Me ha sorprendido la lectura de este diario por varias razones. La primera porque su autora tenía tan sólo quince años cuando lo escribió y se trata de una obra bastante madura (podría ser que la edición que se ha publicado ahora se basa en una revisión hecha por la autora a principios de los noventa). La segunda ha sido mi propia reacción. No sé si es que ya estoy curado de espanto, pero no me ha emocionado ni angustiado como lo han hecho otras obras sobre el tema. Seguramente la autora lo ha querido así por el tono amable que a veces emplea. La tercera razón de la sorpresa es lo que ha tardado en publicarse en castellano una obra de esta naturaleza.No sé muy bien si se trata de una obra recomendable o no. Literariamente me ha gustado, pero...
Ana Novac, Aquellos hermosos días de mi juventud.
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