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viernes, 2 de septiembre de 2022

Fin de un ciclo


Con este libro, publicado originalmente en 1983, el autor cierra el ciclo en el que con el título Ramas entrelazadas publicó cinco textos. En este blog he comentado ya tres más otros dos del mismo autor. Los libros del ciclo se pueden leer independientemente y, de hecho, yo los he leído desordenadamente salvo, claro está, este último. En común tienen, por un lado, un espacio que es la ciudad de Novi Sad en la que nació Tisma y, por otro lado, una época que se corresponde con la Segunda Guerra Mundial, la inmediata posguerra y los años sesenta.

En este último libro están presentes los tres períodos aunque con diferente intensidad.

El libro narra la historia y las andanzas de Sergije Rudic, un joven que vive en Belgrado donde trabaja como corrector de novelas de aventuras, pero que los fines de semana acude a Novi Sad para visitar a sus padres. En esta ciudad conoce a Inge, una alemana que ha heredado la vivienda en la que viven los padres y que quiere venderla para dársela los Stepanov, una familia necesitada con cuatro hijos. Si a estos personajes añadimos a Eugen Patak, un judío que es un “enano harapiento”, tenemos prácticamente a todos los protagonistas principales de la novela.

Tisma vuelve a utilizar la técnica de ir de vez en cuando hacia el pasado para mostrarnos otros momentos en la vida de sus protagonistas. Así, asistimos a los momentos en los que Sergije participa en la guerra, se casa, su mujer muere, mata a un militar, trabaja de contable en Belgrado, se vuelve a casar y tiene una hija que nace coja, etc. Lo mismo hace con el personaje de Inge.

Cuento estos detalles como ejemplo del tipo de novela de que se trata. Una construcción bastante clásica con un narrador que va contando diferentes historias en las que el contexto social y político esta vez apenas es enunciado. Así, la guerra, los abusos de los soldados rusos, el conflicto entre la URSS y Yugoslavia, alguna medida como la devolución de las viviendas a sus antiguos propietarios y poco más.

Pero estamos ante una narración en la que se nota la maestría de su autor; muy pausada, tranquila incluso en los momentos de mayor tensión, procurando siempre crear una atmósfera que vaya sugiriendo más que mostrando muy explícitamente. Todo eso con una historia en la que hay amor, celos, comportamientos mezquinos, pobreza, miedo, muertos,… Todo surgiendo de forma fluida y avanzando hasta un final un tanto sorprendente.

Una magnífica forma de concluir un ciclo narrativo.

Hay una buena reseña de Koldo CF en unlibroaldia.blogspot.com

 

Aleksandar Tisma, Lealtades y traiciones. Traducción Luisa Fernanda Garrido y Tihomir Pistelek.

 

viernes, 18 de octubre de 2019

Buen conjunto de relatos



A lo largo de este año he leído dos libros del ciclo Ramas entrelazadas en el que Tisma escribe sobre los momentos de la guerra y la inmediata posguerra en Novi Sad,  su ciudad natal. Aún me quedan otros dos para terminar el ciclo. El que ahora comento es diferente. Se trata de un conjunto de nueve relatos en los que no se dice dónde se desarrollan, aunque se supone que es en la ciudad citada,  y en varios tampoco se sabe muy bien cuándo, aunque todos transcurran después de terminada la guerra.
Tisma es un magnífico escritor tanto por su estilo como por la profundidad de lo que cuenta. En sus novelas suele partir de distintos personajes y los va alternando en los capítulos; aquí, lógicamente, no puede utilizar esa técnica, pero consigue que varios de sus relatos sean auténticas novelas cortas y, sobre todo, logra una gran intensidad dramática.
Prácticamente en todos tiene una fuerte presencia la violencia y en muchos la violencia de género, De hecho son mujeres la mayoría de los personajes que son asesinados en los diferentes relatos. Solo en uno es una mujer  la que comete el asesinato matando a hachazos a quien la había engañado y pegado.
Los personajes de estas historias pertenecen en su mayoría a lo que podríamos llamar clases populares, son gentes con muchas carencias y no solo económicas y, además, por lo general bastante infelices. Creo que de alguna manera Tisma pretende dejar constancia de cómo quedó su sociedad después del conflicto bélico.
Los dos primeros relatos no me han gustado especialmente, pero a partir de ahí  me he ido metiendo en las diferentes historias de las que destacaría tres: Todo su yo, Personalidad y, el más largo, La tormenta.
Hay que decir también que si bien el autor en algunos momentos no ahorra las escenas duras, tampoco se regodea en ellas.
Un buen libro para acercarse a un escritor que ha aportado una obra no muy extensa, pero sí creo que importante para el conocimiento de lo que sucedió en la guerra y tras ella en una zona de Yugoslavia.

