jueves, 23 de enero de 2025

Otro aviso más

 

Conozco al juez Bosch por sus intervenciones televisivas siempre cargadas de sentido del derecho y, lo que es más importante, de la justicia. Pertenece a Jueces para la Democracia y representa, por tanto, posiciones muy minoritarias dentro del conjunto de los magistrados españoles, pero desde luego me es difícil estar en desacuerdo con las posiciones que en esas intervenciones plantea, otra cosa es con alguna de las de este libro. Además, también comenté en el blog el libro sobre el estado de la justicia que escribió con Ignacio Escolar.

El libro está dividido en ocho capítulos. En los dos primeros realiza dos magníficos resúmenes: por un lado, de nuestro muy interesante siglo XIX y, por otro, de cómo está la extrema-derecha a nivel mundial y en España. Los siguientes se centran en: 3. La deriva autoritaria. 4. La revolución digital y la polarización. 5. Xenofobia. 6. El sistema institucional. 7. Los partidos políticos. 8. El desmantelamiento del estado social.

Esto es, va analizando los diferentes sectores en los que se está produciendo, o existe el riesgo de que se produzca, una involución hacia diferentes formas de autoritarismo. El análisis parte siempre de lo que está pasando en el mundo y termina con las correspondientes referencias a lo que pasa en nuestro país.

Para sus análisis se apoya prácticamente siempre en referencias a autores de la extensa bibliografía que reproduce al final del libro. La mayor parte de los fragmentos del libro tienen alguna de esas referencias aunque no exista normalmente la cita textual. Con ello queda de manifiesto que lo que ha hecho Bosch es dejar un estado de la cuestión tal y como la plantean los principales especialistas de las diferentes materias. Quizá la excepción sea lo que explica y analiza del CGPJ, tema al que ha dedicado bastante estudio y del que por cierto me he enterado de una vez gracias a las páginas que le dedica.

Desde luego estamos ante un libro muy recomendable por lo que tiene de gran síntesis y de aviso por si aún estamos a tiempo de frenar algo de lo que  se nos viene encima.

Ahora quisiera, como advertía más arriba, comentar críticamente algunas cosas que no comparto o que creo necesario matizar.

Por un lado, cuando habla de la polarización no entra a fondo sobre quiénes son sus máximos responsables aunque deja algún ejemplo significativo. Esto es algo que se hace habitualmente en los medios y está bastante claro que no todos tienen la misma responsabilidad.

Por otro lado, cuando habla de globalización me parece que da una visión muy nacionalista del fenómeno. Es cierto que es un tema muy conflictivo y que está provocando desigualdades en el interior de los estados desarrollados, pero también lo es que gracias a ella están disminuyendo las desigualdades a nivel mundial. En este tema creo que hay que abrir siempre el foco porque ,si no, nos quedamos muy reducidos a nuestro pequeño espacio. (No deja de resultar curioso que antes era la izquierda la que se manifestaba contra la globalización y a veces de forma bastante violenta, mientras que ahora es la extrema derecha la que lo hace).

Finalmente, me parece un tanto injusto lo que afirma en el siguiente fragmento:

“Los derechos de las identidades de los grupos más variados son importantes y tienen que defenderse en las instituciones. (…) Sin embargo (…) Si los líderes políticos solo dedican tiempo en el debate a unos temas concretos y omiten propuestas contra el deterioro de las condiciones de vida (…)” (p. 256)

No quiero terminar el comentario sin dejar constancia de que me he sentido reflejado en esta otra afirmación:

“Cuando no estamos de acuerdo absolutamente con ninguna propuesta del partido ideológicamente contrario es muy probable que hayamos entrado ya en la espiral de la polarización afectiva”. (p. 164)

En cualquier caso un libro necesario escrito, además, por alguien que aplica la razón y el razonamiento sereno a los problemas más debatidos de la actualidad, algo poco habitual en este mundo tan polarizado y dominado por las emociones.

Hay una larga y muy interesante entrevista de Pablo Elorduy con el autor en elsaltodiario.com

Nota. El título de esta entrada viene a cuento pues en poco tiempo he comentado otros libros, como por ejemplo el de Steven Forti, que van en la misma dirección.

