Con este libro la autora cierra una trilogía centrada
en el mundo de los hombres en los que estos son los protagonistas absolutos. La
empecé en mayo de este año y la termino apenas cuatro meses después. Empecé la
lectura de esta última novela de la trilogía ayer por la mañana y no quise
acabarla de un tirón para poder disfrutarla más (por unos problemas con la
vista me cansa leer muy seguido). El cuerpo me pedía terminarla, pero ese mismo
cuerpo me pedía también cierto reposo. Evidentemente, también se puede hacer
porque es una novela de 137 páginas con letra no pequeña precisamente.
Reproduzco uno de los fragmentos de críticas que la editorial ha elegido para la solapa del libro:
“El texto fluye lentamente, misterioso e
ininterrumpido como el agua que lo cruza y lo encierra, la escritura es tan
sobria que resulta descarnada, las frases muy cortas están colocadas cada una
en un lugar preciso, como piezas de un tablero de ajedrez, y sin embargo saben
crear imágenes de gran belleza y cadencias cercanas a la poesía”.
Il manifesto
Es difícil decir mejor y con menos palabras lo
fundamental de esta magnífica novela. Más allá de unos personajes muy bien
construidos y presentados y de una historia en principio muy realista, pero en
la que también hay toques fantásticos, lo que verdaderamente hace de esta
novela algo diferente es su construcción, con el juego temporal, y sobre todo,
la escritura con el uso magistral del lenguaje.
Además, se desarrolla en una isla de un río, imagino
que el Paraná, en la que juega un papel importante la peculiar idiosincrasia y
forma de vida de los isleños para la construcción de la trama en la que lo más
importante es, sin embargo, la relación de amistad entre los personajes
masculinos.
Para saber más sobre el contenido remito a la magnífica
y completa reseña de Montuenga en unlibroaldia.blgospot.com.
Por mi parte, solo me queda recomendar encarecidamente
la lectura de esta así como de las otras dos novelas que forman esta trilogía.
Almada es una escritora con un mundo muy especial y con una forma de contarlo
muy atractiva.
Selva Almada, No es un río
He leido el primero y, lógicamente, pienso leer el resto. Me maravilló la historia que se desarrolla en escasas 24 horas, pocos personajes y en un inmenso escenario. Parecía un capítulo intermedio de una historia que comenzó tiempo atrás y continuará cuando termine el libro. Esto da permiso a dejar correr nuestra imaginación. Espero nuevas sorpresas en los siguientes.
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