera ciudad francesa está algo más lejos, pero si no es igual) sean tan perfectamente desconocidos por la mayoría de los españoles.
Por eso al encontrarme con este libro, que además está escrito por alguien de quien recientemente leí una magnífica novela, me interesó de inmediato. El subtítulo recoge perfectamente su contenido. Se trata de describir y analizar la situación de las relaciones sexuales en Marruecos y por sus características, de la mujer en y ante ellas.
Slimani utiliza en su libro todo tipo de recursos: legislación, opiniones de especialistas sean médicos o sociólogos, datos de diferentes aspectos de la realidad, artículos de revistas pero sobre todo y muy especialmente varias entrevistas con mujeres.
La realidad que se refleja en el libro es bastante penosa por lo que hace a la situación de la mujer ante el sexo. Baste un ejemplo: persiste de forma muy generalizada la necesidad de la virginidad para acceder al matrimonio, virginidad que en algunos casos hay que demostrar con la presentación de un certificado. Esta necesidad lleva a que sean relativamente habituales las operaciones de reconstrucción del himen.
Todos los capítulos son muy interesantes, pero a mí me han parecido muy útiles dos: aquel en el que una doctora en teología da una interesante versión sobre la sexualidad y la mujer en el islam y, por otro lado, el que dedica a una entrevista con un sociólogo especializado en el tema que resume muy bien todo lo que sucede.
Evidentemente, los que recogen las entrevistas con las mujeres son la base del libro y son a veces duros de leer pues hay malos tratos, violaciones en el matrimonio o antes, comportamientos machistas de todo tipo, falta de apoyo familiar, etc. Elementos todos fruto de una sociedad poco evolucionada que, además, en los últimos tiempos está más influenciada por la religión que antes.
No obstante, Slimani ve que se están produciendo algunos cambios sobre todo en las grandes ciudades. De hecho varias de las entrevistas con mujeres son con profesionales que habitan en Rabat o Casablanca, mujeres que han empezado a vivir una vida liberadas de las anteriores ataduras aunque no están exentas aún de dificultades. Se echa de menos en el libro la presencia de mujeres del mundo rural cuya situación debe de ser más problemática.
Las siguientes palabras de la autora reflejan muy bien su postura ante este tema:

“Hoy creo que lo único que importa es la legitimidad de lo que defiendo. Me baso en unos valores universales y rechazo absolutamente la idea de que la identidad, la religión o cualquier otro legado histórico despojen a los individuos de unos derechos que son universales e inalienables.” (p. 149)

Un libro muy recomendable porque nos acerca a realidades próximas pero muy desconocidas. Además, Slimani demuestra gran valentía al enfrentarse como lo hace a un tema tan complicado.
Hay una interesante reseña de sfqu en literafrica.wordpress.com.

Leila Slimani, Sexo y mentiras. La vida sexual en Marruecos. Traducción Malika Embarek López.

jueves, 15 de marzo de 2018

Memorias del primer tercio del siglo XX



Tengo que reconocer que estuve tentado de abandonar la lectura de este libro tras las 100 primeras páginas. No me estaba interesando demasiado lo que me contaba y, además, la mayoría de los personajes de los que hablaba me eran totalmente desconocidos, pero dado que Juan Bonilla inicia su Prólogo diciendo que se trata de un “gigante”, decidí darle otra oportunidad y seguí leyendo. No me arrepiento de ello aunque no sea uno de esos libros cuya lectura recomiende. Por cierto, este es el segundo libro que se traduce de una obra bastante considerable.
Se trata de algo parecido a una autobiografía del período comprendido entre 1914 y 1926. El núcleo central del libro, y para mí el más interesante, lo constituye su participación como oficial de artillería en la guerra. No es lo mejor que he leído sobre ese tema, pero tiene su interés porque lo hace de una forma un tanto original y con una mirada crítica.
Hablando de la guerra en general y de esa en particular se pueden poner estos dos extractos que reflejan muy bien el pensamiento del autor:

