lunes, 12 de agosto de 2013

El Eichmann de Hannah Arendt



Conocía el libro desde hace varios años y, a pesar de tratar de uno de los temas que más me interesan en los últimos tiempos, no lo había comprado ni tenía intención de leerlo. Quizás se deba a que pensaba que era un mero reportaje sobre el juicio.
Fui a ver la película Hannah Arendt hace poco y me surgió la necesidad de leer el libro ante la enorme polémica que suscitó en su día, pues la película se centra precisamente en la elaboración del informe que dio lugar al libro.
Me resulta muy difícil dar una opinión sobre el texto. Tengo que advertir que lo que más me ha interesado es la parte dedicada a analizar, o  más bien describir, cómo fueron las deportaciones en los distintos países y territorios y cuál fue la distinta reacción de la población de esos lugares. Así, por ejemplo, el contraste entre lo que pasó en Bulgaria (de lo que ya había leído algo en Todorov) y en Rumanía me parece algo realmente difícil de comprender. Esta parte que me ha interesado abarca más o menos un tercio del libro. Otro tercio se dedica a estudiar los diferentes momentos en que se planteó el tema de cómo “solucionar” el problema de los judíos y las distintas opciones que hubo y, finalmente, el resto a discusiones más o menos jurídicas y en algún caso morales. Reconozco que, sobre todo en esta última parte, que forman los primeros capítulos del libro así como el epílogo y el post scríptum, me he perdido en la argumentación en más de una ocasión.
En todo caso, lo que es claro es que se trata de mucho más que un informe sobre el juicio a Eichmann. En muchos momentos es más un informe sobre el Holocausto que es cuando, como decía, el libro alcanza mayor intensidad e interés.
Hace dos días se publicó un excelente artículo sobre las repercusiones que ha tenido la película que de alguna manera reproducen algunas que tuvo el libro en su día y que me parece un buen punto de partida para enfrentarse al texto.
Un libro de casi obligada lectura para quienes estén interesados en el tema. Por cierto, es curioso que en la traducción española se haya omitido el subtítulo, Sobre la banalidad del mal,  que incluso se menciona un par de veces en el libro y que es una de esas frases que ha pasado a la historia y que se utiliza muy frecuentemente.
 
Hannah Arendt, Eichmann en Jesusalén

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