martes, 19 de septiembre de 2023

Novelón sobre la posguerra



Este autor ha aparecido ya en el blog por varios de sus libros con la curiosidad de que uno de ellos, El día de mañana,  lo ha hecho dos veces porque mi penosa memoria me llevó a releerlo sin darme cuenta de que ya lo había leído (¡y en el lapso de solo tres años!). Valga esta introducción para demostrar que es un escritor que me interesa.

El que ahora comento es un auténtico novelón, 698 páginas, sobre la posguerra española pues abarca de noviembre de 1939 a septiembre de 1945. Novelón no solo por su tamaño sino, creo, por su intención de dejar constancia de la mayoría de las cosas que estaban pasando.

Para ello, convierte a la ciudad de Madrid en protagonista (idea que obtengo de la magnífica reseña de Ricardo Baixeras en epe.es). Una ciudad por la que circulan personajes reales como los falangistas Ridruejo o Arrese o los comunistas Monzón, Quiñones y Trilla y un conjunto de personajes de ficción que convierten la historia en una historia coral; personajes que van desde Valentín, el exmilitante de las juventudes comunistas que termina siendo policía de la brigada político- social tras denunciar previamente a muchos “rojos”, a Basilio, profesor represaliado y padre de Gloria, novia de Eloy, militante comunista que también estará en el maquis o Matías Revilla el típico aprovechado que se dedica a ir recogiendo lo que de valor queda en edificios vacíos porque sus dueños huyeron, y así hasta unos treinta que abarcan gran parte del espectro social de la época.

La novela está dividida en cinco libros. Tengo que reconocer que los que más me han gustado son los dos primeros porque son los más corales y los que reflejan mejor el ambiente asfixiante del momento: las depuraciones, las delaciones, el enchufismo para acceder a los trabajos, el estraperlo, la cárcel, los fusilamientos y, en general, la miseria no solo económica.

En el resto de los libros se va centrando más en algunos personajes, aunque sin abandonar ese carácter coral, y en temas como los problemas internos de la falange y, sobre todo, la lucha de los restos del partido comunista por reorganizarse, por un lado, y combatir militarmente en el maquis, por otro.

Como decía antes todo eso sucede en un Madrid que el autor demuestra conocer muy bien y haberlo trabajado para la novela. Gran parte de la trama se desarrolla en el barrio en que nací y viví muchos años, y los recorridos que hacen los personajes e incluso los tiempos que invierten en ellos están muy bien reflejados.

Martínez de Pisón es un magnífico narrador y, como han dicho de él algunos críticos, de la estirpe de Galdós o Baroja. Es un libro que cuesta dejar de leer y aunque creo que flojea algo en la parte intermedia vuelve a tomar impulso en el resto.

A mí por diferentes razones me ha traído muchos recuerdos pues nací poco después de esa época, viví como he dicho en ese espacio y conocí personalmente a Carmen de Icaza a la que se menciona en varios momentos.

Desde luego es un libro muy recomendable para quien quiera conocer la época desde un enfoque literario, eso sí no exento de conocimiento histórico como demuestra la bibliografía que cita el final del libro.

 

Ignacio Martínez de Pisón, Castillos de fuego.

 

jueves, 14 de septiembre de 2023

Peculiar visión del presidente J.F. Kennedy



 

Este libro tiene más de una docena de años y andaba perdido entre los pendientes. Al revisarlos este verano y ver el nombre de Mercurio me acordé de que es el creador de Line of duty, una de las series que más me ha gustado en los últimos años, y viendo además  la contraportada me llamó la atención el tema.

Mercurio ha escrito un libro muy audaz y realmente original en su planteamiento que no es otro que hablar del periodo presidencial de Kennedy, pero centrándose sobre todo en sus múltiples problemas de salud y sus también múltiples “aventuras” extramatrimoniales. Ambos aspectos se compaginan perfectamente con su actividad política ya que en el libro se narran, en algún caso con cierto detalle, hechos como: la invasión de Cuba muy al inicio de su gobierno, la construcción del muro de Berlín, la crisis de los misiles (a la que dedica bastante espacio), la ampliación de los derechos civiles y los inicios del conflicto en Vietnam.

Junto a ello, y desarrollándose al mismo tiempo, la ingente cantidad de fármacos que ingería y la gran cantidad de actos sexuales que practicaba porque, si no, le dolía horriblemente la cabeza.

Un ejemplo del estado de su salud en el siguiente fragmento:


“(…) el inventario completo de afecciones del presidente: la enfermedad de Addison, deficiencia tiroidea, reflujo gástrico, gastritis, úlcera péptica, colitis ulcerativa, prostatitis, uretritis, infecciones crónicas del tracto urinario, infecciones dérmicas, fiebres de origen desconocido, colapso vertebral lumbar, osteoporosis de la columna lumbar, osteoartritis del cuello y del hombro, colesterol alto, rinitis y sinusitis alérgicas y asma”. (p. 96)

 

Y un ejemplo de su actividad sexual y de lo cutre que era, al menos tal y como la refleja Mercurio:


-   " -Perdone, señor presidente, no sabía si quería que me quedara –dice ella.

