lunes, 28 de abril de 2025

Crónicas necesarias

 


Este es el quinto libro que comento del autor desde que lo conocí en 2017. Lo tengo por uno de los grandes reporteros o cronistas del periodismo de nuestro país y, desde luego, como uno de los mejores especialistas en Oriente Medio. Ha vivido siete años en Jerusalén y ahora lo hace en Estambul para estar cerca también de Ucrania. En ambos lugares lo hace junto con su mujer y sus dos hijos, lo que da idea también de qué tipo de persona es.

En este libro se recogen 26 crónicas que ha ido escribiendo a lo largo de los años en las que Gaza está presente de una manera o de otra. Las hay con contenidos muy diferentes, pues si en unas se centra en la historia de Gaza (por cierto, es la primera vez que me entero bien de ello gracias a la claridad con que está contada), en otras es la persona de su fixer o las diferencias que hay entre Hamás y la Yihad Islámica o cómo son las cárceles en Gaza, que las hay, y cómo se trata en ellas a los colaboracionistas. Temas variados y muy interesantes como se puede apreciar en estos ejemplos.

Ayestaran es un claro defensor de la causa palestina sin caer por ello en el antiisrealismo aunque, lógicamente, sí está claramente en contra de las actuaciones de sus gobiernos desde hace años. Así, explica muy bien las destrucciones que se hacían en cada operación como, por ejemplo, las de 2012 o 2014 y, desde luego, las matanzas que provoca el ejército israelí en muchas manifestaciones. Este tipo de actuaciones explican de alguna manera, aunque en ningún caso justifican, la terrible matanza perpetrada el 7 de octubre por milicianos de diferentes movimientos políticos de Gaza.

También hay más de una crítica a los dirigentes palestinos tanto de Hamás como de la Autoridad Nacional Palestina, lo que no quiere decir que mantenga una actitud equidistante. Así, es interesante el contraste que muestra en el siguiente fragmento:

“Mientras que en Gaza Israel reventaba a cuatro niños de la familia Bakr cuando jugaban al fútbol en la playa, los vecinos de Tel Aviv estaban molestos por tener que ir a los refugios cada vez que la sirena les alertaba de la posible llegada de un cohete”. (p. 131)

En más de una ocasión sale mencionado Meir Margalit, un argentino-israelí cuyo libro, El eclipse de la sociedad israelí, me parece de lectura obligatoria para todo interesado en lo que sucede en esa zona del mundo. También menciona la colección de fotos de la comida diaria que hacía Amal, la mujer de Kayed, su fixer, y que él fue publicando en las redes como homenaje a las gentes de Gaza, un lugar al que no puede entrar la prensa occidental. (Muchas de esas fotos las he visto y muestran las penurias por las que han pasado simplemente para sobrevivir).

Para terminar el comentario quiero dejar una de las pocas notas de humor de un texto en el que se mencionan tantos padecimientos y tantos horrores:

“Como buen hijo de las primaveras árabes, Telmo trajo una auténtica revolución a casa y su padre, un cobarde, se marchaba a la guerra en cuanto podía para descansar”. (p. 94)

(Es en 2011 cuando los israelíes lanzaron Pilar Defensivo).

Un libro absolutamente recomendable como, por otra parte, lo son todos los de este magnífico periodista.

Hay una interesante entrevista con Francesca Cicardi en eldiario.es

 

Mikel Ayestaran, Historias de Gaza. La vida entre guerras.

 

domingo, 20 de abril de 2025

Buen descubrimiento


 

Realmente en la editorial Sajalín tienen buena mano a la hora de seleccionar a sus autores. En la colección al margen hay buenos ejemplos a los que se une ahora, con todo el derecho, este Scott Phillips, autor de ocho novelas, del que se publica la primera que escribió.

Novela negra de calidad. Se desarrolla en Wichita la Nochebuena de 1979 y las primeras horas de la Navidad. Su protagonista, el abogado Charlie Aglist, ha elegido esa noche para huir con el dinero de su jefe, un mafioso del lugar.

La novela está dividida en dos partes. En la primera Charlie va por distintos clubes de striptease de la zona a modo de despedida y esperando a un colega con el que va a huir. Esto le sirve al autor para mostrar cómo era el ambiente en esa época y qué tipos había en esos locales. En la segunda narra los inicios de la huida en la que van a surgir algunos problemas no previstos.

Tiene Phillips una buena capacidad y agilidad narrativa, gran facilidad para los diálogos, ocurrentes y muy ajustados al personaje que habla y, además, describe muy bien unos ambientes que hemos visto en numerosas películas. Por cierto, esta novela fue llevada al cine en 2005 algo bastante lógico porque el guion está prácticamente escrito en la novela.

Muy entretenida, de esas que se leen de un tirón, claro que gracias también a sus escasas 200 páginas. Imagino que, a poco éxito que tenga, Sajalín publicará más novelas de este escritor. Por mi parte espero que así sea.

 

Scott Phillips, La cosecha de hielo. Traducción Diego de los Santos.

 


lunes, 14 de abril de 2025

Agradable sorpresa

 

“Es la primera vez que trato un tema -digamos- pop. No ahondaré en ello: baste con decir que, en literatura, el tema, siendo muy relevante, está subordinado a lo que se logre hacer con él” (p. 20)

Estas palabras del Prólogo de Peyró resumen y ejemplifican muy bien el valor que tiene este, por otra parte, magnífico libro.

