Llorar,
llanto
Me incorporé lleno de
vergüenza y de asco, me senté en el banco sollozando. Tenía arte para llorar.
Me había procurado muchas ventajas en la vida y también algunos problemas.
Cuando tu debilidad es tu fuerza, llora. Porque llorar desconcierta al prójimo,
que no sabe qué hacer. Espera violencia y ésta se disuelve en un charco de
lágrimas.
John Fante, La hermandad de la uva
Educación
Poco después (probablemente se haya producido un
cambio de ministro en una reorganización del gobierno), el Ministerio de
Educación anuncia que, a fin de mostrar su aprecio por las personas que
trabajan en la educación y la dignidad de quienes están estudiando, los alumnos
pasarán a denominarse oficialmente “educandos”. La degradante palabra “alumno”
es propia de un pasado discriminatorio. Y lo que se decide en los exámenes
finales después de años de ser “educando” se llama ahora “resultados
académicos”. Las notas han dejado de existir.
Nadine Gordimer, Mejor
hoy que mañana
Política
-¿Cómo creer
que esos mismos líderes de los camaradas han olvidado lo que fueron y aquello
por lo que lucharon y que han cambiado la libertad por sobornos y dinero?
(Se refiere a
los dirigentes del CNA)
Nadine Gordimer, Mejor
hoy que mañana
Quien ha sufrido la tortura, ya no puede sentir el
mundo como su hogar: la ignominia de la destrucción no se puede cancelar. La
confianza en el mundo que ya en parte se tambalea con el primer golpe, pero que
con la tortura finalmente se desmorona en su totalidad, ya no volverá a
restablecerse. En el torturado se acumula el terror de haber experimentado al
prójimo como enemigo: sobre esta base nadie puede otear un mundo donde reine el
principio de la esperanza.
Jean Améry, Más
allá de la culpa y la expiación. Tentativas de superación de una víctima de la
violencia
Patria
Pero aún sigo convencido de que es preciso tener
compatriotas en las calles de pueblo y ciudades, si se quiere gozar a fondo de
los compatriotas espirituales, y de que un internacionalismo cultural sólo
puede crecer pujante sobre el terruño de la seguridad nacional.
Jean Améry, Más
allá de la culpa y la expiación. Tentativas de superación de una víctima de la
violencia
Patria
Digámoslo una vez más con toda claridad: no existen
“nuevas patrias”. La patria es la tierra de la infancia y de la juventud. Quien
la ha perdido, se convierte en un errabundo, por más que en el extranjero haya
aprendido a no tambalearse como un borracho y a hollar el suelo sin temor.
Jean Améry, Más
allá de la culpa y la expiación. Tentativas de superación de una víctima de la
violencia
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