Tiene una expresión ligeramente menesterosa. La puerta está cerrada y, consultando su reloj, él comprueba que faltan cinco minutos para la próxima cita.

-      -Dese prisa –dice, y se apresura a hacerle sitio debajo de la mesa”. (p. 292)


Es interesante también la presencia de ciertos personajes como: Frank (Sinatra aunque nunca da el apellido), Peter, (Lawford, su cuñado), Marilyn Monroe y Jruschov, por nombrar solo a los que más veces aparecen.

Hay muchas informaciones, muchas búsquedas a veces urgentes de “compañía” (habitualmente se trataba de secretarias o becarias que estaban ya en la Casa Blanca), muchas reuniones de diferentes médicos para ver qué tratamientos eran los más adecuados y, lógicamente, también muchas escenas con Jackie y sus hijos.

A mí particularmente me han gustado mucho dos entrevistas que tiene Kennedy: una con el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea y otra con Hoover (FBI). Ambas son cortas pero jugosas y creo que es donde Mercurio deja la mejor constancia del carácter, político, del presidente.

Evidentemente, estamos ante una novela y, por lo tanto, ante una obra de ficción si bien basada en bastantes textos algunos de los cuales el autor enumera al final del libro.

Sea más o menos cierto lo que se cuenta, el libro se lee con mucho interés y con bastante sorpresa porque una de las cosas que más llaman la atención es cómo alguien con esos problemas de salud podía atender la presidencia del más importante país del mundo en su momento, y en una época no precisamente tranquila si, además, tenía que satisfacer esas urgencias sexuales.

Como se dice en la completísima reseña hecha en yonosoyfunes.wordpress.com:

 

 (…) el autor no sólo lee bien al personaje, no sólo recrea de manera brillante su época y las decisiones que debió tomar, sino también escribe una novela extraordinaria por su claridad de estilo y sobre todo su capacidad de conducir, con mano segura, un relato que toca tantas y tan delicadas fronteras entre el sexo, el poder, la enfermedad y la muerte”.

 

Desde luego es un libro cuya lectura recomiendo porque también es enormemente entretenido.

 

Jed Mercurio, Un adúltero americano. Traducción Jaime Zulaica.

 

viernes, 8 de septiembre de 2023

Gran y grata sorpresa


Conozco bien la editorial Automática. Son muchos los libros que he leído en sus traducciones de autores rusos o de exrepúblicas soviéticas, de escritores de las diferentes repúblicas balcánicas y, sobre todo, del gran escritor chino Yan Lianke. De todo ello hay constancia en entradas del blog. Hago esta introducción porque me produjo sorpresa ver un libro de autor británico, escocés para más señas, que al leer la contraportada yo lo colocaría más bien en una editorial muy especializada en estos autores y temas como es Sajalín. Me extrañó, pero al mismo tiempo me animó a probar. Otro éxito más de esta editorial. Un libro realmente magnífico, no en balde ha obtenido varios premios literarios a pesar de la juventud de su autor.

El libro, que parece ser que tiene mucho de autobiográfico, narra las peripecias de Alan “Azzy” Williams en Glasgow entre 2004, cuando tiene 13 años, y 2012, cuando ha cumplido los 21. El joven pertenece a la banda callejera Young Tema Posse, YTP, que pelea constantemente con otras por el dominio de los barrios. Además, en sus reuniones consumen música, alcohol y drogas que les sirven también para darles ánimo para las peleas.

A lo largo de las 456 páginas que tiene el libro asistimos a muchos conflictos, raves, borracheras, situaciones límites con las drogas, etc., pero también a la evolución del protagonista, y de otros personajes, buscando una salida después de haber llegado al fondo que en el caso de Azzy consistió en frecuentes ataques de pánico. 

Se muestran también diferentes actitudes a través de un conjunto de personajes miembros de esa banda y de otra a la que se enfrentan, las relaciones familiares de los jóvenes y las relaciones que establecen con las chicas que están alrededor de la banda. Este último aspecto está centrado principalmente en las relaciones de Azzy con varias “novias”.

Hablando precisamente de una de estas aparece un buen resumen de la mentalidad que había entre esos jóvenes:

 

“Mónica había seguido con sus estudios y había empezado bachillerato. Estaba hablando de ir a la  universidad. Si te da por mejorar tu vida automáticamente te conviertes en alguien que se cree superior al resto. Todos piensan que se ha vuelto una pija o peor”. (p. 158)

 

Por completar la visión de los temas que se abordan en el libro, me ha parecido muy interesante el enfrentamiento católicos/protestantes que se manifiesta a través del fútbol. Yo conocía algo del tema por los equipos de Glasgow, Celtic y Rangers, pero Armstrong lo cuenta de una manera muy clara en un magnífico capítulo.

Se puede deducir por algo que decía antes, pero me parece que el libro es un manifiesto en contra de las drogas por la dependencia que crean y los efectos que causan, pero también es un texto en el que de forma implícita o explícita hay una fuerte carga de crítica social. Así, por ejemplo, en el siguiente fragmento que reproduzco a pesar de su extensión.