Joaquim Bosch, Jaque a la democracia. España ante la deriva autoritaria mundial.

 

 

lunes, 20 de enero de 2025

Entretenimiento de calidad

 

En relativamente poco tiempo he conocido a tres escritores estadounidenses que tienen en común una gran capacidad narrativa no exenta de calidad. Son: Douglas Kennedy, Scott Spencer y ahora tengo que añadir a este Dominick Dunne.

Del primero he leído todo lo traducido. De los otros dos solo un libro, pero creo que no será el único. Hacen un tipo de literatura que viene muy bien para determinados momentos vitales en los que se necesita concentrarse en las historias que te cuentan y olvidarse un poco del ambiente tóxico del país.

Al buscar alguna reseña tras la lectura del libro, me he encontrado con la sorpresa de que el argumento tiene que ver con unos hechos que sucedieron realmente en 1975 que el autor conoció en 1991 coincidiendo nada menos que con la resolución del caso del asesinato de su hija, la actriz Dominique Dunne. El autor colaboró en la reapertura del caso de los setenta.

El libro no es una novela policíaca aunque en el primera página aparezca ya un asesinato, sino un magnífico reflejo de algunos sectores de la clase alta estadounidense. La protagonista es una familia irlandesa católica que se ha hecho rica a partir de unos ascendientes que fueron cocinero y fontanero y que, por ello, no son aceptados con normalidad en los círculos en los que se mueven.

Uno de los grandes aciertos de la novela es la buena caracterización de los principales personajes, desde Gerald, el patriarca que todo lo dirige y todo lo puede, a Grace, esa madre de misa y rosario diario que, al mismo tiempo, se va frecuentemente de compras a París, pasando por Constant, el hijo preferido del padre en el que ha puesto sus mejores esperanzas, que es

el coprotagonista de la historia junto con el narrador, su amigo Harrison. Además, está el resto de los miembros de la familia.

Con estos mimbres, Dunne va tejiendo una trama de relaciones entre ellos con el fondo del asesinato que, como decía, presenta ya en la primera página. Unas relaciones en las que los secretos y las mentiras son algo habitual.

El autor utiliza nada menos que 473 páginas para contar la historia, algo que me ha parecido un tanto excesivo. Creo que le sobra algo de la segunda parte en la que se aleja de la familia para centrarse sobre todo en el narrador que se ha convertido en un escritor famoso. (No sé qué me está pasando últimamente, pero en muchas novelas hay un momento en su parte central que empiezan a cansarme, aunque luego las suelo retomar con gusto).

En todo caso, creo que se trata de un escritor interesante al que hay que volver a leer aprovechando que la misma editorial ha publicado varios de sus libros.

 

Dominick Dunne, Una temporada en el purgatorio. Traducción Eva Millet.

 

miércoles, 15 de enero de 2025

Otro buen libro de la Premio Nobel

 


Tercer comentario que hago sobre una obra de la reciente Premio Nobel y va a ser el menos favorable, no porque me parezca una mala novela ni mucho menos, sino porque tiene unas competidoras de mucha categoría.

Esta novela se publicó originalmente en 2019 aunque aquí aparezca como la última traducida. Creo que eso ya quiere decirnos algo.

La novela tiene dos tramas o, si se prefiere, dos temas. Por un lado, es una exaltación de la amistad entre dos mujeres: la protagonista, que es al mismo tiempo la narradora, y otra que ha tenido un accidente y le hace una peculiar petición. Por otra parte, esta amiga es una documentalista que está trabajando sobre los hechos ocurridos en 1948 cuando, en la isla en la que vive, hubo una gran represión sobre los comunistas.

Esta segunda trama, en la que está centrada la novela sobre todo en la segunda parte, es muy interesante por los hechos y por la forma de narrarlos, pero, al mismo tiempo, creo que resulta difícil de seguir para quien, como es mi caso, desconoce totalmente lo que allí sucedió. Me parece que es algo escrito sobre todo para lectores coreanos.

