Tras reencontrar a Ford en Canadá he aprovechado para seguir conociendo más su obra. Hace poco
comentaba la última publicación en castellano, Francamente Frank, y hoy la reciente reedición de uno de sus primeros
libros que, además, escribió inmediatamente antes del primero que yo leí de él,
El día de la independencia.
Apenas 190 páginas le bastan para contar una historia en la que hay
muchos sentimientos, varios descubrimientos y, sobre todo, una narración
magnífica que hace costoso separarse del libro aunque sea solo por un rato. Novela
de iniciación como se dice en la contraportada, pero sobre todo novela escrita
con una cadencia y un ritmo muy ajustados a lo que nos está contando.
Este autor tiene la difícil cualidad de ser capaz de
gustar tanto con un libro de 500 o 600 páginas, como con una novela corta como
la que comento o con los relatos de 50 páginas. En este sentido se puede decir
que es un todoterreno. Habrá que seguir insistiendo.
Para un comentario un poco más extenso dejo el
siguiente enlace.
Richard Ford, Incendios
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