 

“Siempre había una rueda de identificación de los sospechosos habituales: tipos turbios que se conocen entre sí y peña que conoces del colegio. Esperan y esperan mientras unos graduados con un buen sueldo que no se les da mal esquiar, flotan altaneros ataviados con largas togas negras. La policía, los agentes de la ley, existen para proteger a los legisladores y decirnos al resto que no demos mucho por culo. Los ricos, los exitosos y los que sacan buenas notas juzgan a los pobres, a los desgraciados y olvidados, para ellos patanes incultos que solo valen para mandarlos a los servicios sociales y multarlos, condenarlos y encarcelarlos una y otra vez. Los juzgados son tan ceremoniales como las iglesias, igual de arcanos, igual de sagrados”. (p. 365)

 

Hasta ahora solo he hecho referencia al contenido, sin embargo, uno de los grandes valores de esta novela es la forma en que está escrita, sus magníficos diálogos, su fraseo corto y directo cuando es necesario, su lenguaje, pero también sus descripciones extensas, pocas en número pero interesantes. Un libro que, a pesar de su extensión, se lee en pocas “sentadas” porque está muy bien narrado y siempre está pasando algo interesante. Un libro, en fin, absolutamente recomendable.

Hay una buena reseña de Raúl Jiménez en indienauta.com.

  

Graeme Armstorng, The Young Team. Traducción Carolina Santano Fernández

 

martes, 5 de septiembre de 2023

Inclasificable pero hermoso


Debo la lectura de este libro a la recomendación de mi mujer que me habló de él como de un “libro bonito” y que, además,  conoce bien mi experiencia de la paternidad. He leído la mayoría de lo publicado por Zambra; me encantaron dos libros, pero hay otros dos que me defraudaron, precisamente los dos últimos que leí, por eso me mostraba reacio a este que tenía la pinta de ser algo “rarito”. Craso error.

Zambra nos ha regalado a todos, pero sobre todo a los padres, más aún a los que lo hemos sido más o menos recientemente y, ya en el colmo de los colmos,  a los que, como es mi caso, lo hemos sido a una edad que no es la habitual, nos ha regalado decía un libro muy hermoso, un texto en el que nos podemos ver reflejados en muchas de sus descripciones y reflexiones. También, en otra faceta muy interesante del libro, podemos hacerlo como hijos pues también hay textos desde esa perspectiva.

El libro está dividido en dos partes. En la primera se recogen textos que van desde una especie de diario de diferentes momentos del primer año de vida de Silvestre, que así se llama su hijo, hasta una larga reflexión sobre la lectura en un capítulo, Francés para principiantes, que me parece de lo mejor y más emotivo del libro. La segunda se centra más en una serie de relatos donde aparece también varias veces la figura del padre vista desde el hijo.

Lógicamente hay mucho de autobiográfico, pero también hay ficción si bien me atrevería a decir que también con muchos elementos de la biografía del autor.

Se me ocurren muchas reflexiones sobre un texto tan variado y con un tema que me afecta tanto personalmente (he sido padre por primera vez a los sesenta años; mi hijo tiene ahora 13), pero me apetece más que sean las palabras del propio Zambra las que lo hagan. He seleccionado tres fragmentos muy ilustrativos:

 

“Ahora, a los cuarenta y dos años, la paternidad ha sido para mí una verdadera fiesta. (…) Pero si tuviera que resumir estos ciento cincuenta y tantos días en una frase breve, mi telegrama diría: lo estoy pasando muy bien”. (p. 21)

 

“Toda persona que haya criado un hijo sabe que en muchas ocasiones la palabra felicidad inexplicablemente rima con la palabra lumbago”. (p. 24)

 (Esto, que  lo dice a los 226 días, yo lo firmaría desde el primero porque, además, estoy operado de hernia discal en la quinta lumbar)

 

“El diente que le sale es el que perdemos; el centímetro que aumenta, el que nos empequeñecemos; las luces que adquiere, las que en nosotros se extinguen; lo que aprende, lo que olvidamos; y el año que suma, el que se nos sustrae”. (p. 15)

(Cita de Julio Ramón Ribeyro que vista desde mi perspectiva no puede ser más acertada y cercana)

 

Creo que estos fragmentos resumen muy bien algunos de los muchos aspectos que tiene la paternidad. Por suerte, Zambra solo habla, solo puede hacerlo en estos momentos, de esos primeros años porque a partir de cierta edad la cosa se complica bastante, pero eso es otro tema y sería objeto de un libro diferente.

