Este es el cuarto
libro de la serie que la revista 5W está dedicando a la profesión periodística.
Libros que consisten en una larga conversación entre dos periodistas de generaciones
diferentes. En este caso son Maruja Torres, de la que he leído bastantes
artículos, reportajes y varios de sus libros entre ellos: Mujer en guerra
y Amor América (este con especial atención por la coincidencia de
amores), y Mónica G. Prieto a la que, por el contrario, apenas conozco por ver
sus libros en colaboración con Javier Espinosa en los estantes de las
librerías. Este desconocimiento se debe a mi poca atención desde hace tiempo a
la política internacional de la que, sin embargo, fui un gran seguidor en los
noventa. Tras leer la conversación con Torres me he dado cuenta de que me he
perdido cosas muy interesantes de
Prieto.
El libro, como
todos los de esta colección, es una larga conversación entre ambas periodistas,
recogida en parte en las 139 páginas del libro, que está dividida en 5
capítulos que se corresponde cada uno con una de las famosas W. Ahora bien,
excepto la primera, Why, en la
que cada una hace la presentación de su contertulia, en el resto no se sigue el
significado de la W a rajatabla y ambas hablan de los temas según van
surgiendo.
Así, la
conversación va transcurriendo desde aspectos concretos de su trabajo
profesional, a reflexiones sobre la profesión periodística, pasando en algunos
momentos por algunos temas más personales en los que el feminismo ha jugado un
papel importante.
Si para Prieto fue
Chechenia uno de los momentos más relevantes de su trabajo, para Torres lo fue
el Líbano, lugar donde, por cierto, coincidieron y se conocieron. En general se
puede afirmar que es Oriente Medio la zona que más aparece a lo largo del libro
ya que Prieto ha estado en los conflictos de Irak y Siria, y para Torres Beirut
es su segundo hogar. Y sobre todo porque ambas no tienen sino buenas palabras
sobre los árabes de los que afirman que “hay muchas cosas de los que todos
podríamos aprender” como: “la gran capacidad de ternura”, “el respeto a los
mayores” “lo amables que son con los niños”, “la hospitalidad con el
extranjero, “el respeto” o que “tienen mucha humildad”. (p. 102-103)
Es interesante
también, desde otro punto de vista, la idea que plantean y desarrollan de cómo
lo sucedido el 11-S supuso un cambio en la forma de hacer periodismo o la feroz
crítica que hacen sobre la actuación de los gobiernos europeos en la crisis
migratoria que lleva a Torres a afirmar que: “Europa ha perdido su alma con su
comportamiento con los refugiados” y un poco después y en la misma línea “¿Cómo
puede ser que no dejes entrar a los refugiados y dejes a ese fascista húngaro y
a ese polaco ahí”. (p. 76-77) Palabras estas últimas de rabiosa actualidad en
estos días (el libro se publicó en diciembre de 2017).
Y ya que estoy
citando, dejo a continuación algunas frases de ambas que creo que son un buen
reflejo de su forma de pensar y también de su forma de hacer:
“Eso lo llevo cada vez peor. La oenegé o el periodista que quiere ser noticia. Uno de los grandes valores del reporterismo y de la vida es la humildad. No creerte tú la noticia.” (p.37, Prieto)
“Ir a la ópera: yo iba a todas partes, hasta follaba pensando en el reportaje. ¡Era tan apasionante! Por Dios, ¡qué bien me lo he pasado!” (p. 42, Torres)
“Si no quisiéramos
saber, si no leyéramos prensa, seríamos mucho más felices y menos pesimistas.”
(p. 113, Prieto)
Todos los libros de esta colección son absolutamente recomendables y aseguran una lectura gratificante en la que hay un poco de todo: información, opinión, apuntes personales, anécdotas humanas, conflictos, guerras, reflexiones,… Además, todos los que conversan, tanto los “mayores” como los “jóvenes”, están repletos de experiencias que saben transmitir de manera admirable.
Hay una buena reseña de Beatriz Garza en
unlibroaldia.blogspot.com.
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