Hace muchos años que tengo mi perfil en Facebook. Hoy tengo
150 “amigos” y nunca he pasado más allá de los 200. Lo he utilizado para saber
cómo les estaba yendo a exalumnos, la mayoría de los amigos lo son, y también a
otro grupo de amigos. Pocas veces lo he utilizado para mostrar ideas políticas
y, desde luego, de eso hace ya tiempo. Ahora me limito a dejar constancia de
las entradas que hago en el blog y a poner alguna foto de vez en cuando.
Con estos antecedentes se entiende que mi interés por este
libro no viene de mi uso de esta red social, sino de lo mucho que se ha hablado
de ella, y de sus posibles manipulaciones, en los últimos años. Como afirma
Ramón González Férriz en su reseña del libro en elconfidencial.com:
“Pero el libro de Frenkel y Kang
se centra más en las numerosas ocasiones en que Zuckerberg y Sheryl Sandberg,
su número dos y la mujer que lleva el día a día de la compañía, han
metido la pata de manera catastrófica, provocando problemas
de seguridad nacional o brechas en la privacidad que
probablemente fueron delictivas, potenciado las amenazas de
genocidio en un país como Birmania o poniendo en riesgo
la salud mental de sus miles de millones de usuarios”.
(Subrayado en el original.)
A lo largo de los 14 capítulos en
los que haa dividido el texto y sus 332 páginas, las autoras, dos periodistas
de The New York Times, basándose en
más de mil horas de entrevistas y en correos electrónicos, informes y
documentos técnicos de altos cargos, cuentan desde los orígenes de esta red, en
un capítulo muy resumido pero muy interesante, hasta la actualidad centrándose
en los aspectos más discutibles de su actividad. Así: la penetración de piratas
rusos en la campaña electoral, el asunto de Cambridge Analytica, la terrible
actuación en Birmania que tuvo como consecuencia la pérdida de gran número de
vidas humanas, la pasividad ante la existencia de un vídeo falso de Nancy
Pelosi o las controvertidas compras de Instagram y WathsApp. Esto es, han
elegido los temas que han generado más polémica y que han llevado a que
Zuckerberg haya tenido que intervenir en alguna comisión del congreso para
explicar determinadas actuaciones.
No se puede decir que la red salga
muy bien parada de este repaso. Sin menospreciar los aspectos positivos que
pueda tener, las reporteras se centran en los más negativos porque resultan
realmente peligrosos tal y como cuentan lo que ha estado sucediendo.
Un ejemplo lo tenemos en la
siguiente respuesta de Sheryl Sandberg:
“Cuando algo sea desinformación, es decir, cuando algo sea
falso, no lo eliminaremos –dijo con semblante monótono-, porque consideramos
que la libre expresión exige que la única manera de combatir la mala
información es una buena información”. (p. 274)
En esta frase está una de las claves de alguno de los
problemas. Me refiero a la insistencia en la libertad de expresión, algo muy
loable pero siempre que no se le otorgue el carácter casi absoluto que parece
deducirse de esas palabras de la mano derecha del fundador de la red.
Por otra parte, cuando explican lo sucedido en Birmania con
los ataque a la minoría musulmana queda al descubierto lo nefasto de esta idea
si no se aplica correctamente. Además, en ese caso ni siquiera contaba Facebook
con moderadores que conocieran el idioma porque, otra de las sorpresas de la
lectura del libro, es ver cómo Facebook desconoce la realidad de la mayoría de
los países en los que se implanta.
Por todo lo visto en el texto las autoras concluyen en el
penúltimo fragmento del libro:
“A lo largo de los diecisiete años de historia de Facebook,
las enormes ganancias de la red social se han gestado repetidamente a expensas
de la privacidad y seguridad del consumidor y la integridad de los sistemas
democráticos. Y, sin embargo, nunca se han interpuesto en el camino de su
éxito. Zuckerberg y Sandberg crearon un negocio que se ha convertido en una
máquina imparable de generar beneficios y que podría resultar demasiado
poderosa para disolverla”. (p. 332)
Un libro muy interesante aunque es demasiado prolijo en sus
informaciones sobre todo para un lector español que desconoce la mayoría de los
personajes que en él aparecen mencionados. Hay que tener un poco de paciencia y
centrarse en los momentos y en los temas que más puedan interesar. A mí, por
ejemplo, los orígenes, lo sucedido en Birmania o los diferentes momentos en los
que se habla de las polémicas con Trump, son los aspectos que más me han
interesado, aunque el resto también merezca la pena.
Sheera Frebkel y Cecilia Kang, Manipulados. La batalla de Facebook por la dominación mundial.
Traducción Juan Rabaseda Gascón, Teófilo de Lozoya y Efrén del Valle Peñamil.
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