Tengo que reconocer que no soy fan ni nada que se le parezca del cantante. También que tampoco le profeso especial manía. Me he ido enterando a lo largo de los años de su ascenso y de varios aspectos de su vida, de la sentimental principalmente, porque vivo en España y ha sido inevitable no hacerlo. Siendo así, lo que me llamó la atención del libro fue el autor. Aunque no he leído nada de él sí conocía alguno de sus libros por ojearlos en las librerías y me resultó chocante que alguien así abordase este tema.

Tras la lectura tengo más claro aún esa subordinación de la que se habla en la cita.

Insistiendo en este aspecto, reproduzco el fragmento de Eduardo Mendoza que la editorial ha colocado en la solapa junto a otros también laudatorios:

“Un retrato excelente de un fenómeno y una época, y, frase a frase, un regalo para el lector”.

Ambas citas me ahorran la mayor parte del comentario. Estamos ante un libro muy bien escrito, con mucho sentido del humor y fina ironía, con muy buena información periodística y, sobre todo, elevando el tono acercándolo a la buena literatura con una escritura que parece fácil, pero que estoy seguro que cuesta lo suyo y que implica horas de revisión del texto hasta dejarlo en lo fundamental.

Claro que quien lo escribe es director del Instituto Cervantes de Roma y ha publicado un libro, Pompa y circunstancia, que es nada menos que un diccionario de cultura inglesa. Libro que después de esta experiencia tendré que leer.

En fin, muy recomendable lectura guste más o menos el protagonista. A lo largo de las 12 partes en que se divide el libro el lector encuentra motivos para la sorpresa, la risa y hasta el cabreo en algún momento.

 

Ignacio Peyró, El español que enamoró al mundo. Una vida de Julio Iglesias.

 

 

miércoles, 9 de abril de 2025

ANDAMIO

 

Entrada más compensada entre películas y series de lo habitual. Las películas cada una de una procedencia diferente y con buena media. Las series con predominio estadounidense, raro en mi caso, pero con una de las que será serie del año y las otras de muy variada temática. Buena cosecha.

 

Películas

 

Emilia Pérez. Producción francesa. Película rodeada de polémica por el lío de su protagonista y sus famosos tuits. Por otra parte, nominada a multitud de premios tanto en Europa como en Estados Unidos. Desde luego hay que reconocer que es original esa mezcla de historia de cambio de sexo y redención de un violento, con una serie de números musicales con alguna coreografía y con una abogada que va presentando lo que sucede. Es entretenida, pero no creo que merezca tanto seguimiento y tanto posible galardón ni la película ni su protagonista. La mayoría de los números musicales no me han gustado nada. Creo que es una película sobrevalorada.

 

Santosh. Coproducción Reino Unido, India, Alemania y Francia. Una película policiaca que se desarrolla en la India. La trama propiamente policiaca no es lo más importante, sino el ambiente social en el que se desarrolla la historia de un crimen a partir del cual vemos cómo actúa la policía y qué hay detrás de esas actuaciones. En la misma línea del buen cine social británico con el exotismo del lugar en el que se sitúa la acción.

 

Camboya 1978. Coproducción de Camboya con varios países. Dirigida por Rithy Panh está en la misma línea que alguno de los documentales y películas de hace años. Al lado de aquellos no supone ninguna aportación de interés y la película resulta reiterativa y creo que carente de sentido. Partiendo del viaje real de tres periodistas franceses en ese año para entrevistar a Pol Pot, Panh deja constancia una vez más del desastre y la violencia que supuso la victoria de los jemeres rojos.

 

Las habitaciones rojas. Producción canadiense. Una película que empieza con los alegatos de fiscal y defensor como si fuese a ser el juicio a un asesino en serie y enseguida se dirige por otros derroteros. Está muy bien conseguido el suspense aunque es cierto que al espectador le faltan algunas informaciones para terminar de entender alguno de los comportamientos. Está muy lograda la tensión.

 

La chica de la aguja. Producción danesa. Un drama inspirado en hechos reales que se desarrolla a finales de la Primera Guerra Mundial. Filmada en una magnífico blanco y negro, la película resulta de una sordidez brutal tanto por la historia que cuenta como por sus personajes. Es muy desasosegante en parte gracias a las interpretaciones de las dos mujeres protagonistas. Es raro encontrarse hoy en día con una película como esta.

 

Series

 

Adolescencia. Miniserie británica de 4 episodios de una hora. El hijo de 13 años de una familia muy normal es arrestado acusado del asesinato de una compañera del colegio. A partir de ahí en cada episodio, utilizando perfectamente la técnica del plano-secuencia, se van contando diferentes momentos del proceso: la detención y el interrogatorio, las reacciones en el colegio, la entrevista con una psicóloga y, finalmente, la reacción de la familia. Todas muy interesantes y llenas de emoción. Una serie con un guion trabajadísimo, unos diálogos magníficos, unas espléndidas interpretaciones (algo fundamental en una serie así) y, claro, una realización perfecta. Será sin duda una de las grandes series del año. Por cierto, está compartiendo la creación y la escritura Stephen Graham que, además, hace el papel de padre.

Netflix

 

Paradise. Serie estadounidense de 8 episodios de 50 minutos. Como no se debe destripar la trama, solo diré que tiene elementos policiacos y algo de política, poco. Resulta entretenida y con los suficientes giros de guion para mantener cierto interés. No obstante, había oído hablar de ella muy bien y me ha defraudado algo.

