jueves, 30 de octubre de 2025

Un Khadra algo diferente

 

Este es, creo, el vigésimo libro que leo de un escritor al que tengo entre mis favoritos como se puede comprobar en el blog. Excepto dos libros que me decepcionaron con el resto de su obra he disfrutado mucho, sobre todo con sus primeros textos que siempre me han parecido los más interesantes más allá de que, lógicamente, estaban peor escritos que muchos de los posteriores.

Este Corazón de almendra es un texto que se sale bastante de lo que suelen ser los temas más habituales de Khadra y por eso al principio me despistó, pero poco a poco he ido entrando en la peculiar historia que cuenta.

Ness, el protagonista y narrador, es un enano (término que aparece en la novela aunque aquí se les suele llamar pequeños) de 31 años que vive con Mami, su abuela que fue madre soltera y cuya hija no quiere saber nada de ella ni de su hijo. En la primera parte de las dos en las que está dividido el texto vemos la vida cotidiana de un barrio de París, Barbès, y Khadra, además de mostrar la relación entre nieto y abuela, aprovecha para mostrar otras realidades del barrio de una forma un tanto costumbrista. Así, aparece gente como: uno que se dedica a las apuestas y si gana invita a todos, el futbolero fanático, el traficante ocasional, el dueño de una tienda de desbloqueo de teléfonos, un capo influyente con su red de vendedores, un emigrante clandestino que vende cigarrillos de contrabando y un conjunto de amigos de Ness. La segunda parte cambia de localización y de trama pues, tras ingresar a la abuela en una residencia, Ness se traslada a un pueblo del sur donde vive su amigo Léon, que también es pequeño, porque quiere tranquilidad para seguir escribiendo el libro que tenía ya comenzado en París. Libro que se publicará con cierto éxito (este aspecto de la novela me parece que está un tanto forzado y poco explicado).

Una historia bastante sencilla, pero que contada por Khadra resulta enternecedora ya que, además, muestra la gran solidaridad que existe entre los personajes que pueblan la novela. Además, está la solvente escritura del autor y su gran especialidad que son los diálogos.

No es desde luego una gran novela, pero sí un libro que he leído con gusto y del que borraría unos pocos fragmentos en los que está muy cerca de la cursilería.

 

Yasmina Khadra, Corazón de almendra. Traducción Wenceslao-Carlos Lozano.

 

 

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