Andamio

Actualidad

Rodrigo Rato, unos de los responsables de la debacle de Bankia que tanto dinero ha costado y costará, fichado por Telefónica; Güemes, exconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid y responsable de la privatización de los análisis clínicos, es ahora consejero de la empresa adjudicataria de los mismos; UDC pactando con la fiscalía y Durán Lleida sin darse por enterado; José Blanco desaparecido sin dejar rastro; el caso de los EREs en Andalucía; el reciente conocimiento de correos electrónicos que insinúan nuevas conexiones en el caso Noos; la rápida concesión del tercer grado y un puesto de trabajo a un homicida involuntario; las inversiones que parece ser hizo el rey hace unos años a través de Mario conde (Ernesto Ekaizer, Sed de poder); esos miles de kilómetros del AVE para ricos; aeropuertos sin aviones que ahora pretenden venderse por mucho menos de su valor; y en plan más casero: el expresidente que quería hacer una ópera en la bahía de Palma, “refugiado” en Estados Unidos; el esqueleto del Palacio de Congresos ofreciendo una inusual vista de la fachada marítima de Palma; el político que avisó al exalcalde de Andratx de una visita policial, elevado al poder en el PP de Palma; y así hasta que se canse la mano de escribir.

Mientras tanto, el paro en el 25%, la “devaluación interna” a toda máquina con disminución de salarios y aumento de la jornada laboral, el consumo cayendo cada mes, las instituciones financieras sin dar créditos, los desahucios imparables y así otro largo etcétera.

Las dos caras de una misma realidad, los que ganan y los que pierden, los que mandan y los que son mandados, los que tienen y los que están en trance de perderlo. Y algunos se extrañan de lo que llaman desafección de los políticos.

¿Demagogia? ¿Populismo? ¿Izquierdismo? ¿Alejamiento de la realidad? Puede ser, pero ante el fracaso de los movimientos pacíficos de protesta (15M o las diferentes “mareas”), la inexistencia de oposición con un PSOE prácticamente desaparecido o sin mensaje alternativo, y el abuso por parte de los que ejercen el poder de sus mayorías absolutas allí donde mandan, a nadie debería extrañar si en algún momento, más temprano que tarde, aparece la violencia de los perdedores. No sé si resolvería los problemas, pero, desde luego, al paso que vamos resultará cuanto menos legítima.

 

Cine

 

Infancia clandestina. Soy un apasionado seguidor del cine argentino, pero tengo que reconocer que esta película me ha defraudado. Además, no sé si la pretensión del director por lo que sé de él era ésta, pero a mí el matrimonio montonero me ha parecido patético.

 

Los miserables. Bastante buena primera parte y aburrida, pesada y tediosa continuación. Unos decorados horrorosos, unas barricadas parisinas “de película” y un Russell Crowe al que alguien le debía haber aconsejado que no aceptase un papel en el que hace el más espantoso de los ridículos como cantante. Merece destacarse el tema del doblaje. En una película en la que prácticamente no hay diálogos hablados, cuando aparecen en medio de una canción se doblan en lugar de seguir subtitulando. Solo se me ocurre un calificativo para esta actitud, aberrante.

 

La noche más oscura. El gran cine americano, el que me gusta, el que es capaz de contar historias interesantes y de una forma especial. Una excesiva información en la primera parte de la película por poner alguna pega. El tramo final y los interrogatorios con torturas lo más impactante.