Hablaba antes de un capítulo que el autor dedica a la lectura que me ha gustado mucho a pesar de que en mi caso ha sido mi mujer la principal encargada de leer los libros a mi hijo. En él hay también alguna reflexión que me ha llamado la atención como lector empedernido que soy. Así:

 

“La literatura silenciosa es en cierto modo una conquista; quienes leemos en silencio y en soledad aprendemos justamente, a estar solos, o mejor dicho reconquistamos una soledad menos agresiva, una soledad vaciada de angustia; nos sentimos poblados, multiplicados, acompañados mientras leemos en silenciosa soledad sonora”. (p. 60)

 

Un libro recomendable para todo el mundo, pero creo que imprescindible para quienes tengan más o menos reciente la paternidad. Un texto sincero, hermoso, emotivo; escrito por alguien sensible como demuestra bien en los relatos de ¿ficción? de la segunda parte. En fin, un libro que como padre agradezco a Zambra y como marido a mi mujer por su acertada recomendación

Hay una interesante entrevista con de Jose Durán Rodríguez con el autor en elsaltodiario.com.

 

Alejandro  Zambra, Literatura infantil.

 

 

domingo, 3 de septiembre de 2023

ANDAMIO

Una entrada un tanto floja. En cine no hay ninguna realmente buena. En series hay varias continuaciones y mucha variedad de géneros y procedencias. Una media razonablemente buena, pero sin grandes descubrimientos.

 

Películas

 

Saint Omer. El pueblo contra Laurence Coly. Una ópera prima de producción francesa con varios premios, entre ellos el del jurado de Venecia. La crítica aquí también ha sido bastante favorable. A mí me ha interesado al principio y me gustaba la forma de contar el juicio, pero poco a poco me he ido desenganchando y he terminado deseando que acabara.

 

Cadejo blanco. Producción guatemalteca. Creo que es la primera película que veo de esa procedencia. Es un thriller en el que queda muy bien reflejado un sector de la sociedad de ese país. Bien realizada e interpretada solo tiene el problema, por otra parte habitual en bastante cine hecho en Sudamérica, de que no siempre entiendo lo que dicen.

 

Mi crimen. Producción francesa. Una comedia muy divertida en forma casi de vodevil dirigida por François Ozon. Está muy bien ambientada e interpretada en el tono un tanto disparatado que se pretende.

 

Agente oculto. Película británica basada en el caso real de un estafador realmente original. Un guion muy bien construido y buenas interpretaciones hacen que sea muy entretenida y, sobre todo, que te plantees hasta qué punto se puede engañar a la gente por muy preparada que esté.

 

Series

 

La maravillosa señora Maisel. Quinta y última de esta serie estadounidense de 9 episodios de 55 minutos. Es, posiblemente con la primera temporada, la que más me ha gustado. Tiene unos guiones muy originales, una realización magnífica y unas interpretaciones en algunos casos realmente espectaculares. Una de las series que más me ha gustado en los últimos tiempos. Con lo difícil que es hacer comedia y lo bien que la hacen en ese país.

Amazon Prime

 

Poquita fe. Serie española de 12 episodios de 15 minutos. En la misma línea de lo que fue en su día Cámera café. Un buen guion y un cásting muy conseguido hacen que sea una serie muy divertida con momentos realmente espléndidos.

Movistar +

 

La orquesta. Serie danesa de 10 episodios de 25 minutos. Es una comedia que se desarrolla teniendo a los componentes de una orquesta como protagonistas. Unos buenos personajes que dan juego para demostrar aspectos bastante deleznables del comportamiento humano.

Filmin

 

Yellowstone. Tercera temporada de esta entretenida serie llena de tópicos y en esta temporada con más aspectos antropológicos del mundo rural que las anteriores. Hay malos malos, buenos buenos (pocos) y buenos regulares. Desde luego ayuda a entender comportamientos de gentes del mundo rural estadounidense.

SkyShowtime

 

A friend of the family. Serie estadounidense de 9 episodios de 55 minutos. Basada en hechos reales, en concreto en los que se cuentan en el documental Abducted in Plain Sight que comenté hace algo más de cuatro meses. Muy bien ambientada y con un guion que logra ponerte los pelos de punta. Si no fuese porque es todo verdad resultaría difícil creérsela.

SkyShowtime

  

Oficina de infiltrados. Cuarta temporada de esta serie francesa de espías. Tiene 10 episodios de 50 minutos. Se mueve en la misma línea de calidad y entretenimiento que las temporadas anteriores ahora centrada sobre todo en Rusia, pero sin abandonar Oriente Medio.

Movistar

 

The playlist. Miniserie sueca de 6 episodios de 50 minutos. Basada en una novela, recrea los orígenes y el posterior desarrollo de Spotify. Muy bien planteada la estructura ya que cada capítulo se basa en la versión de los diferentes miembros del “negocio” desde el creador e impulsor, hasta el que aportó la financiación, pasando por los creadores de los códigos con los que funciona el sistema hasta terminar con la reacción de algunos artistas. Muy interesante y muy entretenida.

Netflix

 

Rain dogs. Serie británica de 8 episodios de 30 minutos. Es lo más parecido a una película de Ken Loach que he visto en series. Empieza como comedia y enseguida se convierte en drama. Los problemas de supervivencia de una mujer soltera con su hija en Londres. Muy bien interpretada y con buenos personajes.

