viernes, 9 de octubre de 2015

Profundizando en un buen descubrimiento




 
“Creo que acabo de descubrir a otro autor que me va a dar más de una alegría pues hay varios libros suyos publicados por la editorial Acantilado.” Perdón por la autocita, pero es que  esto que escribía en abril de este mismo año  se va confirmando con cada nuevo libro que leo de Saroyan.
Un texto otra vez de poco más de 200 páginas, pero muy diferente en su tema y desarrollo a los anteriores. Una historia que narra la vida cotidiana de una familia que va a descansar una semana en el campo junto a una pequeña población en la casa de un hermano del padre; allí se relacionará con otros miembros de la comunidad en un buen ambiente también familiar, pero, de forma casi imperceptible, se van notando algunas cosas que terminarán cambiando el rumbo de la historia y convirtiéndola en una verdadera tragedia. Creo que no se debe contar más sobre el contenido del libro que, además, es algo que suelo hacer pocas veces en mis comentarios.
Es un libro que engancha por cómo está narrado, por contener unos espléndidos diálogos sobre todo de los padres con los hijos (estos tienen 5 y 6 años) y de los hijos entre sí, por ir introduciendo elementos de tensión muy poco a poco y por un final que deja un mal sabor de boca y una cierta tristeza. Además, el autor construye personajes verosímiles y con reacciones humanas creíbles; son gentes de carne y hueso.
Por lo dicho, es obvio que el contenido del libro no es un reflejo de su título ni mucho menos.
Muy recomendable.
 
William Saroyan, Cosa de risa

No hay comentarios:

Publicar un comentario