Disney +

 

Por mandato del cielo. Serie estadounidense de 7 episodios de una hora. Aunque se podría calificar de trhiller creo que realmente se trata más de un drama que se produce dentro de una familia mormona que habita en el estado de Utah. La visión que se da de esa religión es bastante negativa porque al lado de los fieles más “normales” aparecen otros realmente psicópatas y unos dirigentes manifiestamente mejorables. Hay que tener algo de paciencia y tranquilidad para ver la serie que transita de forma bastante lenta y con excursos a la historia de esa iglesia de los que algunos resultan demasiado complejos. Seguramente cinco episodios hubieran sido suficientes. En todo caso, me ha gustado sobre todo porque se complementa muy bien con lo que diré en la siguiente serie que comento.

Disney+

 

Érase una vez el oeste. Miniserie estadounidense de 6 episodios de 55 minutos. Interesante visión del oeste. Cercana al hiperrealismo y con unos enfrentamientos entre la milicia mormona y todos los demás que no había visto en ninguna película y que dan una idea de esa religión bastante desagradable. Se desarrolla en 1857, año del asesinato de Joseph Smith, el fundador de la iglesia mormona. Tiene además una realización bastante original por el tipo de planos que utiliza en muchas escenas. Entretenida e interesante.

Netflix.

 

Vinagre de manzana. Miniserie australiana de 6 episodios de una hora. Inspirada en el caso real de una influencer que mintió sobre su cáncer y se dedicó a la venta de “bienestar” y a recoger dinero para buenas causas que luego no entregaba. Los primeros capítulos son un tanto confusos en algunos momentos y toda la serie creo que ganaría si fuese algo más corta o sus capítulos durasen algo menos porque es un tanto reiterativa. El tema de cómo hay gente que se aprovecha es interesante, pero hubiese sido mejor darle un tratamiento de otro tipo. De todas formas, la serie se deja ver.

Netflix.

 

El gatopardo. Miniserie italiana de 6 episodios de 55 minutos. Nueva adaptación de la famosa novela. Muy bien realizada y ambientada. Recuerda bastante a la película de Visconti de los sesenta por la preocupación formal y la buena fotografía. Mezcla bien el drama histórico con el personal aquí con algún momento que se acerca al melodrama. Está bien para cambiar la temática habitual en las series.

Netflix.

martes, 8 de abril de 2025

Rusia como estado terrorista

 

El autor ha sido corresponsal en Rusia muchos años lo que le aporta un gran conocimiento de la realidad rusa, sobre todo de la época de Putin.

El largo subtítulo del libro ya da una idea bastante aproximada de la posición de Marginedas y del contenido del libro.

Este está organizado en nueve capítulos que empiezan por uno muy curioso dedicado a los accidentes de tráfico y termina con otro dedicado a la caza del periodista y del cooperante. Entre ambos hay un poco de todo: sobre el envenenamiento como técnica para acabar con los disidentes, a las estafas urbanísticas, pasando por otro sobre Siria y el terrorismo de Estado, y con uno muy interesante sobre las “Voces que agradan al Kremlin en España” en el que aparecen gentes tan variopintas como: García Margallo, Pedro Baños, pasando por Arturo Pérez Reverte y Augusto Ferrer-Dalmau, hasta llegar a Pablo Iglesias e Inna Afinogenova. (Es cierto que no en todos los casos con el mismo grado de implicación ni, tampoco, con la misma cantidad de información por parte del autor).

No es un libro demasiado extenso, 284 páginas, teniendo en cuenta la relevancia del tema, pero sí que es un texto que ofrece mucha información, alguna ya conocida, pero otra no. El autor se ha valido entre otras fuentes de una serie de entrevistas de las que deja constancia al final del libro distribuidas por capítulos.

Todo el contenido me ha resultado interesante y, en particular, el que dedica al estado-mafia sobre todo por las detenciones en 2008 en Calvià. Ese año yo trabajaba en el Instituto de esa localidad mallorquina y no tengo recuerdos de que me enterase en ese momento de lo que sucedió. (No sé si se trata de falta de memoria o de que, efectivamente, no me enterase de lo que pasaba a un par de kilómetros de donde trabajaba. En ambos casos, fatal).

En cualquier caso, es un libro muy recomendable, y de rabiosa actualidad, sobre todo con el “amor” que parece que está surgiendo entre el autócrata Vladimir Putin y el candidato a serlo Donald Trump.

Hay una buena reseña de Sara Sánchez Armas en rtve.es y una interesante entrevista de Marta Teixidó con el autor en eldiario.es

 

Marc Marginedas, Rusia contra el mundo, Más de dos décadas de terrorismo de Estado, secuestros, mafia y propaganda.

 

viernes, 4 de abril de 2025

Tercera entrega

 

Este tercer volumen que el autor dedica a la historia de la Italia mussoliniana está centrado en el período de los años 1938, 1939 y 1940. Es curioso que el segundo volumen terminara en 1932, es decir, que ha decidido saltarse esos años imagino que porque no suponen especiales novedades en el devenir de la consolidación del fascismo.

En el segundo vimos un sinfín de controversias, debates e incluso fuertes enfrentamientos entre diferentes sectores del movimiento fascista por cómo se debían hacer determinadas cosas. En este tercero todo eso ha desaparecido. El PNF está perfectamente asentado en el poder, no hay ya ningún tipo de oposición, el Parlamento ha desaparecido y se ha convertido en una cámara en la que solo están miembros del partido fascista y las principales medidas para convertir Italia en el estado totalitario deseado por Mussolini ya están tomadas.

Así pues, estos tres años se dedican a otros temas que, además, son los relevantes en la Europa del momento. Sin dejar de tocar otros aspectos aunque sea tangencialmente, este volumen se centra principalmente en tres temas.

Por un lado, durante 1938 se van dando pasos en la represión de los judíos hasta culminar en la Declaración sobre la raza. Sin llegar a los extremos de la Alemania nazi, la represión fue bastante dura.