HBO Max

 

A town called Malice. Serie británica de 8 episodios de 50 minutos. Una comedia/thriller policiaco bastante desmadrada. Una familia inglesa se desplaza a la Costa del Sol en los ochenta para realizar negocios en la construcción. Alterna buenos momentos con otros demasiado exagerados. Eso sí, tiene la gracias de que de vez en cuando los protagonistas se ponen a cantar y bailar las canciones que suenan como música de fondo. Original.

SkyShowtime

Autobiografía de una luchadora


Me resulta curioso mi interés en lecturas que, como la que ahora comento, se refieren a personajes de los que apenas conozco nada. Nina Simone fue una gran figura de la música cuando yo era joven y, sin embargo, son muy pocas las veces que escuché canciones suyas más allá de alguna que se hizo mundialmente famosa. Luego, cuando más adelante me aficioné al jazz, tampoco le he prestado mucha atención quizá porque, como ella misma afirma en el libro, no era cantante de jazz aunque así la catalogasen algunos.

Sea como sea, el caso es que al ver estas memorias me llamaron la atención y me alegro de que así fuera.

De los fragmentos de críticas que la editorial reproduce en la solapa del libro quisiera destacar alguna idea:

“Una mujer que vivió con plenitud, amó profundamente y dejó que se supiera que la palabra resignación no formaba parte de su léxico”. Jazz Times 

“Al igual que su música, suena igualmente convincente, honesta y poderosa. Un documento de época imprescindible para comprender algunos de los momentos más duros de la historia reciente de Estados Unidos”. Blog del Centro de Estudios del Instituto Lincoln Center

Yo dividiría el libro en tres partes. En la primera, la más extensa, Simone cuenta cómo fue su infancia y cómo logró aprender a tocar el piano gracias a diferentes ayudas desinteresadas. Su familia tenía bastantes problemas económicos: eran los años 30, el padre enfermo y la madre, aunque era pastora metodista, se ganaba la vida como empleada doméstica. Pronto empezó a actuar tocando el piano en bares con actuaciones que muchas veces eran de siete horas. También se casó muy pronto, 1958, aunque le duró poco. No tardó mucho en volver a hacerlo con quien se convertiría en su manager quien, según ella, fue el que logró que llegase a ser lo famosa que fue gracias entre otras cosas a una giras de las que afirma: 

“Cantar me perturbaba de una manera que jamás había experimentado con la música clásica; las melodías se me quedaban en la cabeza durante horas –a veces eran días- y no podía dormir, ni siquiera calmarme un poco. Cuando volvía de la gira, a veces llegaba a pasar una semana entera antes de que la música me dejara por completo y yo volviera a sentirme un poco normal”. (p. 134)

A finales de los sesenta, y entraríamos así en la segunda parte, Simone comienza a tomar conciencia de los problemas raciales que hay en su país y se relaciona con las principales figuras del movimiento. Además, adopta por lo general las posturas más radicales y, por lo tanto, está bastante alejada de las ideas de Luther King. Esta es una parte muy interesante del libro porque se pueden ver los conflictos internos de un movimiento que en esos años llegó a tener una gran fuerza, aunque luego se fuese diluyendo.

En la tercera parte vemos a una Simone que me parece un tanto diferente. Primero en Barbados se hace amante del primer Ministro y luego, en Liberia, del Presidente C.C. Davis con quien tuvo una historia increíble. Hacía tiempo que había roto con su marido e incluso con su padre al que amaba intensamente, pero al que no le perdonó que fuera mentiroso. Los años en Liberia fueron de los más felices de su vida gracias al descubrimiento de África.

Posteriormente viviría en Suiza y París donde concluye lo relatado en el libro que se publicó en 1992. Simone murió en 2003.

Es un libro realmente interesante porque se ve muy bien la evolución de una artista desde sus orígenes hasta el máximo de la fama y, al mismo tiempo, los problemas que ello conlleva. Claro que para eso hace falta que quien lo escribe lo haga con sinceridad y de forma creíble para el lector. Tiene además la ventaja de que contó con la colaboración de un cineasta que hace que el libro esté escrito de forma muy ágil y se lea con gran facilidad.

 

Eunice K. Waymon, Víctima de mi hechizo. Memorias de Nina Simone. Con la colaboración de Stephen Cleary. Traducción Eduardo Hojman.

 

miércoles, 30 de agosto de 2023

Buena colección de cuentos



Esta escritora rosarina ha sido uno de mis grandes descubrimientos de este año.  Ya en el primer trimestre leí las dos novelas que la editorial Las afueras había publicado. Me impactaron por la gran fuerza narrativa que tienen y los temas tan poco habituales que trata. Por lo que se dice en la solapa de sus libros son varias las publicaciones de cuentos previas a sus novelas y, precisamente, hoy comento una de ellas, no sé si la última, pero sí la que se acaba de editar en España por la misma editorial.

No era muy aficionado a la lectura de cuentos o de relatos, pero es cierto que hace ya tiempo que poco a poco me he ido aficionando y ahora leo de vez en cuando alguna colección generalmente de escritores que me gustan por sus novelas.

