Televisión en Madrid.
Una vez más tengo que escribir sobre televisión tras mi visita a Madrid. Los programas que veo también los puedo ver en Palma, solo que aquí apenas veo televisión.
En Metropolitan TV un programa de debate dirigido por Carlos Fuentes, un cura franciscano que se hizo popular en su día por participar en tertulias. Tiene como invitados a gente de muy diversa procedencia como Lidia Falcón o el presidente de Alternativa española. Lo traigo a colación porque en la presentación del programa del día, ofrece un servicio especial para la próxima semana que consistirá en la bendición, a través de la pantalla, de los animales de los televidentes, para lo cual éstos deberán tener a sus mascotas cerca de ellos. Lo anuncia como algo que, entre los presentadores de televisión, solo puede hacer él. Original.
De Telemadrid solamente citar ese nuevo “error” al comentar noticias del 15-M ilustrándolas con imágenes de disturbios en Grecia. Cuando pidieron disculpas quedaron aún peor al decir que era prácticamente lo mismo.
En Intereconomía, el gran, el único, el inconmensurable Mario Conde y su programa 1HCM (Una hora con Mario). Tertulia con jóvenes. Les presenta la opinión de Barreda y Felipe González sobre el posible adelanto electoral y luego, obviando las respuestas, les pregunta por González. Primera respuesta de una joven: el del Gal y la corrupción. Segunda de un joven: intenta explicar que él no lo vivió y la primera le interrumpe: el de la corrupción. Por supuesto “el moderador” no interviene.
En otra tertulia creo que de Veo7 TV pero no estoy muy seguro, un tertuliano explica el porqué de las columnas en la próxima manifestación del domingo. Algo así como: “Para que la policía no los pueda controlar y poder hacer las barbaridades que quieran”. Como efectivamente sucedió por la gravedad de los altercados que se produjeron, tanto a lo largo del recorrido, como luego en la plaza de Neptuno.
Ya en Palma, ayer por la noche el inefable Carlos Dávila (cuidadito que es con d delante) comenta que en 1968 ante los graves sucesos ocurridos el general De Gaulle, presidente de la República, llamó a los socialistas para colaborar en el gobierno. Y se pregunta si no será eso lo que está haciendo el PSOE de Rubalcaba con la movida del 15-M: agitar las aguas para sacar rendimiento. Al tiempo.
Y así se puede estar uno horas escribiendo de lo que dicen y escriben estas gentes. (De lo que escriben ya se da cumplida cuenta diaria en el blog: elojoizquierdo).
Dice Ignacio Ramonet en su último libro La explosión del periodismo: “Con una retórica envenenada, estos medios exaltan y azuzan a los estadounidenses veinticuatro horas al día, todos los días, induciendo de forma permanente a la paranoia y creando un verdadero clima de violencia” (Todo eso hace referencia a los intentos de deslegitimar a Obama).
“Ya no actúan como medios de comunicación sino como auténticos partidos políticos. No reivindican el derecho a la crítica sino que se alzan como oposición ideológica. Su verdadera misión es la de contener las reivindicaciones populares”.
De hecho la verdadera agit-pro de la que tanto hablan alguno de ellos es la efectuada por ellos mismos.
Claro que tiene que haber libertad de expresión. Es más debe haber una verdadera y fuerte crítica del poder. El problema es cuando esa crítica se hace inventando las cosas o, en el mejor de los casos, teniendo “la convicción moral” de que algo es como dicen.
El verdadero problema del futuro es que, tras las próximas elecciones generales, prácticamente todo el país estará gobernado por el mismo partido en sus distintos niveles político-administrativos y, además, tendrá el control de los medios de comunicación públicos y de la inmensa mayoría de los privados.
A mí me preocupa más este dominio en la comunicación que el otro, pues sus efectos son más perniciosos y duraderos ya que afectan a la mentalidad y los valores de una sociedad.
La casilla de la Iglesia
Escucho en la radio un anuncio de la Iglesia católica en el que animan a la gente a poner una X en la correspondiente casilla de la declaración de la renta. Es curioso que siga siendo el Estado el principal ”sponsor” de esta institución. Sobre este tema hay que subsanar dos errores que suele tener mucha gente.
El primero se refiere al método de cobro. No se cobra un tanto por ciento más a quien ponga esa X, sino que de la parte que ingresa en el Tesoro público se da esa cantidad a la Iglesia. Si fuese la primera opción, el Estado actuaría como mero recaudador, lo que no siendo lo idóneo sería menos impresentable que lo actual.
El segundo tiene que ver con el argumento que utilizan a veces voceros de la institución en el sentido de que el Estado se ahorra mucho dinero por las actividades de tipo social que hace la Iglesia (monjas en hospitales, asilos de ancianos, comedores para los necesitados,…). Es cierto que existen dichas acciones pero ¿no es ésa acaso una de las funciones que les impone sus creencias?¿no es la caridad una de las virtudes teologales?¿no se están “ganando el cielo” los que actúan de esa forma?
En fin, no estamos en un estado laico y lo sabemos aunque tampoco en uno confesional. Sería perfectamente factible denunciar los acuerdos con el Vaticano que son la base de la ayuda. Hasta ahora ni el malvado Zapatero ha sido capaz de ponerle el cascabel al gato.