En segundo lugar, es un tema central la relación que debe tener Italia con Alemania (hay que tener en cuenta que es la época de la Conferencia de Múnich, de la entrada en Checoslovaquia, etc.). En este apartado son muy interesantes los diferentes documentos que se reproducen con la correspondencia entre Hitler y Mussolini.

Finalmente, con el inicio de la guerra tras la invasión de Polonia y la declaración de Francia y Gran Bretaña, Scurati da cuenta de las vicisitudes y los entresijos de la postura que iba a adoptar Italia. En este sentido es interesante cómo Ciano, ministro de Exteriores, era opuesto a la entrada de su país en el conflicto, así como las dudas de Mussolini sobre el momento de hacerlo entre otras cosas por la escasa preparación de su ejército y las carencias de material de guerra.

En definitiva, unos temas radicalmente distintos a los del anterior volumen como por otra parte corresponde dado el muy diferente momento de la situación europea.

A mí en particular es el libro que más me ha gustado de los tres porque, además, creo que es el que está narrado con la mayor agilidad sin perder un ápice de la calidad literaria y de la profundidad del análisis histórico.

Hay una extensa e interesante reseña de Álvaro CastroSánchez en conversacionsobrehistoria.info.

Por mi parte solo queda recomendar la lectura tanto de este como de los libros anteriores sobre todo a los aficionados a la historia, pero también a quienes quieran leer una buena historia muy bien contada.

 

Antonio Scurati, M. Los últimos días de Europa. Traducción Carlos Gumpert.

 

 

 

jueves, 27 de marzo de 2025

Más reflexiones sobre "el tema".

 

Ya son varias las veces que este intelectual especializado en el nazismo, el totalitarismo y, en general, en la cultura europea, ha aparecido en el blog. Sus análisis y reflexiones siempre resultan interesantes y motivadoras se esté de acuerdo o no con él. En este caso aborda el que quizá es el tema sobre el que más se está publicando últimamente y, desde luego, sobre el que más se escribe y habla en los diferentes medios de comunicación.

Lo primero que hay que advertir es que se trata de un libro que se publicó originalmente en 2017 y luego en 2021 con un Prólogo en el que se puede leer lo siguiente:

“Sin embargo, actualmente queda en claro que ha habido un significativo retroceso en la dinámica aparentemente inexorable de fascistización. El indicador más evidente de este cambio fue la derrota de Trump en noviembre de 2020”. (p. 12) 

Parece mentira que algo más de tres años después la situación haya evolucionado tan rápidamente en un sentido contrario al que apunta Traverso en ese fragmento. Y es que el avance de la extrema derecha a nivel mundial se está acelerando y poco a poco va “conquistando” territorios antes impensables.

No obstante este error de prospectiva no quita valor al contenido del libro y a las reflexiones que en él se hacen.

El libro se compone de varias entrevistas de Traverso con el intelectual francés Régis Meyran que es quien va sacando los diferentes temas y planteando los debates organizados en los siguientes cuatro apartados: ¿Del fascismo al posfascismo?, Políticas identitarias, Antisemitismo e islamofobia e ¿Islamismo radical o “islamofascismo”?, más uno final: Conclusión. Imaginario político y surgimiento del posfascismo.

Como se ve, un amplio abanico de temas, pero que dan el suficiente espacio a cada uno, a lo largo de las 154 páginas del texto, para que se pueda obtener una visión bastante completa. Quizá el principal problema, aparte del ya mencionado de la fecha de publicación, es que está muy centrado en la situación francesa a la que se refieren de forma constante. No obstante, el tratamiento del tema de la identidad en Francia me ha parecido de lo más interesante del libro. Asimismo, el análisis que hacen del Trump de 2016 tiene validez también ahora (seguramente incidiendo más en algunos de los aspectos más peligrosos de sus actuales posiciones). También las reflexiones sobre el antisemitismo y el antiislamismo que, aunque no tienen en cuenta lógicamente lo que está sucediendo en Gaza, ya lo que aventuran explica bastante la postura actual de occidente.

Para terminar dejo dos fragmentos significativos de la postura de Traverso sobre dos aspectos fundamentales:

“El totalitarismo de hoy es un modelo social -diría, incluso, un modelo antropológico- en que nuestra mente y nuestro cuerpo se orientan conforme a una “conducta de vida” hecha de individualismo y competición”. (p. 134)

“La cultura tradicional de la izquierda, que considera a la clase obrera como sujeto social y económico, motor de un proceso de emancipación a cuyo alrededor podrían congregarse otras capas de la sociedad, ya no se corresponde a la realidad. Ese paradigma ha naufragado”. (p. 143) 

Muy interesante esa idea del totalitarismo hoy y no menos la idea del naufragio de un paradigma en cuya validez muchos siguen insistiendo.

En definitiva, un libro de lectura muy recomendable porque Traverso es claro, se compromete en sus respuestas y es alguien que ha dedicado muchos años de su vida a estudiar estos temas.

Hay una reseña muy completa de Carlos LabastidaSalinas en scielo.org.mx en la que hay muchas referencias a lo que se afirma en el libro.

 

Enzo Traverso, Las nuevas caras de la derecha. Traducción Horacio Pons.

 

 

viernes, 21 de marzo de 2025

Los judíos en la Viena de cambio del XIX al XX

 

La serie que dedico en el blog a “Mis autores favoritos” la abro con escritores judíos tan representativos como Joseph Roth y Stefan Zweig y con Erich Fromm en séptimo lugar. De ahí la ilusión con la que compré este libro que, sin embargo, he tardado tanto tiempo en leer ya que está editado en 2016.