Este es uno de esos casos. En esta edición se recogen cinco cuentos (no sé diferenciar bien el cuento del relato, pero eso no importa demasiado) todos con protagonistas femeninos. En todos se aprecian algunos aspectos del estilo de Travacio: las frases cortas e incluso muy cortas o esa tensión sobre qué está realmente pasando y, sobre todo, qué puede llegar a pasar. Más de uno de estos cuentos yo los catalogaría como de suspense.

Se abre el libro con un relato sobre una mala relación madre/hija; en el siguiente a una mujer le ha desaparecido el marido; y en los tres restantes hay un personaje que aparece en todos aunque no sea la protagonista nada más que en el primero cuando, tras enviudar, las amigas la animan a tener una relación romántica que tendrá un sorprendente final (algo que, por otra parte, sucede en otros también); en el cuarto reaparece también Elena, la mujer cuyo marido desapareció, en un cuento que se desarrolla en una isla del Tigre, algo que me ha traído muchos recuerdos de cuando estuve por allí; el último me ha parecido algo farragoso y me ha gustado menos.

En fin, mejor no contar más del contenido, pero sí insistir en la magnífica capacidad narrativa que tiene esta escritora que termina ejerciendo una cierta capacidad hipnótica sobre el lector. Creo que esto tiene mucho que ver con el planteamiento de cada relato y con la buena utilización tanto de la tercera persona como del monólogo, así como de un lenguaje muy cuidado y adecuado a cada personaje.

Hay buenas reseñas en dos medios argentinos: la de Verónica Boix en lanacion.com.ar y la de Inés Hayes en pagina12.com.ar.

 

Mariana Travacio, Me verás caer.

 

 

 

 

lunes, 28 de agosto de 2023

Memorias de un peculiar personaje

Un peculiar personaje. Efectivamente, McDermott se licenció en ciencias Política y Estudios Afroamericanos en la Universidad de Kansas. Luego cursó estudios de Derecho en la de Virginia que le permitieron trabajar en la Asistencia Jurídica Gratuita (es decir, abogado de oficio) en Brooklyn. También se inició como monologuista. Pero lo más relevante, lo que de alguna forma da origen a este libro, es el hecho de que padece un trastorno bipolar.

El libro lo inicia, precisamente, con un brote psicótico fruto de ese trastorno y tengo que reconocer que me costó entrar en la lectura porque tanto este primer capítulo como el siguiente me parecían muy desmadrados. Sin embargo, a partir de ahí entré en la historia y en el personaje y empecé a disfrutar de un libro diferente, de una memorias en las que se hace una crítica feroz de muchos aspectos del sistema judicial estadounidense así como de la atención psiquiátrica que se da en ese país (son nada menos que cuatro las instituciones psiquiátrica en las que McDermott estuvo ingresado en el periodo que trata en el libro). Pero unas memorias en las que también se manifiesta el amor del autor, el Gorila,  por su madre, el Pájaro. Una madre de la que explica cosas como la siguiente:

 

“Las cosas no habían sido  nunca fáciles para ella: primero un borracho por padre, luego un cocainómano por marido, luego un tirano por segundo marido. Pobre todo el tiempo, sin comprar nada para sí misma, invirtiendo cada dólar y cada gramo de energía en sus hijos. Macarrones con queso, margarina prestada, tres dólares de depósito de gasolina. Haciendo todo sola y con un dolor de cabeza y una ansiedad constantes por pensar cómo se las iba a arreglar”. (p. 161-162)

 

Alguien que siempre estaba dispuesta ayudar a su hijo Zack y quien este recurría cuando se veía en graves problemas. Una mujer que a pesar de tener una vida como la que refleja el fragmento, fue a la universidad aunque con diez años de retraso, obtuvo el título de maestra y se dedicó voluntariamente a dar clase en centros con un alumnado difícil. La visión que da del padre es muy diferente y nada positiva.

También toca McDermott otros aspectos de la realidad de su país y así, por ejemplo, reproduce algunas opiniones ultras del diario de Wichita con una intención claramente crítica, como también lo hace con algunos comportamientos racistas.

Ya que menciono Wichita hay que decir que es el lugar originario del autor y donde se desarrolla uno de los momentos más hilarantes de una novela que tiene varios. Se trata de la cena de Nochebuena en casa del abuelo paterno. Creo que se podría hacer un corto solo con ese capítulo.

Puede resultar chocante, pero es cierto que en unas memorias con un tema en principio tan serio como es la enfermedad mental, el autor es capaz de utilizar el humor aunque a continuación se vuelva a poner muy serio.

Ha habido algún momento en el que me he sentido algo perdido por la fecha y los momentos, como también creo que me he perdido cosas en algunas de las muchas referencias que hace a música y lugares, pero no importa porque el núcleo de lo que cuenta y de lo que critica sí que queda bastante claro.

Además, tiene el autor un estilo muy directo y una gran facilidad para construir los diálogos.

Se trata de un libro muy recomendable pues además de los elementos sociológicos mencionados también se conoce lo que puede significar esa enfermedad en la vida de una persona.