Sin embargo, en la primera parte está lo que más me ha gustado del libro. El encargo que le hace la amiga es que acuda a la isla porque la cotorra que tiene en su casa morirá si no se le da pronto agua y comida. Se pone en marcha en un día con un fuerte temporal de nieve y toda la narración del viaje hasta que llega es realmente absorbente. Kang es capaz de crear una atmósfera que hace que el lector padezca con los muchos problemas que va encontrando y que valore el esfuerzo que realiza en aras de la amistad. Me parece literatura de muy alto nivel.

Evidentemente, todo escrito con esa calidad que ya mostró en sus anteriores textos lo que debe de ser una de las razones para que le fuera concedido el premio más famoso que hay en la literatura.

El libro me ha gustado aunque, eso sí, creo que los dos anteriores son mejores para entrar en el conocimiento de esta gran escritora.

 

Han Kang, Imposible decir adiós. Traducción Sunme Yoon.

 

ANDAMIO

 

Primera entrega del año y veo que es prácticamente un monográfico anglosajón. Tres películas todas estadounidenses y una serie, y de las otras siete series seis británicas, eso sí con una enorme variedad de temas y con la que creo que será una de las mejores de la temporada.

La verdad es que tengo la sensación de que el año empieza muy bien.

 

Películas

 

Cónclave. Producción estadounidense. Trata, como su título indica, del cónclave para elegir Papa y de las diferentes intrigas que se producen entre los cardenales para que salgan sus favoritos. Da una imagen de la Iglesia que es, por lo que a veces se oye y lee, bastante acertada. La película resulta interesante.

 

Fly me to the moon. Producción estadounidense. Comedia en torno al envío del primer vuelo tripulado a la luna. Si digo que una de las cosas más logradas es el vestuario creo que está todo dicho. Aburridilla.

 

Heretic (Hereje). Producción estadounidense. Un thriller de terror, un género que no me gusta y del que apenas he visto alguna película. Sin embargo, esta me ha interesado y mantenido la atención seguramente por la primera parte centrada en la religión o, para ser más exactos, en sus muchas mentiras. Un Hugh Grant espléndido.

  

Series

 

Yellowstone. Segunda parte de la quinta temporada y final de esta serie estadounidense con seis capítulos de 55 minutos. Es casi un resumen de toda la serie pero, eso sí, sin Kevin Costner que se salió por algún tipo de problemas con la productora y tienen que matarlo en el primer capítulo. Los personajes hacen lo que han hecho durante todas las temporadas ahora un poco más acentuados sus perores rasgos. Entretenida como siempre e interesante para comprender el trumpismo del interior del país.

Sky Showtime

 

 

Palomas negras. Serie británica de seis episodios de 55 minutos. Más o menos un thriller de espías aunque a medio camino entre lo real y un tratamiento un tanto disparatado. Es entretenida, pero le falta algo para ser una buena serie.

Netflix

 

Patrick Melrose. Miniserie británica de 5 episodios de una hora. Buenas críticas y elevada puntuación de los que la han visto, pero no me ha gustado. El protagonista, adicto y alcohólico, está muy bien interpretado lo que no es suficiente para que la serie llegue a interesar. Reiterativa y sin demasiado ilación entre los diferentes momentos. Transcurre en 1967, 1982, 1990, 2003 y 2005 para que veamos la evolución en la relación con sus padres y con sus problemas. Estuve a punto de dejarla durante el primer capítulo, pero en el segundo cambia el registro y te animas. Al final, vuelve por sus fueros.

Movistar +

 

Operación jaula. Serie de los Países Bajos de 6 episodios de 45 minutos. Un thriller bastante entretenido sobre atentados en Ámsterdam. El policía protagonista es de origen afgano y eso le da mayor interés por los problemas que surgen por ello. Está bien realizada.

 

This town. Serie británica de 6 episodios de 58 minutos. Refleja la situación en Birmingham y Coventry en los años 80 a partir de la creación paso a paso de un grupo musical. Muy crítico con el I.R.A y la policía británica, se centra también en el problema del alcoholismo y en los problemas familiares de los protagonistas. Abarca demasiados temas y no trata ninguno con cierta profundidad. A ratos es un tanto aburrida, aunque en otros resulta interesante. Eso sí, muy buena ambientación. Esperaba más por los comentarios que había oído.