El libro está dividido en dos partes netamente diferenciadas.

En la primera, Las posiciones políticas y los discursos sociales, el autor plantea y describe cuál era la situación en Viena desde más o menos el año 1867, el año en que comienza la monarquía dual, hasta la Primera Guerra Mundial. Así escribe sobre la época del dominio del liberalismo, la aparición del antisemitismo, el surgimiento del sionismo o la relación de los judíos con el movimiento socialista. Temas todos ellos tremendamente interesantes, pero que Le Rider trata de una forma que al menos a un tipo de lector como yo no le satisface porque lo hace de una manera demasiado prolija, con informaciones excesivas e irrelevantes que llevan a párrafos realmente ilegibles y así llega un momento en que “los árboles no dejan ver el bosque". En este sentido lo que hay que hacer es pasar de muchas de las informaciones e intentar sacar el meollo en cada caso.

En la segunda parte, Grandes figuras de la modernidad vienesa, se centra en una serie de personajes muy conocidos como son, entre otros: Sigmund Freud, Arthur Schnitzler, Karl Kraus, Stefan Zweig, o Gustav Mahler, y cuenta la relación que tuvieron con el resto de la comunidad judía y su participación en la vida cultural de la ciudad.

Desde luego, si algo queda claro de la lectura del libro es la inmensa riqueza de la actividad cultural que se desarrolló en Viena en esa época y la importancia que en ella tuvieron los intelectuales de origen judío.

Hay dos buenas y bastante completas reseñas: la de Carlos Tupiña en viejoslibrosviejos.wordpress.com y otra en metahistoria.com. Ambas dan una visión muy positiva del libro.

 

Jacques Le Rider, Los judíos vieneses en la Belle Époque. Traducción Laura Claravall.

 

 

 

 

 

martes, 18 de marzo de 2025

Prescindible

 

Recuerdo haber leído un par de novelas de este escritor suizo hace ya bastantes años y que eran algo parecido a la novela policíaca pero tampoco plenamente del género.

Esta que comento se inscribe en la misma línea. Suter construye una trama que el lector no sabe muy bien hacia dónde le va a llevar, lo que es el principal defecto de la novela,  y además tarda mucho tiempo, demasiado, en que eso suceda.

El libro tiene 290 páginas y hasta muy avanzado no pasa nada. Vemos al protagonista, Tom, un abogado con el encargo de ordenar los papeles de un rico que quiere dejar organizado su legado antes de morir, en sus trabajos de ordenación y, al mismo tiempo, escuchando la narración del rico doctor Stotz sobre un amor que tuvo hace muchos años, Melody, con quien estaba a punto de casarse cuando ella desapareció. Si le unimos a Laura, una sobrina nieta del doctor y a los sirvientes, tenemos a todos los personajes relevantes de la novela. Por cierto que en la cocinera pone Suter el papel de mostrar un conjunto de recetas de cocina italiana muy del estilo de lo que hacían tanto Vázquez Montalbán como Andrea Camilleri en lo que me ha parecido una burda imitación.

Como decía, la novela apenas avanza hasta el tramo final aunque tengo que reconocer que Suter es un buen narrador y va dejando cebos al lector para que mantenga algo de interés en la resolución de la historia.

Resulta una lectura entretenida si bien es de las que se olvida inmediatamente después de terminada y se puede llegar a pensar que mejor habría sido haber dedicado ese tiempo a leer algo con más sustancia.

 

Martin Suter, Melody. Traducción Belén Santana.

 

 

viernes, 14 de marzo de 2025

ANDAMIO

 

Esta entrada es realmente singular y muy distinta a casi todas las anteriores sobre el tema. Creo que por primera vez el número de películas, 7, es superior al de series, 5. Además, de muy variados orígenes y todas de elevada calidad. También es muy variada la selección de series y con una buena media.

 

Películas

 

The Order (La hermandad silenciosa). Producción canadiense basada en hechos reales. Tiene algo de thriller y algo de cine político porque se trata de la persecución de un grupo nazi por parte del FBI. Sucedió en 1983 aunque decían cosas que hoy están en plena vigencia. Es interesante y está bastante bien hecha.

 

Vermiglio. Producción italiana. Un drama que se desarrolla a finales de la Segunda Guerra Mundial en una pequeña población de los Alpes. La protagonista es la extensa familia del maestro, siete hijos y nace el octavo, y un soldado que ha huido del frente. Película de ritmo pausado, muy centrada en aspectos concretos de cada personaje, atenta a los pequeños detalles, llena de sensaciones y con unos magníficos paisajes. Cine poco habitual en esta época de grandes producciones y mucha acción. Muy buena.

 

Los destellos. Producción española. Para Carlos Boyero es la mejor película y la mejor interpretación femenina del año. Es una buena película, con momentos muy emocionantes y, efectivamente, con una gran interpretación de Patricia López Arnaiz, pero quizás resulte algo reiterativa en algunos momentos. En cualquier caso es muy recomendable.

 

Bastion 36. Producción francesa. Una película policiaca con todos los ingredientes típicos, y tópicos, del género. Hay corrupción policial a diferentes niveles, conexiones con la delincuencia, asesinatos, etc. Entretenida y bien hecha.

 

Anora. Producción estadounidense. Acaba de recibir el Oscar a la mejor película. No sé si es la mejor, pero es una buena película a medio camino entre la comedia y el drama ya que tiene buenos momentos de ambos. Desde luego, una de las claves de su éxito es la magnífica interpretación de su protagonista que también se llevó el Oscar. Quizá le sobra algo de metraje, pero eso es algo que les sucede a muchas de las películas que se hacen ahora.

