ANDAMIO

Viaje a Madrid.

Siempre que voy a mi ciudad de origen me salen temas para comentar en el Andamio. Vamos con los de la última visita este pasado fin de semana.

Mendicidad. Salgo del metro recién llegado del aeropuerto. En la misma salida me encuentro al primer mendigo, me dirijo al semáforo (10 metros) y aparece el segundo, cruzo la calle (12metros) y me pide ayuda un tercero, finalmente, al dirigirme al semáforo siguiente, aparece el cuarto y último por el momento. He dicho más de una vez que en ningún lugar del mundo en los que he estado, salvo quizá en Marrakech, me he encontrado con tanta gente pidiendo por la calle como en Madrid. Ahora seguramente se habrá agudizado por la crisis pero es una constante desde hace muchos años.

Ruido. Otra constante de esa ciudad. Regreso de una cena a la 1,30 de la madrugada y me encuentro con la terraza de un bar restaurante debajo de mi casa abierta y repleta de gente bebiendo y, por lo tanto, charlando animadamente con lo que significa esto en una ciudad en la que una conversación normal ya significa un elevado volumen de decibelios. Difícil dormir así pero, en algún momento, lo consigo para sobre las 3,30 despertarme disfrutando de unos “mucho beti, mucho beti, eh” cantados por un bien sincronizado coro de jóvenes.

Contaminación. A pesar de la negativa de las autoridades municipales, la contaminación tiene que ser elevada o, al menos, eso dice mi garganta que no solo se reseca, lo que ya sucede habitualmente por el clima de la ciudad, sino que además escuece y molesta.
Me comentan mis amigos que viven en las afueras que se ve la boina que en estos casos recubre la ciudad.

Telemadrid. Otro clásico en mis visitas. Apenas la conecto en un par de ocasiones haciendo zapping. Informan de la encuesta que sobre las elecciones publica el diario El Mundo que otorga una mayoría absoluta al PP con una diferencia de 18 puntos sobre el PSOE, y no lo hacen con la que publica El País no sé si porque en ella la diferencia es de “solo” 17 puntos.

Pero no todo van a ser malas noticias. Ahí van dos bien buenas. Madrid se vuelve a postular como ciudad olímpica, y a la tercera…va la tercera, claro. Por otro lado, es muy posible que el actual, y derrochador, alcalde abandone la alcaldía para ocupar puestos más relevantes en el gobierno del estado, por lo que ascendería al cargo la frugal Ana Botella (de Aznar) a quien solo se le conoce el derroche de El Escorial y es que “por su hija…•.


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Hace tiempo que dejé de intentar entender lo que pasaba en Oriente Próximo. Antes de eso leí bastantes libros de todo tipo de autores desde israelíes a árabes pasando por estudiosos de otros países. La única conclusión que logré sacar es la de que era un tema tan enquistado que sería difícil encontrar cualquier solución que pueda satisfacer a las distintas partes en conflicto. Leo entre sorprendido e incrédulo la noticia de que el estado de Israel liberará a 1000 presos palestinos a cambio de la liberación de un soldado detenido por Hamas desde hace cinco años.
¿Un despropósito? Visto desde aquí, así lo parece. ¿Qué sentido puede tener? Se dice que es la forma de aumentar su prestigio por parte Netanyaju
ya que es una medida aprobada por la mayoría de la población (parece ser que incluso algunos familiares de las víctimas de los que serán excarcelados también lo apoyan) en unos momentos de baja por el auge del movimiento de los “indignados”; que elevará la moral de la población israelí al ver cómo la vida de uno solo de sus compatriotas vale tanto como la de 1000 de sus enemigos-vecinos; que al tratarse de un país con servicio militar obligatorio de tres años adquiere gran relevancia lo que le pueda pasar a cualquiera de sus soldados; que ya se han hecho intercambios muy desiguales en otros momentos aunque nunca siendo tan exagerada la diferencia;…
Y otras posibles razones. Una vez más me quedo sin entender el porqué de cosas que pasan en un lugar tan cercano en lo geográfico y tan lejano en lo inteligible.


15-O

Solamente quiero hacer aquí dos breves comentarios.
Por un lado, por lo que me han contado en la manifestación de Madrid se cantaron repetidamente: “Esperanza, dimisión” y “Zapatero dimisión”. Quien me lo contaba lo hacía con pena ya que no parece que esos sean hoy los problemas que preocupan o deben preocupar a quienes se manifiestan en este tipo de actos. El sistema financiero, el empleo, las carencias democráticas,….estos sí parecen temas relevantes.
Por otra parte, escuché las cifras que se ofrecían de la manifestación en Barcelona. Según los organizadores habrían asistido 350.000 personas, cifra que la Guardia Urbana y los Mossos rebajaban a 60.000. Obviamente, carezco de información suficiente para saber cuál haya podido ser la cifra verdadera, pero tengo la desagradable sensación de que ni un movimiento como el 15-M es capaz de actuar con los datos de la realidad sin manipularla aunque sea en tema tan baladí. Una pena.