Profesor
Déjenme que les diga que los profesores son unos
impostores de tomo y lomo y de la peor especie, pues pretenden una vida
imposible, una eterna y ociosa juventud existencial. Esto les crea terribles
decepciones y les lleva a alejarse de la verdad.
(…)
En mi opinión, todos los profesores tendría que
dejar de dar clases a los treinta y dos
años y no se les debería permitir volver a ejercer hasta que no tuvieran
sesenta y cinco, para que pudieran vivir sus vidas en lugar de enseñarlas;
vivir vidas llenas de ambigüedad, provisionalidad, rendimiento y asombro. No
deberán explicar nada públicamente hasta que estuvieran tan cerca del final que
ya no pudieran hacer otra cosa.
Richard Ford, El
periodista deportivo
Profesor
Tanto los profesores autoritarios como los miedicas
son personas mediocres. En este sentido la palabra “secundaria” lo dice todo.
Para guardar las apariencias, te enseñan distintas asignaturas, pero en
realidad de lo que se trata es de someterte durante esos años a una mediocridad
asfixiante. Ningún lugar apesta tanto a mediocridad como un instituto.
Herman Koch, Estimado
señor M.
Edad,
Memoria
Le ocurre a menudo, pero en su propio despecho:
relee algo que escribió meses atrás, y cada palabra vuelve a ser nueva. Pero
aún: ni siquiera recuerda haber escrito ese texto. Es una de las ventajas dela
edad. Olvidar Una cosa vieja puede parecer nueva incluso al día siguiente.
Herman Koch, Estimado señor M.
Educación,
Lectura, Literatura
-
Usted trabaja en educación, me imagino.
-
Doy neerlandés en secundaria.
-
Eso me temía. En su pregunta detecto la
otra gran confusión, a saber: que hay que conseguir que los jóvenes, o los
mayores, o los minusválidos, o los vegetarianos, lean. Eso no es necesario en
absoluto. No tenemos que querer conseguir que nadie lea, del mismo modo que no
tenemos que conseguir que vayan al cine, escuchen música, practiquen sexo o
beban alcohol. Un instituto no es lugar para la literatura; su sitio está más
bien en la lista que acabo de enumerar; con el sexo y las derogas, con todas
las cosas que disfrutamos sin que nos obligue nadie. ¡Lecturas
obligatorias!¿Cómo se les ocurre algo así?
Herman
Koch, Estimado señor M.
Identidad
Dicen que no me interesa lo que significa ser
húngaro. No, les respondo, a mí me interesa lo que significa ser.
Imre Kertész,
La última posada
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