“Tal vez debería mostrar mis cartas: soy un gran fan de Judt. En mi
opinión, todo lo que escribió desde sus primeros libros sobre la izquierda
francesa a mediados del siglo xx hasta sus mordaces ensayos de la New York Review of Books, se distingue
por una notable agudeza, honestidad y perspicacia intelectual.” (Dominic
Sandbrook, Literary Review, en la
solapa)
“Ya sea analizando a Marx o a los hermanos Marx, la Unión Europea o la ONU,
Oriente Próximo o la función social de los ferrocarriles, la capacidad y la
claridad de Judt son magistrales. Lejos de tratarse de esos rescates forzados
que suelen caracterizar las publicaciones póstumas, esta es una gran
incorporación a la obra de Judt.” (Max Liu, The
Independent, en la faja)
Después de leer ambas citas, ¿qué más se puede decir? Desde luego, y en
primer lugar, dar las gracias a la editorial Taurus por poner al alcance de los que no sabemos inglés la obra de
este extraordinario y polifacético intelectual británico-estadounidense. He
leído todos los libros traducidos hasta ahora salvo uno, y reconozco que en
todos he encontrado elementos para la reflexión y con todos he disfrutado de su
lectura.
Este que nos ocupa recoge 28 textos de muy variada índole pues van desde
reseñas críticas de libros (la que hace sobre la Historia del siglo xx de E.Hobsbawm me parece especialmente buena);
a artículos, en The New York Review of
Books principalmente, sobre temas muy variados: desde los problemas de
Oriente Próximo a la función de ferrocarril pasando por el sentimiento
antiestadounidense en el mundo; incluyendo también un texto inédito y una conferencia.
En todos ellos aparece Judt en estado puro: polemista implacable a veces, intelectual
sin prejuicios ideológicos aunque políticamente socialdemócrata y gran defensor
del Estado del Bienestar, judío antisionista y muy crítico con la política del
estado de Israel,… En fin, alguien cuya lectura siempre aporta sugerentes reflexiones
y que demuestra un gran conocimiento de los temas que trata claro que, como
afirma en la página 141: “La primera obra de Hannah Arendt que leí, a los
dieciséis años, fue Eichmann en Jesusalén:
un estudio sobre la banalidad del mal.” A esa edad, y nací un año después
que Judt, yo pasaba el tiempo hablando de fútbol y jugando al tute y al mus.
Dejo a continuación otras dos citas del libro. La primera me ha llamado la
atención porque no entiendo los calificativos que utiliza, y no estoy de acuerdo con ellos; de la segunda
destacaría su gran actualidad y lo mucho que se utilizan esas ideas hoy por
aquí.
“Pero una vez que los baby boomers
empiecen a jubilarse (hacia 2010) (está
escrito en 1996), la presencia de una amplia, frustrada, aburrida, improductiva
y definitivamente poco saludable población de gente mayor podría convertirse en
una importante crisis social.” (p.47)
"Durante los últimos treinta años, en gran parte del mundo angloparlante
(aunque no tanto en Europa continental y en otros lugares), para decidir si
debíamos apoyar una propuesta o iniciativa, no nos hemos preguntado ¿es buena o
mala?, sino ¿es eficaz?¿Es productiva?¿Sería beneficiosa para el producto
interior bruto?¿Contribuirá al crecimiento? Esta propensión a soslayar las
consideraciones morales, a limitarnos a interrogantes sobre pérdida y beneficio
–cuestiones económicas en el sentido más estrecho- no es la condición humana
instintiva. Es un gusto adquirido.” (p.320)
Tony Judt, Cuando los hechos cambian
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