Hay una buena reseña de Koldo CF en unlibroaldia.blogspot.com.

 

Una nota al margen. La traducción, por cierto muy buena, está hecha por alguien con origen al otro lado del Atlántico como muestran el uso de términos como mesero, dona o enterizo. Pues no, la propia Caula me aclara: es de Vallecas, que no es un mal sitio ni mucho menos.

 

 

Zack McDermott, El Gorila y el Pájaro. Memorias de la locura y del amor de una madre. Traducción Sandra Caula.

 

 

viernes, 25 de agosto de 2023

Una visión bastante completa de Rusia

Desde ya tengo que incluir a Alías en la lista de los buenos reporteros españoles junto a Ayestaran o Aldekoa, mis preferidos. De este último es precisamente la frase que la editorial reproduce en la portada: “Impecable. Un referente para cualquier periodista”.

El autor estuvo de corresponsal de TV3 en Rusia durante más de siete años a partir de su llegada en 2015. A pesar de su larga estancia avisa ya desde la Introducción: “Cualquier intento de explicar qué es Rusia puede conducir a un fracaso anunciado. Sí, hay gente que hará afirmaciones contundentes después de haber pasado allí un fin de semana. Pero a mí me parece un país demasiado complicado como para atreverme a analizarlo a la ligera”. (p. 21)

Y, efectivamente, más que explicarlo, lo que hace Alías a lo largo de los 62 capítulos en los que ha dividido las 433 páginas del libro, es contar una serie de situaciones vividas por él mismo que ayudan a entender algunos aspectos de la sociedad y la forma de ser de los rusos y, también, narrar algunas cosas relevantes, y en parte alucinantes, de esa sociedad.

Hay temas a los que dedica varios capítulos. Así: Chernóbil, la música y los compositores, los cosmonautas, el conflicto en Ucrania (el anterior) y, sobre todo, el frío. Pero también trata temas tan peculiares como, por ejemplo, el cambio de ubicación de edificios mediante su desplazamiento (una de las cosas más alucinantes del libro), el fútbol infantil o los escritores suicidas. Es decir, que al final del libro tenemos una visión bastante amplia de diferentes aspectos de la sociedad de un país que, a pesar de ser el más grande del mundo y de su importancia geopolítica y estratégica, suele ser relativamente desconocido en comparación con lo que sabemos de otros quizá menos importantes.

Alías cuenta todas estas cosas de tal forma que resulta muy entretenido y apetece leer y leer capítulos. Por otra parte, no duda en utilizar anécdotas y personas de su propia familia como Génia, su mujer rusa, o su suegra.

Hay historias muy impresionantes y aleccionadoras como la del disyóquey radiactivo; en otros casos describe personajes inolvidables como la de la mujer mayor que vive en las orillas del lago Baikal; hay temas con lo que se aprende mucho y también dan mucho miedo como los posibles efectos que pueden producirse en el permafrost por el cambio climático o, finalmente, por no ser exhaustivo, el enfoque tan peculiar que da a su presencia en los conflictos en Ucrania y Siria.

En fin, un libro que merece mucho la pena leer, con el que se aprenden muchas cosas y se empieza a tener una idea aproximada de una sociedad realmente compleja y, esto es también importante, en el que se habla muy poco de la política aunque esta esté presente en muchas de las cosas que se cuentan.

Hay una reseña completísima de Marta Medina en elconfidencial.com.

 

Manel Alías, Historias alucinantes de Rusia. Crónicas de un corresponsal en el país más grande del mundo. Traducción Albert Beteta Mas. 

jueves, 24 de agosto de 2023

Espectacular inicio



De Ryan ha publicado la editorial Sajalín tres libros que, como me pasa en otras ocasiones, he ido leyendo en sentido inverso  a la fecha de su publicación. Por eso, hoy comento el primero que escribió el autor, publicado en 2012 en Irlanda, un libro que obtuvo varios premios y nominaciones para otros.

Si los dos anteriores me gustaron mucho, hay constancia en los correspondientes comentarios en el blog, este lo ha hecho aún más. Me parece que describe de forma magistral la situación en la que quedan una serie de personas de un pequeño pueblo irlandés tras la crisis de 2008.

Ryan utiliza para ello el monólogo de más de veinte pequeños protagonistas que van desde el constructor que deja tirados a sus trabajadores, a la reacción de algunos de estos, pasando por algunas situaciones de miembros de las diferentes familias así como de algunos personajes peculiares de la localidad (por ejemplo, una prostituta que habita una urbanización en la que solo hay otra casa habitada pues las demás no se terminaron por la llegada de la crisis, un discapacitado mental o el policía).

Con este elenco y con una magnífica estructura en la colocación de los diferentes monólogos, Ryan nos va relatando cómo ha quedado la pequeña sociedad que constituye ese pueblo. Un lugar en el que, además, se producirán un asesinato y el secuestro de un niño, aunque de ninguna manera esto centre el relato que hace Ryan.