Una vez más tengo que escribir sobre televisión tras mi visita a Madrid. Los programas que veo también los puedo ver en Palma, solo que aquí apenas veo televisión.
En Metropolitan TV un programa de debate dirigido por Carlos Fuentes, un cura franciscano que se hizo popular en su día por participar en tertulias. Tiene como invitados a gente de muy diversa procedencia como Lidia Falcón o el presidente de Alternativa española. Lo traigo a colación porque en la presentación del programa del día, ofrece un servicio especial para la próxima semana que consistirá en la bendición, a través de la pantalla, de los animales de los televidentes, para lo cual éstos deberán tener a sus mascotas cerca de ellos. Lo anuncia como algo que, entre los presentadores de televisión, solo puede hacer él. Original.
De Telemadrid solamente citar ese nuevo “error” al comentar noticias del 15-M ilustrándolas con imágenes de disturbios en Grecia. Cuando pidieron disculpas quedaron aún peor al decir que era prácticamente lo mismo.
En Intereconomía, el gran, el único, el inconmensurable Mario Conde y su programa 1HCM (Una hora con Mario). Tertulia con jóvenes. Les presenta la opinión de Barreda y Felipe González sobre el posible adelanto electoral y luego, obviando las respuestas, les pregunta por González. Primera respuesta de una joven: el del Gal y la corrupción. Segunda de un joven: intenta explicar que él no lo vivió y la primera le interrumpe: el de la corrupción. Por supuesto “el moderador” no interviene.
En otra tertulia creo que de Veo7 TV pero no estoy muy seguro, un tertuliano explica el porqué de las columnas en la próxima manifestación del domingo. Algo así como: “Para que la policía no los pueda controlar y poder hacer las barbaridades que quieran”. Como efectivamente sucedió por la gravedad de los altercados que se produjeron, tanto a lo largo del recorrido, como luego en la plaza de Neptuno.
Ya en Palma, ayer por la noche el inefable Carlos Dávila (cuidadito que es con d delante) comenta que en 1968 ante los graves sucesos ocurridos el general De Gaulle, presidente de la República, llamó a los socialistas para colaborar en el gobierno. Y se pregunta si no será eso lo que está haciendo el PSOE de Rubalcaba con la movida del 15-M: agitar las aguas para sacar rendimiento. Al tiempo.
Y así se puede estar uno horas escribiendo de lo que dicen y escriben estas gentes. (De lo que escriben ya se da cumplida cuenta diaria en el blog: elojoizquierdo).
Dice Ignacio Ramonet en su último libro La explosión del periodismo: “Con una retórica envenenada, estos medios exaltan y azuzan a los estadounidenses veinticuatro horas al día, todos los días, induciendo de forma permanente a la paranoia y creando un verdadero clima de violencia” (Todo eso hace referencia a los intentos de deslegitimar a Obama).
“Ya no actúan como medios de comunicación sino como auténticos partidos políticos. No reivindican el derecho a la crítica sino que se alzan como oposición ideológica. Su verdadera misión es la de contener las reivindicaciones populares”.
De hecho la verdadera agit-pro de la que tanto hablan alguno de ellos es la efectuada por ellos mismos.
Claro que tiene que haber libertad de expresión. Es más debe haber una verdadera y fuerte crítica del poder. El problema es cuando esa crítica se hace inventando las cosas o, en el mejor de los casos, teniendo “la convicción moral” de que algo es como dicen.
El verdadero problema del futuro es que, tras las próximas elecciones generales, prácticamente todo el país estará gobernado por el mismo partido en sus distintos niveles político-administrativos y, además, tendrá el control de los medios de comunicación públicos y de la inmensa mayoría de los privados.
A mí me preocupa más este dominio en la comunicación que el otro, pues sus efectos son más perniciosos y duraderos ya que afectan a la mentalidad y los valores de una sociedad.
La casilla de la Iglesia
Escucho en la radio un anuncio de la Iglesia católica en el que animan a la gente a poner una X en la correspondiente casilla de la declaración de la renta. Es curioso que siga siendo el Estado el principal ”sponsor” de esta institución. Sobre este tema hay que subsanar dos errores que suele tener mucha gente.
El primero se refiere al método de cobro. No se cobra un tanto por ciento más a quien ponga esa X, sino que de la parte que ingresa en el Tesoro público se da esa cantidad a la Iglesia. Si fuese la primera opción, el Estado actuaría como mero recaudador, lo que no siendo lo idóneo sería menos impresentable que lo actual.
El segundo tiene que ver con el argumento que utilizan a veces voceros de la institución en el sentido de que el Estado se ahorra mucho dinero por las actividades de tipo social que hace la Iglesia (monjas en hospitales, asilos de ancianos, comedores para los necesitados,…). Es cierto que existen dichas acciones pero ¿no es ésa acaso una de las funciones que les impone sus creencias?¿no es la caridad una de las virtudes teologales?¿no se están “ganando el cielo” los que actúan de esa forma?
En fin, no estamos en un estado laico y lo sabemos aunque tampoco en uno confesional. Sería perfectamente factible denunciar los acuerdos con el Vaticano que son la base de la ayuda. Hasta ahora ni el malvado Zapatero ha sido capaz de ponerle el cascabel al gato.
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