Aunque ya se han publicado en España varios de sus
libros, todos por Periférica, este es
el primero que conozco y leo de esta autora dominicana. Siempre es interesante
conocer escritores y si es de este tipo de países, mejor. En los últimos
tiempos ha sido el guatemalteco Eduardo Halfon el descubierto. Suelen ofrecer
historias diferentes y, sobre todo, un lenguaje muy personal.
Indiana narra las peripecias de Argenis Luna, hijo
de un revolucionario dominicano en su tiempo que ahora está en el poder,
primero en La Habana, donde acude para hacer una cura de desintoxicación, y
luego en Santo Domingo al regresar más o menos rehabilitado.
La historia le permite a la autora mostrar aspectos
de la vida y situación de dos generaciones y, con ello, algo de la historia de
la República Dominicana y algo también de Cuba. En este sentido se muestra muy
crítica con la generación de los padres que lucharon contra Trujillo y que
ahora, una vez llegados al poder, se han acomodado. Valgan como ejemplo los
siguientes fragmentos:
“Qué pensaría su padre, el José Alfredo Luna actual,
de todo esto. El tiempo había extraído aquellas consignas de su boca como
muelas picadas para sustituirlas por el buen diente con el que él y sus
compañeros del partido consumían mariscos y Black Label todos los días.” (p.
46)
“Qué fácil era colgar la foto enmarcada del
comandante en la sala del apartamento en Naco, con la nevera repleta de quesos
importados, vegetales frescos y diez libras de churrasco. Carne que su padre
consumía rare con una botella de Marqués de Murrieta varias veces por semana
desde que tras el primer triunfo del PLD en el 96 tomara unas clasecitas de
etiqueta y protocolo.” (p. 93)
Por otro lado, Argenis, el hijo, cuando se plantea
lo que sabe hacer para encontrar un trabajo se da cuenta de que:
“Sabía reconocer la cocaína cortada con acetona.
Fabricar excusas. Recostarse en los otros. Preparar una jeringuilla de manteca.
Hincársela. Sabía hacer arroz, un arroz empegotao y desabrido.“ (p. 89)
No es muy optimista la autora con lo que pueda hacer
la generación actual para transformar la realidad del país:
“Décadas de saqueo sistemático, de escuelas públicas
que eran granjas de contención, de mierda en pote, habían esculpido esta marea
de ojos sin horizonte. ¿Quién podrá defenderlos? Pensó Argenis, ahora que los
elegidos se han convertido en rumiantes. ¿Le tocaba a él? ¿ A sus frívolos
amigos? “Esto no tiene remedio”, dijo en voz alta (…)” (p.190)
Me he centrado en el tema político en sentido amplio
porque, creo, que es el más y mejor tratado en un libro del que, por otra
parte, yo destacaría la escritura y el lenguaje (este, por cierto, no siempre
entendible por algunos giros y expresiones coloquiales de la zona.)
Un libro original, bien escrito y que refleja
aspectos de la realidad de un país muy desconocido por aquí.
Hay una interesante entrevista de Andrea Uribe con
la autora en eltiempo.com.
Rita Indiana, Hecho
en Saturno.
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