 

A Complete Unknown. Producción estadounidense. Narra los inicios de Bob Dylan entre 1961 y 1965. Seguramente no es lo mismo verla para quien vivió esa época, mi caso, que para quien no. Desde luego está magníficamente interpretada y con una gran selección de las canciones que interpretan tanto Dylan como Joan Baez. Nostalgia, melancolía y momentos muy emotivos para mí. Luego los críticos no se ponen de acuerdo. Es normal porque seguramente le falta algo para otro tipo de espectador.

 

Lee Miller. Producción británica. Biopic sobre la modelo y fotógrafa que recoge los momentos anteriores a la Segunda Guerra Mundial y, sobre todo, su actividad como fotógrafa en el frente donde tuvo ocasión incluso de entrar en algunos campos de concentración. La película es muy interesante y nos ofrece la visión de una persona singular, con un fuerte carácter y una gran pasión por su trabajo. Durante los títulos de crédito finales se reproducen algunas de sus fotografías más significativas.

 

Series

 

Berlín station. Serie alemana de 10 episodios de 45 y 55 minutos. Serie típica de espías con la CIA y los servicios alemanes peleando entre sí. A veces es un tanto compleja y me ha costado seguirla, pero en general se entiende. Buen diseño de producción sin escatimar en gastos. Tiene, al menos para mí, el aliciente de ver bastantes lugares de una ciudad que no conozco y que es quizás la que ha estado más presente en muchas de mis lecturas.

Sky Showtime y Movistar+

 

 

Día cero. Serie estadounidense de 6 episodios de 50 minutos. Tiene un inicio sorprendente y no sabes por dónde puede continuar. Al final no deja de utilizar todos los tópicos con un guion enrevesado a veces e insatisfactorio siempre. Buena producción y un De Niro que intenta levantarla cada vez que aparece, pero es una serie muy prescindible.

Netflix.

 

El caso Cenicienta. Producción belga (flamenca) de 8 episodios de 45 minutos. Una serie de juicios realmente interesante porque, más allá del juicio propiamente dicho, la serie se centra también en los problemas que tienen en su vida privada varios de los miembros del jurado y cómo alguno de ellos afecta incluso a alguna de sus decisiones en las deliberaciones. Muy interesante, con un guion muy bien construido y buenas interpretaciones.

 

Ciudad tóxica. Miniserie británica de 4 episodios de 50 minutos. Basada en hechos reales y en la mejor tradición del cine social británico. En los años noventa, en un pueblo desindustrializado, hubo una serie de nacimientos de bebés con defectos físicos sobre todo en las extremidades. Un grupo de madres se organizó para llevar el tema a los tribunales porque tenían datos sobre la influencia de unos metales pesados, que se habían esparcido al cerrar una fábrica de producción de acero, sobre esos defectos. Muy bien interpretada.

Netflix.

 

High country. Serie australiana de 8 episodios de 45minutos. Un thriller que se desarrolla en una pequeña localidad en las montañas del sudeste australiano. Hay unos magníficos paisajes y un guion en el que hasta el final es difícil saber quién o quiénes están asesinando o haciendo desparecer a varias personas. También tiene algunos momentos de realismo mágico y una pareja protagonista de una policía y su mujer que es de lo mejor de una serie que, por otra parte, no es de las mejores del género.

Movistar +

 

jueves, 13 de marzo de 2025

Inagotable.

 

No sé cuántas veces he titulado una entrada para comentar un libro de esta escritora con solo una palabra: Inagotable. Este libro creo que es el decimosexto que leo de la autora porque he debido de leer todos los traducidos.

Como la mayoría, esta es una novela no muy extensa, 157 páginas. Está dividida en cuatro partes y se desarrolla entre 1919 y 1924.

Las tres primeras partes, 111 páginas, las leí de un tirón y me pareció que eran el típico estilo de Némirovsky con su gran facilidad para contar una historia. Al día siguiente leí la cuarta parte y me pareció que se había convertido en un melodrama y un folletín. Es cierto que esta escritora está muchas veces en el filo, pero es que esta vez a medida que iba leyendo me iban pareciendo unas situaciones y unos diálogos cada vez menos verosímiles y más forzados.

Esta es una de las primeras novelas que escribió y se publicó cuando apenas tenía 23 años. Dicen que es la más autobiográfica y, desde luego, el enfrentamiento de la protagonista con su madre ya lo he visto en otras novelas. El resto de los personajes tiene pequeñas apariciones que sirven sobre todo para ilustrar ese enfrentamiento.

Se dice en la contraportada que es un retrato de la sociedad de la época de entreguerras, pero me parece una afirmación muy exagerada. Esta escritora sí que ha dado buenos retratos en otras obras sobre ese período tan rico y complejo, pero no es este el caso de La enemiga.

Desde luego es un libro que se lee de un tirón y que resulta entretenido, pero está lejos de los buenos libros que escribió.

Hay una reseña muy completa y muy favorable de Álvaro Sánchez en porqueleer.es.

 

Irene Némirovsky, La enemiga. Traducción José Antonio Soriano Marco

 

 

domingo, 9 de marzo de 2025

Segundo volumen de la pentalogía dedicada al fascismo

 

 

Este es el segundo volumen de los cinco que Scurati ha dedicado al fascismo. El quinto ha sido editado recientemente en castellano y es cuando me he dado cuenta de que, desde que en 2020 leí el primero, no había vuelto a tener noticia de la serie a pesar de lo interesante que me resultó.

Este segundo abarca el periodo que va de 1925 a 1932, es decir, los años de consolidación del fascismo y de la conversión de Italia en un estado totalitario fascista al que incluso se sometió el mismo partido, el PNF.