“Si sabe un poco de política quizás se pregunte: ¿Existe algún tipo de sociedad por la que merezca la pena morir, o arruinarse? ¿Debemos tomarnos en serio el Estado Soberano? ¿Hay alguna institución nacional tan meritoria, tan mora o intelectualmente válida, que merezca que, por norma, le ofrezcamos nuestras vídas?” (p. 285) (Subrayado en el original)

“Le dotaron de un nombre, de una identidad satírica, por decirlo de algún modo. Era “la Guerra para acabar con todas las guerras”; “la Guerra que haría del mundo un lugar seguro para la democracia”; “la Guerra que haría de Inglaterra el lugar idóneo donde pudieran vivir los héroes””. (p. 314)

Además de estas memorias del tiempo de la guerra, Lewis habla bastante de literatura y en las dos últimas partes, de las cinco en las que está dividido el libro, es el tema central. Vemos así pasar por sus páginas a varios conocidos escritores con los que Lewis mantuvo relaciones, y sobre todo con los tres que él considera los mejores: Ezra Pound, James Joyce y T.S.Elliot. De estos tres cuenta principalmente la forma en que los conoció y entabló amistad.
De Lewis hace Bonilla en el citado Prólogo la siguiente semblanza:

“Desordenado, áspero, corrosivo, este autorretrato lleno de gente nos presenta a uno de esos artistas que en medio del océano de artistas y literatos de su época, supo ser una auténtica isla. Ir por libre le costó caro. Pero puede que haya llegado la hora de abandonar el purgatorio en el que el canon continental le ha mantenido, para asomar por fin su afilada lengua que nunca temió nada de ese lobby feroz que pretendió negarle su valor y su personalidad insólitos.” (p. 17)

En este texto apenas he encontrado ejemplos de esas características. Sí que es cierto que al relatar su encuentro con Bernard Shaw dice que fue un “acontecimiento insulso”, o también que en la primera parte pasa de hablar de la guerra a hacerlo de su novela Tarr o del pecado original, pero se trata de momentos muy puntuales.
En otro orden de cosas me ha resultado bastante curioso que dos de sus lecturas en el frente fuesen Proudhon y Marx.
Mención especial en esta edición merecen las notas a pie de página de  la traductora que facilitan bastante la lectura de algunos pasajes.
Como decía antes no es un libro que recomiende aunque tampoco me arrepiento de haber completado su lectura.
Hay un  interesante perfil del autor hecho por Julia Luzán en elpais.com.

Wyndham Lewis, Estallidos y bombardeos. Traducción Yolanda Morató.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Andamio

Esta vez no han pasado ni dos meses desde la anterior entrada sobre este tema. Estamos en plena temporada de cine y las series siguen siendo de lo mejor.


Películas



The Square. Original comedia en la se arremete contra el arte contemporáneo. Es casi una sucesión de escenas alguna, eso sí, demasiado larga.



El hilo invisible. Es de esas películas que si veo en casa me aburro, pero que en la pantalla grande termino por meterme en la historia y disfrutarla. Original relación amorosa.



The Killing of a Sacred Deer. Magníficas críticas que hablan de tragedia griega o de Buñuel. Película con un interesante inicio, pero que poco a poco va decayendo y se convierte casi en cine gore. No es el tipo de cine que me gusta, porque con lo “sobrenatural” se puede hacer cualquier cosa.



Call Me by Your Name. Tiene también unas magníficas críticas, pero en este caso sí coincido con ellas. Sensualidad (y sexualidad), emotividad, amor, deseo,… entre dos hombres con un tratamiento muy vital y con un ritmo pausado muy adecuado a lo que nos cuenta. Muy buenas interpretaciones.



La forma del agua. No es mi género favorito, pero reconozco que cuando la película la hace Guillermo del Toro suele gustarme. En este caso, más de lo habitual. Una historia tierna y sensible bien interpretada y con una fotografía muy especial.