Aleksandar Tisma, Sin un grito. Traducción L.F.Gallardo y T. Pistelek.


jueves, 22 de agosto de 2019

Continúa el ciclo



Este es el segundo volumen de la serie de cinco que escribió Tisma para el ciclo titulado Ramas entrelazadas. Es el tercero que leo ya que, como suele ser habitual en mi caso, empecé el ciclo por la lectura del último, El Kapo. Es el que más me ha gustado y el que me parece el más completo.
El libro tiene dos partes bien diferenciadas aunque el autor no lo marca con ninguna señal especial. En la primera, que se desarrolla como es lo habitual en Tisma en Novi Sad, nos va mostrando diferentes personajes, tanto serbios, como húngaros, alemanes o judíos, que habitan pacíficamente en la ciudad, paz que se verá alterada tras la invasión por las tropas alemanas. De entre ellos destacan Vera Kroner, hija de un judío casado con una alemana, y Sredoje Lazukic, hijo de un abogado serbio muy nacionalista. Ambos serán los protagonistas de la segunda parte que se centra casi exclusivamente en los diferentes avatares por los que atraviesan. Vera será deportada a un campo de concentración del que logrará regresar y  Sredoje marchará a Belgrado con su padre y, aunque negociará con soldados alemanes la venta de objetos, terminará de partisano.
La historia de Vera está contada yendo de adelante hacia atrás y así vemos primero su regreso del campo y los problemas de adaptación con comportamientos que solo se entenderán cuando sepamos su vida en el campo. Este apartado, además de ser el más largo del libro, es para mí lo mejor del libro  y constituye en sí mismo un relato completo. También es  bastante novedoso ver los problemas de esa adaptación. No ocurre lo mismo, sin embargo, con el viaje y estancia en el campo que, aunque narrada en primera persona y sin ahorrar ninguna escena de gran dureza, no hace sino reflejar algo que ya se ha leído en muchos relatos de supervivientes.
Tisma es un gran narrador y relata las cosas con la mayor naturalidad, parece que las cosas suceden de esa forma porque no podrían suceder de otra. En algún momento he tenido dificultad para seguir la trama, sobre todo en la primera parte, por la alternancia de los tiempos, pero he podido seguir bien el relato.
En varios momentos del libro hay tres capítulos que recogen escenas y momentos de diversos personajes de forma correlativa. Tisma los inicia con las frases siguientes: “Escenas callejeras”, “Muertes naturales y violentas” y “Otras partidas de casa”.
Un libro muy recomendable porque aunque trata temas bastante conocidos, lo hace de una manera magnífica tanto por la forma como por el fondo, dando a  sus personajes una impronta que deja huella en el lector. Lo bueno es que aún me quedan por leer dos libros del ciclo.
Hay dos buenas reseñas: la de Rafael Narbona en elcultural.com y la de Francisco Martínez en brujulasyespirales.blogspot.com.


Aleksandar Tisma, El uso del hombre. Traducción Luisa Fernanda Garrido y Thiomir Pistelek.




jueves, 9 de mayo de 2019

Interesante ciclo narrativo


No es la primera vez que me pasa empezar un ciclo narrativo por el final que es, precisamente, lo que me ha sucedido con el ciclo de Tisma, Ramas entrelazadas, ya que leí hace tiempo El Kapo, es decir, el último en publicarse, y ahora leo El libro de Blam que fue el primero. De todas formas no creo que sea demasiado importante porque cada libro tiene diferentes protagonistas aunque las historias sí que suelen transcurrir en momentos muy parecidos.
Leyendo el comentario que hice de El Kapo hace más de dos años veo que coincido ahora con la magnífica escritura de Tisma (seguramente realzada por un traducción muy buena) y con su gran capacidad narrativa, sin embargo tengo que discrepar  sobre el interés ya que en este caso se ha mantenido a lo largo de toda la novela.
Novi Sad, como en todo el ciclo,  es el espacio en el que se mueven los diferentes personajes algunos de los cuales son más relevantes que el Blam protagonista. Así, su hermana Ester o su amigo Cantimplora. El autor utiliza frecuentemente el flashback y reconozco que a pesar de lo bien que está hecho en alguna ocasión me he perdido un poco. (Obviamente es un problema mío.)
Hay mucho de vida cotidiana antes, en y después de la guerra y un tema que atraviesa toda la novela: la represión de los judíos por parte de las fuerzas de ocupación; tema que aparece de vez en cuando y en el que tiene un papel principal la historia de la mencionada hermana. Eso sí, en comparación con lo que pasaba en El Kapo, donde se expresaba de forma muy abierta la violencia, aquí llega a parecer que recibe un tratamiento que me atrevería a calificar de algo frío.
Extraigo de la magnífica reseña de Montuenga en unlibroaldia.blogspot.com el siguiente extracto que resume muy bien el estilo de la obra:

“La ciudad natal de AleksandarTišma, NoviSad, se convierte en un personaje más dentro del entramado, literariamente complejo aunque muy sencillo en la forma, en el que Tišma envuelve a sus lectores, concienzuda y sibilinamente. Esto es así porque hablamos de una novela impresionista, construida a retazos, en una prosa concisa y sencilla y con todo el oficio y lirismo posibles, donde tanto pasado y presente como acontecimientos, emociones e ideas se entremezclan en un desorden perfectamente organizado. En ella todo es relativo, por ejemplo, no podemos considerarla realista aunque transmite fielmente la realidad.”

