De la contraportada: ”Una de esas raras novelas inclasificables hasta el final”. “¿Una reacción al puritanismo voyeurista y a cierto feminismo radical tal y como se dan en Estados Unidos?”
Desde luego inclasificable sí me lo parece. Tras la lectura de los anteriores libros del autor he de reconocer que cogía este tercero con ilusión. Me ha defraudado totalmente. No he sido capaz en ningún momento de sus largas 400 páginas de entrar en la historia ni de entender mínimamente el comportamiento de sus protagonistas. Un poco novela del absurdo o, mejor dicho, novela absurda; situaciones inverosímiles; comportamientos ridículos de tan radicales; en fin, un rollo. Si he llegado hasta el final no sabría explicar el porqué; probablemente por sentirme en deuda con O’Brien por lo mucho que me gustaron sus otros dos libros.
Tim O’Brien, Gato enamorado
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