Al igual que en el anterior, no se trata de una biografía de Mussolini a pesar de la gran M de la portada. El libro cuenta algunos aspectos de esa biografía pero es, sobre todo, una radiografía del movimiento fascista y de cómo poco a poco se fue haciendo con todo el poder del estado italiano eliminando cualquier oposición tanto política como sindical o social. Para ello emplea nada menos que 569 páginas y un conjunto de personajes cuya relación, con un breve apunte de quiénes eran y qué hacían, le ocupa otras 16.

El libro, que sigue un estricto orden cronológico, está dividido en multitud de capítulos de cinco o seis páginas. Cada uno tiene su correspondiente fecha y el nombre del que va a ser el principal protagonista. Solo se salta ese espacio en los que dedica a la conquista de Libia y uno muy concreto en el que reproduce siempre entrecomillado un extenso debate entre varios de los principales líderes del partido fascista.

Al igual que sucedía en el libro anterior, al final de cada capítulo se reproducen algunos textos y documentos que han servido para la elaboración del correspondiente capítulo y que demuestran la veracidad de cosas que se narran. De alguna manera es una forma de decir que, aunque no se trate estrictamente de un libro de historia, sí que son históricos los principales hechos que se narran. Evidentemente, luego hay mucho material narrativo de “invención” y creación por parte del autor, pero sí quiere dejar constancia de que la base del texto es la historia del fascismo y de cómo este pronto se hizo con todo el poder del estado. En este sentido me parece especialmente interesante el siguiente texto de 1925 de Mussolini que Scurati cita al final de uno de los primeros capítulos: 

La violencia es moral cuando es oportuna, quirúrgica, caballeresca. Pero cuando el Partido de la revolución tiene el poder en sus manos, la violencia debe ceñirse a los instrumentos y los propósitos exclusivamente estatales. El Partido debe limitarse a crear y mantener un ambiente “de simpatía” hacia el ejercicio de esa eventual violencia de Estado” (p. 69)

 Es interesante por un lado por la defensa que hace de la violencia, pero, por otro lado, y aquí es lo más importante, por cómo subordina el Partido al Estado una vez convertido este en un Estado plenamente fascista.

A lo largo de todos estos años se fueron dictando una serie de leyes y órdenes para conformar ese Estado. En el libro se mencionan las principales y es una pena que apenas se profundice en ellas aunque, claro, eso hubiera hecho que la lectura del libro fuese demasiado densa porque, y esta creo que es una de las principales virtudes del libro, Scurati es un gran narrador que mantiene la misma agilidad a lo largo de todo el texto sea cual sea el momento histórico en el que se centre. Quizá le cuesta algo más cuando escribe sobre Libia páginas en las que, por cierto, hace una feroz crítica de cómo se hizo la conquista de esos territorios.

En definitiva, un libro muy interesante que se puede leer casi como una novela aunque creo que lo disfrutará sobre todo quien esté interesado en la historia.

Hay una breve pero recomendable reseña de DomingoRódenas en elperiodico.com.

Nota: Como pasaba en el primer volumen, el traductor emplea de vez en cuando una serie de palabras que no había visto nunca. En la reseña que hice puse una relación de ellas, pero en este no he ido tomando notas. Realmente algunas son muy originales.

 

 

Antonio Scurati. M. El hombre de la providencia. Traducción Carlos Gumpert.

 

 

 

 

 

jueves, 27 de febrero de 2025

Irregular autobiografía

 

Soy un gran aficionado al jazz. De hecho es prácticamente la única música que escucho en los últimos años y, dentro del jazz, son los tríos con lo que más disfruto. Mehldau es, precisamente, un pianista que ha publicado bastantes discos con esa formación y, también, es uno de los pocos intérpretes conocidos a nivel internacional a los que he tenido el placer de escuchar en directo.

Por todo eso, me hizo especial ilusión encontrar esta autobiografía teniendo en cuenta, además, que son pocos los libros tanto biográficos como autobiográficos de músicos de jazz que se traducen y publican en nuestro país.

Desgraciadamente el libro me ha defraudado. A pesar de su extensión, 425 páginas en gran formato, se centra en sus años de juventud y en sus inicios en el jazz, esto es en los ochenta y primera mitad de los noventa (Mehldau nació en 1970). Es decir, no habla de sus mejores años como intérprete, aunque es cierto que sí refleja muy bien lo que era esa música en el Nueva York de esos años.

El libro es tremendamente irregular para un lector de mis características, esto es, alguien que disfruta con esa música pero que, al mismo tiempo, desconoce totalmente la teoría musical. Me gusta cuando habla de los músicos y me pierdo cuando lo hace de la música que hacen.

Por otra parte, el libro está lleno de momentos en los que se explaya en reflexiones filosóficas e incluso a veces religiosas que, sinceramente, ni me interesan especialmente ni en muchos casos entiendo.

También encuentro excesivo el espacio que dedica a sus problemas en el colegio con su grupo de amigos. Es obvio que fue una época muy importante para el autor, pero creo que se pueden entender sus problemas sin necesidad de dedicarles tanto espacio. En este sentido, tengo la impresión de que Mehldau ha debido de tener muchas horas de terapia porque hay mucho psicologismo en las apreciaciones que hace en este tema de la amistad en general y de las preferencias sexuales en particular.

Desde luego, no sé si es un pianista de jazz al uso porque hay autores como Thomas Mann, Joyce, Adorno o Bloom que están muy presentes en el libro, un texto en el que aparece muchas veces, aunque tampoco sé si es lo que él pretende, como un intelectual.