Movistar +

 

True Love. Miniserie británica de 6 episodios de 40 minutos. Comedia dramática que, a medida que avanza, se va convirtiendo en un thriller sin dejar el drama. Buen guion y muy buenas interpretaciones. Interesante el tratamiento de la eutanasia.

Filmin.

 

Douglas is cancelled. Miniserie británica de 4 episodios de 45 minutos. Comedia dramática en la que un presentador de televisión muy famoso en una boda hace un chiste sexista que alguien denuncia en twitter. A partir de ahí se plantean las reacciones tanto de su compañera en el programa como de la cadena. Tiene unas críticas muy extremas, o gusta mucho o nada. A mí me ha parecido interesante más allá de que haya escenas que creo que no están muy acertadas.  De todas formas creo que solo por el episodio tercero ya merece la pena.

Sky showtime.

 

No digas nada. Serie británica de 9 episodios de 45 minutos. Basada en el magnífico libro homónimo de Patrik Radden Keefe comentado en el blog hace ahora cuatro años. Si el libro me pareció una gran investigación, la serie me parece que ha logrado llevar a la pantalla los principales problemas y las actitudes de los protagonistas. Prácticamente nadie sale bien parado. Hay una crítica bastante generalizada a lo sucedido en Irlanda del Norte entre los 70 y los 90 del siglo pasado. Está muy bien realizada, tiene un guion magnífico con grandes diálogos y unas interpretaciones espléndidas. Una de las grandes series que veré este año. Seguro.

Disney +


jueves, 9 de enero de 2025

Avisando del peligro

 


Forti es uno de los mayores especialistas en nuestro país sobre el tema. Su anterior libro, Extrema derecha 2.0, ya apareció comentado en el blog en 2021. Ahora, además de resumir una parte importante de ese libro y actualizarla, se centra ya en cómo está funcionando esa extrema derecha cuando ha llegado al poder.

En el libro hay una gran cantidad de información sobre estos grupos, de hecho creo que en exceso porque a veces los árboles no dejan ver el bosque o, mejor, el lector puede llegar a perderse o a no entender bien las relaciones entre estos grupos. Por ejemplo, cuando explica la conformación de los diferentes grupos en el Parlamento europeo es muy difícil ser capaz de seguir la cantidad de cambios y agrupaciones que se han ido produciendo.

Forti tiene el defecto de todo buen investigador que es que, cuando se plantean transmitir los resultados al gran público, es decir, cuando hacen labor de difusión, les cuesta mucho trabajo dejarse cosas en el tintero y no tienen en cuenta que al lector “normal” no le interesa saber todo de todo, sino conocer los aspectos fundamentales.

En este sentido, a mí lo que más me ha interesado del libro son los últimos capítulos en los que explica muy bien lo que está pasando en Italia, tema al que dedica muchas páginas, y también en Hungría o Israel.

Precisamente en uno de estos capítulos se inscribe el siguiente fragmento:

“Sí, Italia es un caso peculiar, pero también Hungría o Argentina lo son. Y a su manera, Suecia, Finlandia, los Países Bajos, España o Francia. Pero en todos estos países, con correlaciones de fuerzas y tiempos distintos, está pasando algo similar (…): la radicalización de las derechas mainstream, el avance electoral de un nuevo tipo de extrema derecha, su normalización, su capacidad de marcar los debates políticos y mover la ventana de Overton, su incorporación en redes transnacionales y su voluntad de unificar a todas las derechas en sus países y a nivel europeo y global”. (. 242-243) 

Algo que leído desde nuestro país se entiende perfectamente porque lo estamos viviendo a diario.

También quisiera comentar otro aspecto del libro que peca de lo mismo ya criticado y por las mismas razones. Me refiero a la cantidad de espacio que dedica a discutir las cuestiones terminológicas. No digo que no sea importante e interesante, pero lo veo más para artículos en revistas especializadas. Al lector de este tipo de ensayos creo que le interesa sobre todo saber cuáles son las propuestas de estos grupos y alguna de sus diferencias, más allá de si su objetivo de una democracia iliberal, una democracia electoral, una autocracia electoral,…

Finalmente, y ya puestos a criticar, al final apenas dedica siete páginas, en un apartado titulado ¿Hay vuelta atrás?, a ver qué se puede hacer. Para más información remite a su anterior libro, cuando no hubiese estado de más que hubiese hecho un resumen de las principales propuestas que en él hace.