La crisis está presente a lo largo de toda la novela y en algunos momentos de forma explícita como, por ejemplo, en fragmentos como estos:

 

“Pero hubo siete años, siete años, en los que se podían construir casas con cartón y cinta adhesiva y aun así las vendías sobre plano. La gente se pasaba la noche haciendo cola para comprar casas de cartón, todas apiñadas como casetas para perros”. (p. 28)

(Josie, constructor y padre del que deja en la calle a sus trabajadores).

 

“Eso sí, un aspecto positivo desde que empezó la crisis es que la gente está dispuesta a trabajar por menos del salario mínimo. A ver, lo del salario mínimo es de chiste. ¿A santo de qué tiene alguien derecho a decirme lo que tengo que pagarle a mis empleados? “(p. 110)

(Kate, pequeña empresaria dueña de una escuela de preescolar)

 

Más allá de la crisis propiamente dicha, el autor nos muestra cómo es y cómo funciona la sociedad en una pequeña localidad rural irlandesa. Así, asistimos a algunos aspectos de la vida cotidiana de sus habitantes, sus cotilleos (hay un personaje al que llaman “la talibana de la tetera”), la presión social que se ejerce y se padece. Todo ello se ve de forma muy clara en las reacciones al asesinato y al secuestro, aunque no solo ahí.

Ryan crea un estilo, que luego mantendrá en sus siguientes novelas, basado en el uso de frases cortas, muy trabajadas pues suelen ser muy precisas para expresar lo que se quiere decir, y que, además, adapta muy bien el lenguaje que utiliza según quien sea el protagonista. También se aprecia aquí algo que también es una constante del autor como es su cuidado en la creación de personajes, algunos realmente entrañables.

He regresado hace unos días de una estancia de quince días en una pequeña localidad del sur de Irlanda que hoy está dedicada fundamentalmente al turismo. Una de las cosas que más me ha llamado la atención es la elevada edad que tenían algunos trabajadores como, por ejemplo, los cajeros de supermercados. Da la sensación de que la crisis de la que Ryan habla en el libro ha dejado secuelas importantes en la sociedad de ese país.

Un libro muy recomendable. De hecho yo lo tengo ya como uno de los mejores que he leído este año. También son muy recomendables los otros dos publicados.

Hay dos interesantes reseñas: Carlos Andia en unlibroaldia.blogspot.com y José ÁngelBarrueco en elplural.com.

 

Donal Ryan, Corazón giratorio. Traducción Celia Filipetto.

 

miércoles, 23 de agosto de 2023

Lección de periodismo


A quienes hayan leído No digas nada, este libro no les sorprenderá porque ya conocerán la capacidad de investigación y narración de Keefe y aunque no he leído El imperio del dolor, sé que en él vuelve a demostrar sobradamente ambas capacidades.

En este que comento se recogen 12 artículos que el autor escribió en la pasada década salvo el primero que es de 2007. En ellos se tratan un conjunto de temas que como el propio autor afirma en el Prefacio: “Son estas unas historias disparatadas, pero todas ellas verdaderas y escrupulosamente contrastadas por mis brillantes colegas del New Yorker.” (p. 16)

Además de esa contrastación hay que decir también que Keefe dispone de los medios necesarios en tiempo y dinero para investigar los diferentes temas, para alguno de los cuales él mismo afirma que llega a entrevistar a 50 personas y leer miles de páginas de documentos, tal y como queda reflejado en la completa reseña de Carmen López en eldiario.es.

De la relevancia y el interés de los temas que trata dejo constancia en la siguiente relación no exhaustiva: coleccionismo y falsificación de vinos; información privilegiada en las finanzas; un caso de asesinatos en la universidad que es tratado como un documental de true crime; el caso del Chapo Guzmán, uno de los mejores artículos del libro; el que versa sobre un productor que llevó a Trump al estrellato en la televisión y que es muy útil para conocer mejor al futuro presidente (el artículo es de 2014) ; Falciani y el HSBC; sobre el tráfico de armas (en este aparece hasta Villarejo); el caso sobre el autor del atentado de Boston muy bueno para conocer el sistema judicial de USA y, finalmente, la abogada especializada en casos de posible pena de muerte, uno de los artículos más impactantes e interesantes del libro.

Si a este reparto de interesantísimos temas le unimos que: “Maleantes es un volumen de lectura ágil y plagado de suspense. Keefe es un narrador virtuoso, capaz de crear gran tensión al describir cómo se llevaron a cabo todos estos crímenes”, como se dice en el fragmento que la editorial reproduce en la solapa de la crítica hecha en The Washington Post, tenemos una visión bastante completa y favorable de un libro que es absolutamente recomendable, escrito por uno de los mejores especialistas en los reportajes extensos y documentados, alguien que los lleva hasta el límite como demuestra en los dos libros mencionados al principio.

La única pega que le puedo poner es que a veces no me ha resultado fácil seguir el hilo por lo exhaustivo de la investigación y los recovecos por los que circula en algunos pasajes.

 

Patrick  Radden Keefe, Maleantes. Historias reales de estafadores, asesinos, rebeldes e impostores. Traducción Pablo Hermida Lazcano.