En general, hay muchas páginas por las que he pasado muy por encima, si bien le reconozco un doble mérito: por un lado, la capacidad de reflexionar en profundidad sobre tantos temas y, por otro, la gran sinceridad con la que se manifiesta en aspectos como, por ejemplo, su consumo de drogas que durante una época le tuvieron al borde del colapso.

En fin, creo que es un libro que gustará a los seguidores del pianista sobre todo y a algunos seguidores del jazz, pero que no es demasiado interesante para el resto.

En cualquier caso hay que agradecer a esta editorial la publicación de este tipo de libros y esperar que lo hagan con alguna otra biografía o autobiografía de músicos de jazz.

 

Brad Mehldau, Un canon personal. Traducción Juan Manuel Ruiz Pardo.

 

 

 

martes, 25 de febrero de 2025

Una época conflictiva

 

He visto más películas basadas en novelas del autor, en concreto: El secreto de sus ojos y La odisea de los giles (del libro La noche de la Usina), que libros ya que solo hay uno comentado en el blog.

El que ahora comento, publicado hace dos años, me llamó la atención por lo que se dice del tema en la contraportada. Uno de los aspectos de la Argentina, un país al que me unen fuertes lazos de amistad desde hace muchos años, que más me ha interesado y sobre el que tengo buena bibliografía es el conflictivo período de los años setenta del siglo pasado y, más concretamente, la existencia y las acciones de los movimientos revolucionarios que hubo en la época.

Sacheri se centra en esta novela en las acciones de dos comandos, uno de Montoneros y otro del ERP, formados por cuatro o cinco miembros cada uno. Los vemos preparar atentados, ya sean secuestros o “ejecuciones”, discutir a veces sobre la necesidad de actuar de una u otra manera, de la efectividad de la acción armada frente a la mera acción política, etc. Pero, y este es uno de los principales puntos débiles en mi opinión del libro, todo ello tratado de una forma bastante superficial y un tanto tópica, que desdice en parte lo que el propio autor escribe en una nota al principio de la obra: “Esta novela es fruto, entre otras cosas, de un laborioso trabajo de investigación bibliográfica y testimonial que llevé a cabo durante varios años”. (El autor es licenciado en Historia y profesor)

Además de estos protagonistas están los que sufrieron algunas de sus acciones. Por ejemplo, el profesor de la universidad de un miembro de uno de los comandos que será asesinado o el empresario de éxito a cuyo hijo secuestran. También, y este me parece uno de los aciertos del libro, está el padre de uno de los miembros del ERP que funciona en la novela como una especie de conciencia externa que, a través de una serie de monólogos, va dando su opinión sobre el actuar de su hijo y de los jóvenes revolucionarios. Da la impresión de que, de alguna manera, este padre refleja la opinión de Sacheri ya que el resto del relato suele ser una narración bastante descriptiva de las acciones o de las formas de pensar sin entrar en valoraciones.

La novela se puede leer prácticamente como un thriller con fondo político y en algunos aspectos casi como una novela histórica. Sacheri es un gran narrador y tengo que decir que he leído sus 476 páginas, en edición de formato grande, bastante absorbido por lo que me estaba contando más allá de los aspectos que antes criticaba. Me sigue pareciendo un momento histórico apasionante y se puede comprobar también por la cantidad de documentales que se han hecho sobre él; algunos realmente magníficos.

Creo que es un libro recomendable sobre todo para quienes se interesen por el tema o para quienes lo lean simplemente como un thriller.

 

Eduardo Sacheri, Nosotros dos en la tormenta.

 

viernes, 21 de febrero de 2025

Otra faceta del nazismo

 

A pesar de lo mucho que he leído a lo largo de los años sobre ese período histórico, y más concretamente sobre el nazismo, me ha sorprendido el tema de esta interesante novela: las maternidades nazis creadas por Himmler para que tuvieran un buen nacimiento los hijos de los SS.

De Mulder, una escritora belga que es también profesora de literatura en la universidad, cuenta la historia de los últimos momentos, finales de 1944 hasta la llegada de los aliados, de la primera que se creó. Para ello se centra en tres personajes: Renée, una joven francesa embarazada por un joven soldado alemán por lo que ha sido repudiada por su familia; Helga, una enfermera alemana muy trabajadora a la que algunas de las situaciones que se producen le harán poner en duda sus convicciones; y Marek, un prisionero polaco desplazado desde Dachau para hacer trabajos de mantenimiento.

Estos tres personajes van alternándose en capítulos bastante cortos y a partir de eso la autora primero describe en qué consistían ese tipo de instituciones y luego, poco a poco, va entrando más en los problemas de los protagonistas. Así, la novela va de menos a más, ganando en intensidad y emoción porque se trata, como se dice en la cita de Le Figaro Littéraire que la editorial reproduce en la solapa, de: “Una novela que tiene la fuerza de un gran documental”.

De documental tiene todo lo que supone de descripción de la vida en la casa, la alimentación, la llegada de niños robados, la descripción de la ceremonia de la “bendición del nombre”, la esterilización de alguna mujer o la eugenesia practicada con algún niño que no cumplía con los requisitos mínimos. La fuerza la adquiere a través de las vicisitudes de sus tres protagonistas, cada uno con un tipo de problemas que al final tendrán salidas muy diferentes.

Todo ello narrado con una escritura muy concisa y a menudo yo diría que hasta algo cortante que, en cualquier caso, se adapta muy bien a lo que se está narrando.

Un libro, en definitiva, muy interesante por su contenido y también por lo bien que está escrito.

 

Caroline De Mulder, Los niños de Himmler. Traducción Patricia Orts.