Bien, si en lugar de Marina ponemos Mario Benedetti podría firmarlo ahora mismo. Es un gran cuentista, de hecho yo no soy aficionado al género y, sin embargo, me encantan sus cuentos. No es un gran novelista ni un gran poeta, pero ha sido el escritor que más me ha ayudado en los malos momentos. Las relecturas de Primavera con una esquina rota o Andamios han sido providenciales. Esta última es la que da título a este blog y no por casualidad. Más de una vez me he preguntado por qué esta facultad de Benedetti para mejorar mis estados de ánimo cuando, además, no se trata de un autor especialmente optimista o alegre. Creo que es debido, por una parte, a su humanista tratamiento de los personajes que los acerca al lector y fomenta la identificación y, por otro lado, al uso de un lenguaje cálido y cercano.
En fin, creo que ha sido un gran hombre que ha sabido llevar su grandeza a la literatura.




















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