Reproduzco también un breve texto de los varios que la editorial ha puesto en su página web porque ofrece otra interesante perspectiva:

“El relato de las vicisitudes humanas del personaje central y de los que le rodean está cargado de ternura, de un lirismo a veces de cortante intensidad”.
Ramón Sánchez Lizarralde, Revista de Libros
En fin, un libro que anima a continuar con el ciclo porque promete momentos intensos e interesantes. Por cierto que de Tisma ha publicado Acantilado una novela corta, A las que amamos, realmente magnífica cuya lectura fue de hecho lo que me animó a conocer más su obra.



Aleksandar Tisma, El libro de Blam. Traducción Luisa Fernanda Garrido y Thiomir Pistelek.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Gran escritura, pero...




No es muy habitual, pero a veces me pasa lo que me ha sucedido con este libro. Un magnífico inicio y unas primeras 200 páginas que leo con interés, expectativas, disfrutando de lo bien escrito que está y, de repente, empiezo a distanciarme de la historia, comienza a aburrirme, a parecerme repetitiva y, sobre todo, un tanto cogida por los pelos. Luego, al final, recobro de nuevo el interés aunque termino con una decepción por el desenlace.
El libro cuenta la historia de un superviviente de los campos de concentración nazis en Yugoslavia gracias a convertirse en Kapo. Se inicia el relato con la huida del campo para luego hablar de la juventud del protagonista y sus primeros escarceos amorosos. Luego vendrá la guerra y su primera cobardía ante la detención de sus padres. A continuación el autor irá alternando los momentos actuales, 1983, con lo que pasaba en los campos en lo que no ahorra descripciones duras y descarnadas como:

“Los niños de Francia, de dos a cinco años, separados de sus padres y encerrados en el barracón 19 para que murieran allí de hambre y de infecciones. Los gitanos de la sección 3C de Jasenovac, confinados entre alambres de espino, a la intemperie y sin alimentos, para que sucumbieran comiendo cadáveres.” (p. 184)

Describe muchas cosas de los campos y también de la actuación del Kapo protagonista, en este caso sobre todo sus abusos con las mujeres, pero la forma de ir introduciendo esas informaciones me ha parecido un tanto caprichosa (o yo no he sabido interpretarla).

También aprovecha Tisma para dejar alguna crítica más actual como, por ejemplo, en el siguiente fragmento:

(…) los fuertes (se refiere a los judíos) estaban todos en Israel, entre sus hijos que habían nacido allí y que ahora encerraban a otros con alambradas, no abriéndolas más que para dejar entrar a los mercenarios que degollarían en su lugar, igual que los ustachas dejaban entrar a los gitanos hambrientos en Gradina.” (p.244)

De la web de la editorial ha sacado algunas críticas muy favorables al libro:

"El Kapo es una obra maestra cuya extraordinaria escritura y estremecedora psicología no dejarán a nadie indiferente. Una lectura imprescindible." 
Juana Salabert, La Razón, Caballo Verde

“Aleksandar Tisma construye una novela rotunda, sin concesiones, donde la condición humana se nos muestra como un animal sangrante abierto en canal y con sus palpitantes vísceras humeando sobre nuestras conciencias. Y siempre con un discurso inmediato, diligente y de alto valor literario.”
Fulgencio Argüelles, El ComercioEl Comercio


Las reproduzco porque seguramente se ajustan más a la verdad que lo que he comentado. No obstante, yo no lo he vivido así, aunque lo que sí es muy cierto es lo extraordinariamente bien que está escrito.


Aleksandar Tisma, El Kapo

lunes, 16 de septiembre de 2013

Pequeña gran novela




Pequeña gran novela porque, efectivamente, en tan solo 141 páginas el autor nos muestra todo un mundo, el de las prostitutas en la ciudad de Novi Sad empobrecida tras la posguerra y, sobre todo, lo hace de una forma extraordinariamente sugerente. Huyendo del más sórdido realismo, pero sin eludir la realidad; sin moralina de ningún tipo.
Son varias las mujeres, verdaderas protagonistas de la novela, que aparecen en sus páginas. En su mayoría seres normales y corrientes con sólo algo en común: la necesidad de subsistir. Algunas casadas que aprovechan la ausencia de su marido, otras acogidas en una casa con una “patrona”, otras a las que el paso del tiempo está dejando fuera del “mercado”. Seres humanos tratados con mucha ternura por Tisma que logra crear, y creo que es el gran acierto de la novela, una atmósfera urbana muy particular.
Muy recomendable. Me parece que he descubierto a un nuevo autor de gran interés y con varios libros publicados por la misma editorial.
 
 Aleksandar Tisma, A las que amamos