viernes, 17 de mayo de 2013

Una Memorias un tanto diferentes



Solo he leído dos libros de Hitchens, Cartas a un joven disidente y Dios no es bueno, que me parecieron muy interesantes. Al aparecer sus Memorias me llamaron la atención aunque he esperado a que se publicasen en la edición de bolsillo.
No se puede decir que me hayan defraudado, pero sí que esperaba más de ellas; echo en falta, por ejemplo, más información sobre sus estudios y sobre su labor profesional (medios en los que ha trabajado). En un libro de este tamaño, 500 páginas densamente editadas, es lógico que no todo tenga el mismo interés sobre todo para quien, como es mi caso, no conoce apenas la autor. En este sentido los aspectos y temas que más me han llamado la atención han sido: la relación con sus padres de niño, sus estancias en Cuba, Praga y Portugal y las reflexiones sobre Mesopotamia con su defensa de la guerra de Irak (aunque creo que comete algunos errores). También me han interesado sus comentarios sobre algunas de sus relaciones de amistad como, sobre todo, las que tuvo con Martin Amis o Edward Said.
En fin, como se ve una gran variedad de temas en la vida de un personaje que evolucionó desde un trotskismo inicial, hasta no se sabe muy qué ya que no he sido capaz de entender dónde se situaba en los últimos años. Un último comentario sobre su escritura. A mí me ha resultado un tanto espesa en varios capítulos aunque reconozco que es un buen escritor.
 
Christopher Hitchens, Hitch-22. Memorias

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