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viernes, 2 de junio de 2023

Explicando su evolución


Cuando no hace ni dos meses terminaba Para acabar con Eddy Bellegueule, el primer libro que escribió Louis, la impresión que me quedó es la de cómo alguien con esa historia (en el libro narra su terrible infancia y adolescencia en un pueblo del norte de Francia) podía haber llegado a escribir y publicar un libro con apenas 22 años, qué le habría tenido que suceder para poder avanzar a esa velocidad y cómo podía haberse alejado de esa familia y de ese pueblo. Pues bien, a todo esto y algo más contesta Louis en este su último libro (entre ambos ha publicado nada menos que tres). Da la sensación de que él también tenía necesidad de explicar el fenómeno de su evolución o, como reza el título, de su gran cambio. Un cambio que se puede resumir muy bien con estos dos fragmentos del libro:

“(…) no había tenido una infancia, sino una infancia de clase”.

(p. 49)

“Hacer lo que yo estaba haciendo era adentrarme en una realidad radicalmente opuesta a la clase social de mi infancia, al pueblo; era romper para siempre con el entorno que había compartido contigo, con su odio y su asco por la mera hipótesis de la existencia de una imagen como aquélla (se refiere a tener un hombre en la cama junto a él). Hacer el amor con un hombre, dejar que me penetrase, o aprender a hablar sin acento del norte e ir al cine, eran resultados de una misma voluntad, de un mismo proceso, el de huir lejos del pasado.

Al hacer el amor con un hombre, rechazaba todos los valores de mi entorno, me convertía en burgués”. (p. 135) 

Es decir, a lo que asistimos a lo largo de las 284 páginas del libro es al proceso de desclasamiento del autor o, si se prefiere, a su ascensión social. Louis sigue utilizando la primera persona como en su primer libro, pero ahora lo que hace es dirigirse a su padre en la primera parte y a su amiga Elena en la tercera con el subtítulo de “explicaciones ficticias”.

La historia de ese gran cambio que se produce en la vida de Louis, un cambio que le lleva desde cambiar el nombre a evitar el acento del norte o a aprender las formas educadas de comer o vestir; la historia de ese cambio decía es la historia de las diferentes relaciones que va estableciendo. Al principio serán mujeres quienes le ayudarán como su amiga Elena y, sobre todo, la familia de esta que le acoge, le enseña normas de comportamiento y le fomenta el gusto por la lectura. También, por ejemplo, la que le acepta para trabajar en el teatro como vigilante y acomodador cuando realmente no le necesitaba. Todo esto sucede ya en Amiens donde se desplaza para seguir los estudios.

Luego serán diferentes hombres los que, sobre todo cuando se traslade a París, le ayudarán llegando a facilitarle un apartamento e incluso pagándole las facturas del dentista.

En resumen, un cambio que fue posible gracias a la colaboración, parece que siempre desinteresada, de diferentes personas que, eso sí, él supo aprovechar y, por ejemplo, una vez que le facilitan la preparación para la entrada en la famosa y muy elitista Escuela Normal Superior de París, dedicarse al estudio y la lectura de forma casi compulsiva.

En este proceso lo que desaparece de su vida es su familia. Primero porque cuando estudia en Amiens solo va al pueblo algunos fines de semana, y luego porque apenas menciona alguna visita esporádica. El desclasamiento es total. Eddy Bellegueule se convirtió en Édouard Louis de forma oficial, es decir, formalizándolo legalmente.

En medio, trabajos de panadero, acomodador y hasta una época parisina en la que ejerció la prostitución porque necesitaba dinero ya que llegó un momento en que apenas tenía para comer.

Todo esto nos lo cuenta el autor con una capacidad narrativa notable que hace que sea difícil abandonar la lectura porque el lector asiste al espectáculo de transformación real de una persona en otra.

Me parece un libro muy recomendable. Hay momentos de gran crudeza y otros muy emotivos aunque, por lo general, Louis es un narrador que en este libro da la impresión de que busca principalmente informar de la forma más aséptica posible.

 

Édouard Louis, Cambiar: Método. Traducción Encarna Castejón.

 

 

 

miércoles, 12 de abril de 2023

Buen descubrimiento



Al leer este libro me encuentro en una situación un tanto peculiar. He leído en poco tiempo varios libros de diferentes escritores y escritoras que tratan un tema al menos en parte muy similar: el de lo mal que lo pasaron los autores en los momentos cruciales de la infancia y juventud. Evidentemente, no siempre fue por las mismas razones aunque sí que hay algunos aspectos que suelen tener en común. El hecho de haber hecho esas lecturas me lleva a que lo que cuenta Louis me resulte casi familiar.

Así, una abuelo que maltrata a la abuela y se marcha cuando el padre del protagonista, el propio autor, tiene cinco años; un padre y un hermano violentos cuando beben; una hermana que sufre la violencia del novio; una madre que lo fue con solo diecisiete años, que ejerce poco su papel de madre y que tiene ataques de ira; una situación económica bastante precaria, llena de escaseces hasta en la alimentación. En fin, todo un conjunto de problemas a los que se une el hecho de la homosexualidad de Bellegueule -verdadero nombre del autor antes de cambiarlo al actual-,  algo que en esos ambientes no deja de ser una situación atípica y abierta a que sufra todo tipo de atropellos incluida la violencia (esos dos “compañeros” de colegio que le esperan cada día, por ejemplo).

De todo esto habla este libro que Louis publicó con solo veintiún años y que seguro que debió de suponer una auténtica liberación.

Estoy seguro de que si lo hubiese leído en 2015, cuando se publicó en España, me habría impactado y de qué manera, pero tal y como decía antes “llueve sobre mojado” y aunque evidentemente impactan las situaciones por las que tuvo que pasar, no lo hacen de la misma manera que, por ejemplo, lo hubiesen hecho en el caso de no haber leído hace poco el libro de Miguel Ángel Oeste.

Es un libro duro y bien escrito en el que hay poco espacio para la relajación Me ha gustado especialmente la forma de introducir las intervenciones de los diferentes personajes haciéndolo en cursiva dentro de un fragmento, y utilizando un lenguaje algo diferente al del narrador.

Desde otro punto de vista hay una fuerte carga crítica contra el racismo en general y de su padre en particular; y contra la xenofobia también general y de sus padres en particular.

Un libro recomendable del que deben abstenerse todos aquellos que rechacen la llamada “literatura del yo”.

Se acaba de traducir el último libro del autor que ha sido, precisamente, lo que me ha llevado a leer este que ya estaba en casa. Creo que habrá que seguir indagando en las historias que cuenta porque seguro que no les falta interés ni intensidad.

Hay una extensa y muy buena reseña en larutadeloslibros.wordpress.com.

 

Édouard Louis, Para acabar con Eddy Bellegueule. Traducción María Teresa Gallego Urrutia.