Lady bird. Magnífica película. Los problemas de la adolescencia y las relaciones familiares sin maniqueísmos. Emocionante en algunos momentos y siempre muy veraz. Muy buenas interpretaciones y excelente guion.



Sin rodeos. Santiago Segura demuestra que ha aprendido a hacer cine. Otra cosa es que el resultado en este caso sea bastante irregular, porque los gags que más han hecho reír en la sesión en la que vi la película eran realmente los más “cutres”. Tiene aspectos destacables, pero creo que le pierden esos gags. Yo apenas he sonreído.



Series



Hinterland. Miniserie de la BBC de cuatro capítulos cada uno con un caso diferente. Lo mejor es que se desarrollan en Gales con lo que se nos da a conocer un mundo muy diferente del que vemos tradicionalmente en el cine británico. Además, la serie es bilingüe y hablan tanto en galés como en inglés.



This is us. Serie norteamericana que refleja la vida de una familia con dos hijos gemelos y otro adoptado el mismo día en que nacieron los otros. Momentos tiernos, emocionantes y también historias interesantes. De esas series que te apetece ver más de un episodio al día.


Buena conducta. Una serie estadounidense muy irregular por los excesivos giros del guion. Hay capítulos muy buenos y otros bastantes flojos. En todo caso es una serie original y entretenida. He visto las dos temporadas que hay y no creo que la siga en el futuro.


Bron/Broen. Cuarta y seguramente última temporada de una de las mejores series policiacas que ha dado la televisión. Una demostración más de lo bien que hacen estos temas los nórdicos. Esta vez muy centrada en los problemas de los policías protagonistas. Gran creación, una vez más, de la actriz sueca en el papel de Saga.


The Crown. Segunda temporada de esta serie británica que salvo dos o tres capítulos me ha resultado floja y muy edulcorada. Si en la primera la política tenía gran papel y eso la hacía interesante, aquí pasa a un segundo plano. Aunque la reina sale muy bien parada, en España sería impensable una serie así sobre la familia real.







martes, 13 de marzo de 2018

Otra vez Bernie Gunther



Tras su excursión por el mundo del fútbol al que ha dedicado las dos últimas novelas  de las que solo he leído la primera  (me ha bastado con una para darme cuenta de que me gustaba tanto como el fútbol, es decir, nada), vuelve el mejor Kerr con su gran creación, el detective/policía/chicoparatodo Bernie Gunther. Y vuelve con una de las mejores de una serie que llega  ya al número 10.
Un Gunther todavía más irónico, cínico y sarcástico de lo habitual que, sobre todo en la primera y en la última parte, nos regala multitud de frases del estilo de: “Los nazis eran como la sífilis: ignorarlos y esperar que todo mejorara nunca había sido una opción realista.” (p. 48) Tan mujeriego como de costumbre, pero con alguna conquista espectacular.
Además, cuenta con la presencia estelar nada menos que de Goebbels y la más anecdótica de Kurt Waldheim.
Por lo demás, una trama que tarda bastante en aparecer, pero que luego se va desarrollando con momentos muy logrados y el gran interés añadido de desplazar la acción a Yugoslavia lo que aprovecha Kerr para hacer una crítica implacable de los ustachas en particular  y del catolicismo croata en general.
Una novela tremendamente entretenida aunque cueste un poco entrar en ella y algo diferente de las anteriores, al menos de lo que yo recuerdo pues hace ahora cuatro años de la última, sobre todo por la menor presencia de nazis ya sean jerarcas o simples policías excluyendo, obviamente, al ya citado Goebbels.
Hay una buena reseña de Jacinto Antón en elpais.com y otra interesante de David Parra en cincuentopia.com.
Ha salido ya y la tengo pendiente en el estante correspondiente la siguiente novela de la serie, El otro lado del silencio,  por lo que parece que Kerr ha decidido centrarse en ella y abandonar el tema del fútbol, algo muy de agradecer.



Philip Kerr, La dama de Zagreb. Traducción Eduardo Iriarte.