Veo que me ha quedado un comentario muy crítico con el libro, un texto que, sin embargo, me parece absolutamente recomendable por lo claro que escribe el autor, por la cantidad de información que hay en él y por los buenos análisis y reflexiones que hace. No obstante, me atrevería a sugerirle a él y/o la editorial, que editasen un texto de no más de 150 páginas con el núcleo del libro.

Hay una interesante entrevista de Javier Biosca con el autor en eldiario.es

 

Steven Forti, Democracias en extinción. El espectro de las autocracias electorales.

 

 

lunes, 6 de enero de 2025

Buen descubrimiento

 

Es la primera novela de la autora y es también la ganadora del Premio Lumen de Novela de 2024. Una autora que habiendo nacido en Bielorrussia se trasladó con su familia a Buenos Aires cuando tenía diez años y que se ha dedicado sobre todo a la poesía de la que ha publicado varios libros. Esta dedicación se nota bastante a lo largo de toda la novela y es para mí, junto con la gran sensibilidad en el trato de los personajes, uno de los aspectos que la distinguen y que hacen tan atractiva su lectura.

La narradora es una niña que nació cerca de la central de Chernóbil el mismo año del accidente, hecho que está presente a lo largo de todo el texto. El libro está dividido en tres partes. En la primera cuenta los principales momentos de su infancia. En la segunda se centra en las conversaciones con su abuela. En la tercera, vista más desde el presente, incluye su llegada a Buenos Aires y los problemas a los que se tuvo que enfrentar en el colegio. Las tres están compuestas a base de capítulos cortos o muy cortos que en algún caso adoptan casi la forma de un cuento.

Todo contado con un lenguaje muy claro y adecuado a cada momento y personaje, con gran sensibilidad y sin perder la oportunidad de realizar ciertas críticas a cómo se trató el tema del accidente.

Creo que no hay mejor resumen de qué tipo de libro es que estas palabras de la miembro del jurado Clara Obligado:

“Es un libro que, como todos los buenos libros, plantea una serie de contradicciones que me gustaría enumerar. Es luminoso, pero habla de tiempos oscuros. Es sencillo para mostrar la complejidad del mundo que nos toca vivir. Es tierno en su dureza. Habla de la pérdida de un país y de la recuperación de otro. De lo que significa crecer y también envejecer. Es fácil de leer, pero se queda dentro de nosotros, repicando. Es una novela, pero en ella laten también la poesía y el cuento. Es un descubrimiento, una sorpresa, pero es también una apuesta segura”.

A mí me ha resultado una lectura muy gratificante y he pasado un buen rato con ella.

Hay una interesante entrevista con la autora de Inés Busquets en agenciapacourondo.com.ar

 

Natalia Litvinova, Luciérnaga

 

domingo, 5 de enero de 2025

Sobre arte y fotoperiodismo

 


Este es el número 9 ya de la magnífica colección que está editando la Revista 5W con diálogos entre periodistas. En ella han participado ya desde Ramón Lobo a Martín Caparrós, pasando por Leila Guerriero y Miquel Ayestaran, es decir, prácticamente todos o la inmensa mayoría de los mejores reporteros y cronistas de la actualidad.

Los que conversan en este libro no solo son totalmente desconocidos para mí, sino que incluso, en el caso de Abril, desconozco el tipo de trabajo artístico que hace, lo que es un lástima porque eso me lleva a no entender más de una de sus, seguro que interesantes, reflexiones.

En el libro dialogan sobre el uso de la fotografía para contar el mundo, sobre la necesidad de cambiar la mirada: de las víctimas a las estructuras de poder, sobre diferentes experiencias viajeras, sobre fronteras, migraciones o misoginia y, en el último capítulo, para mí el más interesante, sobre la importancia de la historia, del tema, la idea, el concepto.

