Esta escritora
rosarina ha sido uno de mis grandes descubrimientos de este año. Ya en el primer trimestre leí las dos novelas
que la editorial Las afueras había
publicado. Me impactaron por la gran fuerza narrativa que tienen y los temas
tan poco habituales que trata. Por lo que se dice en la solapa de sus libros son
varias las publicaciones de cuentos previas a sus novelas y, precisamente, hoy
comento una de ellas, no sé si la última, pero sí la que se acaba de editar en
España por la misma editorial.
No era muy
aficionado a la lectura de cuentos o de relatos, pero es cierto que hace ya
tiempo que poco a poco me he ido aficionando y ahora leo de vez en cuando
alguna colección generalmente de escritores que me gustan por sus novelas.
Este es uno de
esos casos. En esta edición se recogen cinco cuentos (no sé diferenciar bien el
cuento del relato, pero eso no importa demasiado) todos con protagonistas
femeninos. En todos se aprecian algunos aspectos del estilo de Travacio: las
frases cortas e incluso muy cortas o esa tensión sobre qué está realmente
pasando y, sobre todo, qué puede llegar a pasar. Más de uno de estos cuentos yo
los catalogaría como de suspense.
Se abre el
libro con un relato sobre una mala relación madre/hija; en el siguiente a una
mujer le ha desaparecido el marido; y en los tres restantes hay un personaje que
aparece en todos aunque no sea la protagonista nada más que en el primero
cuando, tras enviudar, las amigas la animan a tener una relación romántica que
tendrá un sorprendente final (algo que, por otra parte, sucede en otros también);
en el cuarto reaparece también Elena, la mujer cuyo marido desapareció, en un
cuento que se desarrolla en una isla del Tigre, algo que me ha traído muchos
recuerdos de cuando estuve por allí; el último me ha parecido algo farragoso y
me ha gustado menos.
En fin, mejor
no contar más del contenido, pero sí insistir en la magnífica capacidad narrativa
que tiene esta escritora que termina ejerciendo una cierta capacidad hipnótica
sobre el lector. Creo que esto tiene mucho que ver con el planteamiento de cada
relato y con la buena utilización tanto de la tercera persona como del monólogo,
así como de un lenguaje muy cuidado y adecuado a cada personaje.
Hay buenas
reseñas en dos medios argentinos: la de Verónica Boix en lanacion.com.ar y la
de Inés Hayes en pagina12.com.ar.
Mariana
Travacio, Me verás caer.
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