viernes, 15 de julio de 2016

Vida y reflexiones de un Nobel de literatura



“Una y otra vez me pregunto si no soy demasiado monótono escribiendo ya mi cuarto cuaderno de diarios, aunque creo que sólo me formulo esta clase de preguntas por el efecto de las malignas críticas publicadas en Hungría.” (p. 172)

Una buena reflexión que, por un lado acierta, la monotonía y, por otro, refleja una de sus obsesiones, el trato que recibe en su país de origen.
El libro se compone de cuatro partes: en dos recoge sus diarios y en las otras dos escribe en forma más novelada sobre su vida o una historia sobre Lot.
Para mí, la primera parte, titulada Secreto a voces, es con mucha diferencia la más interesante y la que más me ha enseñado sobre el autor y sobre otros temas. En ella hay muchas reflexiones sobre la creación literaria (angustia, miedos,…); fuertes críticas de todo tipo (político, cultural, mentalidades,…) a Hungría;  alusiones continuas a su condición de judío y al antisemitismo que se está instalando en Europa (aquí critica de forma un tanto velada la política de inmigración europea y ataca de manera bastante furibunda a los musulmanes); innumerables referencias musicales, tema en el que parece ser un verdadero experto en la música clásica y, sobre todo, alguien que disfruta enormemente con ella; menciones muy abundantes a los efectos, no siempre positivos, que ha tenido la concesión del premio Nobel de literatura y, finalmente, Auschwitz que es una presencia casi constante en esta parte como lo son el suicidio y la muerte.
Sin embargo, la tercera parte que también contiene sus diarios, está muy centrada en su vida cotidiana y hay bastantes menos reflexiones.  Además tiene un punto de vista muy sombrío (la enfermedad, la soledad, la dificultad de la escritura, la muerte,…) y resulta, como apunta el propio autor en el texto antes citado, bastante monótona pues se repite muchas veces el mismo tipo de hechos y de emociones. También tango que decir que resulta una lectura bastante deprimente por el deterioro físico y la constante obsesión de la cercanía (que luego no fue tal) de la muerte
Las dos partes noveladas no me han gustado.
En resumen, un libro con algo más de 100 páginas sugerentes sobre la vida de un autor del que solo he leído tres de los varios  publicados en castellano, pero que me parece un buen escritor y un personaje peculiar por el rechazo que muestra a su país del que pueden ser un buen ejemplo los siguientes fragmentos: 

“Este país se encuentra en una situación tan grave que sólo espera cierto alivio de la mentira.” (p.26)
“Se adueña de mí la autocompasión cuando pienso que he pasado gran parte de mi existencia en la dictadura maligna de un país maligno y provinciano,...” (p.36)
“(…) el odio enfermizo, implacable y gratuito que domina y guía a los hombres en este país.” (p.57)
“Tampoco entiendo al país del que soy ciudadano. ¿Qué tengo yo que ver con la Hungría de los soplones? ¿Qué tengo yo que ver con la moral de agentes de la policía secreta que ha dado forma a este país? “(p.89)





Imre Kertész, La última posada

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