Es el primer libro que conozco con este planteamiento: memorias de alguien que estuvo en los campos de concentración del estalinismo, pero desde el otro lado, esto es, no como prisionero sino como trabajador, en este caso cualificado y cobrando un sueldo. En efecto, el autor, tras acabar sus estudios de ingeniería y al no encontrar otro empleo, se apuntó para trabajar en la construcción de una línea férrea en la zona del círculo polar para transportar carbón. En las memorias se cuenta pues cómo eran los campos de concentración desde la óptica de quien trabajaba en ellos de forma voluntaria. En muchos momentos resulta un tanto reiterativo, premioso y no muy bien escrito a pesar de que está editado y corregido por una profesora universitaria. Por otro lado, apenas aparecen los presos salvo en leves referencias indirectas, pero de esa visión sí que hay testimonios relativamente abundantes como se puede apreciar en otras entradas de este mismo blog.Mochulsky fue también en esa época, principios de los años cuarenta, miembro activo y dirigente del Komsomol en la zona, lo que quizás haga que haya que tomar su relato con una cierta precaución. No obstante se trata de un texto interesante sobre todo por la óptica desde la que se cuenta.
Deborah Kaple, El jefe del Gulag. Memorias de Fyodor V. Mochulsky
No hay comentarios:
Publicar un comentario