Aunque el libro es poco extenso, apenas 140 páginas, hay muchas reflexiones interesantes, muchas experiencias vividas, muchas ilusiones puestas en sus diferentes trabajos y también momentos para la autocrítica como se puede apreciar, por ejemplo, en el siguiente fragmento:

“¿Qué podemos hacer para cambiar las cosas? En Sonda planteamos prestar atención al periodismo de soluciones, que creo que a veces se malinterpreta como si se tratara de proponer soluciones, cuando de lo que trata es de dar más cobertura a las cosas que sí funcionan. Nos centramos siempre en lo malo, en lo que no funciona: en la crisis, en la catástrofe, en la víctima… Tiene lógica que lo hagamos, pero hay cosas que funcionan y hay que visibilizarlas para que se conozcan. Hay científicos, universidades, organizaciones, equipos de investigación, desarrollando proyectos que pueden aportar soluciones a problemáticas concretas, y creo que debemos prestarles atención”. (p. 46)

Por lo que antes comentaba, me entero más de las cosas que cuenta Palacios, aunque tampoco soy un gran seguidor del fotoperiodismo y no suelo prestar demasiada atención a las imágenes. Eso sí, me identifico totalmente con la siguiente afirmación de Abril:

“Yo sí me siento saturada. No puedo consumir más información dramática en mi vida”. (p. 56)

En fin, un texto que merece la pena leer, sobre todo si se es aficionado al periodismo en cualquiera de sus formatos.

Hay una breve pero útil reseña de Emma García en photolari.com

 

Laia Abril y Santi Palacios, Leer las imágenes.

 

viernes, 3 de enero de 2025

Novelón, por momentos

 

Esta es una de esas novelas que me dejan sentimientos encontrados. Empecé disfrutando mucho con su lectura, me recordaba por su estilo y temas a Douglas Kennedy, otro escritor estadounidense del que he leído todo lo traducido y que me gusta mucho, pero hacia la parte central del libro hubo momentos en que dudé si debía seguir leyéndolo, se me caía de las manos, me estaba dejando de interesar la historia. Seguí y no me he arrepentido porque poco a poco la historia retoma su rumbo y vuelve a sus mejores momentos.

En la novela se van alternando dos tiempos distintos. Por un lado, mediados de los años setenta cuando el protagonista, Fielding, es un veinteañero enamorado de Sarah quien muere en un atentado terrorista junto con dos exiliados de Chile tras el golpe de estado de Pinochet. Por otra parte, unos años después, sigue el protagonismo del mismo Fielding, pero ahora con otra relación y dedicado a la política buscando convertirse en congresista, pero, eso sí, perseguido por el recuerdo de Sarah.

Es una buena historia. Trata aspectos interesantes de la política estadounidense, también alguna referencia al Chile de Allende, hay una relación apasionada entre los protagonistas, hay buenos personajes secundarios, la novela está bien escrita y sus diálogos resultan bastante creíbles, y, sin embargo, creo que le falta, o le sobra, algo. El libro tiene 524 páginas que, lógicamente, dan para mucho, pero al mismo tiempo son siempre un riesgo porque es muy difícil mantener el interés y la intensidad durante tanto tiempo. Al menos es lo que me ha pasado a mí.

No obstante, creo que se trata de una buena novela que la mayoría de los lectores pueden disfrutar en su totalidad.

En este sentido hay una buena reseña, muy favorable a la novela, de Koldo en unlibroaldia.blogspot.com.

La novela fue llevada al cine en 2000 en una película que vi ayer y que no solo no recomiendo sino que creo que es mejor no verla.

 

Scott Spencer, Despertar a los muertos. Traducción Ce Santiago.

 

 

miércoles, 1 de enero de 2025

Sobre las dictaduras

 


Me gusta leer textos de Applebaum, de hecho este es el tercer libro que leo,  porque me dan una perspectiva diferente. Es columnista de The Washington Post y colaboradora de The New York Review of Books, pero sobre todo es una liberal conservadora miembro del partido Republicano de las pocas que quedan muy críticas con Trump.

En este libro se recogen cinco artículos que escribió para diferentes medios que ha retocado y ampliado para esta edición. Aunque en general son interesantes quedan muy lejos del interés del libro El ocaso de la democracia que comenté en el blog hace varios años. Seguramente el problema es que les falta un planteamiento más coherente y una visión más amplia, pues aunque hay alguna alusión a Arabia Saudita y a Trump, la inmensa mayoría de los ejemplos se refieren a países gobernados por la izquierda en sus diferentes formas (incluso cundo aparece Putin lo hace, de alguna manera, como representante de alguna forma de izquierda).

