Relato largo o novela
corta da lo mismo. Lo importante es que,
en un pequeño espacio, el autor es capaz de reflejar y contar varias cosas.
Apenas hay una referencia temporal, la aparición de Beria en un burdel, con la
que nos da a entender que estamos en la época del estalinismo sin más referencias
como no sea ese tren con destino y pasajeros desconocidos, pero que no parece
ser en ningún caso algo bueno para quien en él vaya.
Un tanto kafkiana en algún
momento y siempre intrigante. Aunque la obra no está mal, los comentarios de la contratapa me parecen exageradamente elogiosos. (“El libro más extraordinario de este año”.)
Hay un epílogo del traductor que, sinceramente, no sé muy bien a qué viene.
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