Por muy desengañados que estemos, es imposible vivir sin alguna esperanza. Siempre conservamos una, a pesar nuestro, y esa esperanza inconsciente compensa todas las demás, explícitas que hemos rechazado o agotado.
E.M.Cioran, Del inconveniente de haber nacido
Es preferible sentirse decepcionado que seguir esperando en el vacío. De todos modos, hay que saber qué pasa.
Boros Vian, La hierba roja
— ¿Y habrá esperanza, realmente?
— La hay. A largo plazo, pero la hay.
— ¿Y mientras tanto?
— Una de dos. O entramos en las filas de los resignados, o dejamos que nuestros dientes sigan rechinando.
Miguel Torga, La creación del mundo
La esperanza _antes tan diligente_
no viene a visitarnos hace tiempo.
(...) Pero ahora, ni eso.
Hace ya tanto tiempo que no viene,
que hasta llegué a pensar:
¿si se habrá muerto?
Después caí en la cuenta
de que los muertos éramos nosotros.
Ángel González, Palabra sobre palabra
E.M.Cioran, Del inconveniente de haber nacido
Es preferible sentirse decepcionado que seguir esperando en el vacío. De todos modos, hay que saber qué pasa.
Boros Vian, La hierba roja
— ¿Y habrá esperanza, realmente?
— La hay. A largo plazo, pero la hay.
— ¿Y mientras tanto?
— Una de dos. O entramos en las filas de los resignados, o dejamos que nuestros dientes sigan rechinando.
Miguel Torga, La creación del mundo
La esperanza _antes tan diligente_
no viene a visitarnos hace tiempo.
(...) Pero ahora, ni eso.
Hace ya tanto tiempo que no viene,
que hasta llegué a pensar:
¿si se habrá muerto?
Después caí en la cuenta
de que los muertos éramos nosotros.
Ángel González, Palabra sobre palabra
Sé que no hay esperanza,
pero te dije:
espera,
con el único fin
de envenenar la vida
con la letal ponzoña de los sueños.
Ángel González, Palabra sobre palabra
Lejos de mí el deseo de pervertir sus esperanzas: la vida se encargará de ello. Igual que todo el mundo, irá usted de decepción en decepción. A su edad, tuve la ventaja de tener gente que me desilusionó y me hizo enrojecer de mis ilusiones; ellos me educaron realmente. ¿Acaso, sin ellos, habría tenido el coraje de afrontar o de padecer los años? Imponiéndome sus amarguras, me prepararon para las mías.
E.M.Cioran, La tentación de existir
A la salvación aspiran su cobardía y su fatiga, su incapacidad de alzarse al desconsuelo y de extraer de él las razones de orgullo. Se deshonra quien muere escoltado por las esperanzas que le han hecho vivir.¡Que las multitudes y los que las arengan repten hacia el “ideal” y se chapucen en él! Más que algo dado, la soledad es una misión: elevarse hasta ella y asumirla es renunciar al apoyo de esa bajeza que garantiza el éxito de toda empresa, sea la que sea, religiosa o de otra clase.
E.M.Cioran, La tentación de existir
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