Hace unos años titulaba mi
comentario sobre otra novela de la autora, Wakolda, “Leída de un tirón”, tal es
la capacidad narrativa y de tensión que tenía Puenzo en ese libro. Con este que
ahora comento pasa algo parecido.
Puenzo además de una buena
escritora es también directora de cine y como tal ha cosechado más de un
premio, incluidos el del jurado de Cannes o el Goya a la Mejor película
Extrajera. Esta segunda dedicación se nota bastante a la hora de escribir. Me
pasó ya con la lectura de Wakolda que, por cierto, se llevó al cine con una
buena película, y me ha vuelto a pasar con estos invisibles, según se lee los
paisajes y los personajes toman cuerpo con bastante facilidad, es decir,
favorece mucho que el lector tenga una visión de todo lo que sucede.
La historia es bastante
sencilla: unos niños de la calle, en concreto un niño de 6 años, su hermana de
15 y otro chico de 16, son “contratados” por una persona para que roben
pequeñas cantidades en casas de Buenos Aires. Dada su habilidad, “vende” sus
derechos a otro que los llevan a Uruguay para que sigan robando en este caso en
una urbanización de nueve chalets de alto standing.
Aquí se toparán con algunos problemas.
Anécdota, pues, sencilla,
pero magníficamente contada, con algunos momentos muy originales y con unos
personajes muy peculiares como, por ejemplo, esa niña que habita en uno de los
chalets que no habla porque no quiere, un personaje que habría dado seguramente
para más de lo que le permite la escritora.
Una lectura entretenida e
interesante porque es también un buen reflejo de las diferencias sociales en
esa zona.
Hay una interesante
entrevista de Julio Diz con la autora en elrevisionista.blogspot.com.
Lucía Puenzo, Los invisibles.
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