Hace más de dos años recomendaba encarecidamente el
libro que esta periodista escribió sobre Angela Merkel. Un libro que explicaba
muy bien la personalidad y la obra de esa gran política alemana, que lo es más
allá de que se compartan o no sus ideas. Ahora tengo que recomendar, ya desde
el inicio del comentario, este otro magnífico ejemplo de cómo informar con
rigor, claridad y al mismo tiempo de forma amena sobre la realidad de ese
complejo país que es el Reino Unido.
El libro está dividido en tres partes bien
diferenciadas por la zona que recorre y describe, así como por las realidades
sociales que abarca.
La primera está centrada principalmente en las
élites y dedica mucho espacio a explicar cómo se reproducen gracias a un
sistema educativo que lo favorece. Así, los internados, los centros privados o
la universidad de Oxford (hay otras, claro, pero el libro habla de esta).
Además, los clubs de debate como el de Eton o los clubs de “descanso” y
relaciones sociales en alguno de los cuales aún no pueden ser socias las
mujeres. Cuenta también cómo los acentos del norte de la isla se consideren
como de “gente menos inteligente o de “gente menos educada”.
La segunda, Más
allá de Londres. El muro rojo, la centra fundamentalmente en dos lugares
que están en plena decadencia. Por un lado, Blackpool que fue lugar de veraneo
en el norte, pero que tras la crisis económica y la caída de la industria de la
zona también entró en crisis y, por otro lado, Bradford, una ciudad con una
gran minoría de habitantes procedentes de Pakistán y de la zona del sudeste
asiático en general. De lo narrado sobre estas zonas se pueden apreciar las
enormes diferencias regionales que existen en el país: un norte más empobrecido
y decadente frente a un sur que mantiene su poder económico.
En la tercera recorre los dos lugares donde el
nacionalismo no inglés tiene fuerte presencia como son: Irlanda del Norte y Escocia.
Del primer territorio escribe bastante sobre los problemas de los años setenta
del siglo pasado y de cómo permanecen aún latentes, y del segundo sobre el gran
tema de la independencia.
Para elaborar el libro, Carbajosa se basa sobre todo
en su presencia en los distintos lugares y en una serie de entrevistas con
personajes de lo más variado que van desde el exalcalde laborista de Londres a
una escultora nacionalista en Escocia, pasando por una mujer que ha creado una
asociación de ayuda social en Blackpool, a un empresario en Rotherdam o un
líder comunitario en Bradford; todo esto además de bastantes expertos en los
diferentes temas que se tratan en el libro. Algo que me ha llamado la atención
es la poca presencia de mujeres entre los entrevistados.
Aunque no lo he mencionado hasta ahora, es evidente
que detrás de gran parte de lo que se cuenta y de alguno de los problemas que
se explican está el Brexit, presente a lo largo de todo el texto. Un Brexit del
que, además, se van dando los datos de apoyo en el referéndum de 2016 en los
distintos lugares que se visitan, datos realmente significativos e ilustrativos
de esa realidad social y política.
Si al interés de todos estos temas le unimos la
buena utilización de los datos, pocos pero relevantes, y la gran capacidad
narradora de la autora, se puede decir que estamos ante un libro que, como
decía al principio, es muy recomendable. Un libro en el que se pueden aprender
bastantes cosas, pero que además es enormemente entretenido.
También son recomendables las series de televisión
que menciona. La mayoría las he comentado en su momento en el blog.
Ana Carbajosa, Una
isla a la deriva. Un viaje por las grietas del reino desunido.
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