Así, por ejemplo, al hablar de cleptocracia y corrupción se centra en Venezuela y Zimbabue, que la tienen y mucha; o en el capítulo titulado El control del relato se mencionan varios medios de comunicación como Telesur, RT, Press TV, etc. que, curiosamente, como en el caso de la corrupción pertenecen a este tipo de países.

Siguiendo con este segundo ejemplo, reproduzco un fragmento muy interesante:

“(…) las campañas de desprestigio dan resultado. Cuando un aparato estatal combina el ministerio fiscal, los juzgados, la policía, los medios de comunicación bajo su control y las redes sociales para incriminar falsamente a una persona -para contar un determinado relato sobre su vida e ideas, acusarla de traición, fraude o delito y, a veces, detenerla o torturarla por esas falsas acusaciones-, (…)” (p. 149)

Evidentemente creo que está muy claro que esto se está utilizando en países que no son de los que la autora considera autocracias. Desde luego en nuestro país tenemos más de un ejemplo.

Del primer ejemplo también es una buena representación este fragmento:

“Las acusaciones de corrupción contra los disidentes también desvían la atención de la corrupción del partido gobernante. Cuando el régimen venezolano (…)” (p. 153)

No obstante, a pesar de esta desviación de la crítica hacia uno solo de los bandos en los que se está produciendo la deriva hacia la autocracia, el libro no deja de tener interés porque, además, la autora es muy clara a la hora de escribir y no llega a las 200 páginas, es decir, que además de clara es concreta, lo que se agradece.

 

Anne Applebaum, Autocracia S.A. Los dictadores que quieren gobernar el mundo. Traducción Rosa Pérez.

 

 

 

 

 

jueves, 26 de diciembre de 2024

Decepcionante

 


Esta es la primera novela de una escritora inglesa que ha recibido varios premios por uno de sus poemarios. Además, es una novela que le ha llevado mucho tiempo terminar. Así, en la primera línea de sus agradecimientos afirma: “El problema de haber dedicado toda mi vida adulta a escribir un libro corto (…)” (p.249). Lo que da pie a pensar que lo que dice la protagonista en el siguiente fragmento no es sino lo que piensa la autora sobre su propio libro.

“La señal de salida está relacionada con mi incapacidad para acabar lo que empiezo. Como esto que estoy escribiendo. No sé cuántas veces he escrito lo mismo, cuántas versiones, todas inacabadas, debe de haber en archivos obsoletos, disquetes antiguos y folios cuyas grapas, ahora incrustadas, parecen oxidadas. Si os digo que, al menos, hay tres versiones en las que no aparece Susannah y que Susannah es una adolescente, podréis haceros una idea de la gravedad del asunto”. (p. 193) 

La novela fue nominada para el premio Booker de 2023 y, por lo tanto, debe de tener buenos valores literarios. Siento decir que no he sido capaz de encontrarlos más allá de una cierta sensibilidad con alguno de sus, por otra parte escasos, personajes.

Es una de esas novelas en las que si entras seguramente las disfrutas, pero en las que si no lo haces no terminas de entender ni interesarte por la mayoría de las cosas que te cuenta la autora.

Marianne, la protagonista y narradora, perdió a su madre a la edad de ocho años y es a su vez madre de la mencionada Susannah. En el inicio de la novela habla desde el presente para muy pronto centrarse en narrarnos diferentes momentos de su infancia y juventud. Momentos relatados de una forma bastante deslavazada y en los que solo hay algunos que llaman la atención.

Un libro bien escrito, con la sensibilidad que antes apuntaba, pero del que no termino de entender su sentido profundo (en el caso de que lo tenga, claro). Uno de los escasos libros que no me han convencido del magnífico catálogo de la editorial Sajalín.

 

Sian Hughes, Perla. Traducción Ana Crespo.

 

lunes, 23 de diciembre de 2024

Dos relatos antibelicistas

 


“Dos relatos contra la guerra” es el título con el que se publicaron por primera vez en 1920. Zweig, al igual que el Ferdinand protagonista del primer relato, se había refugiado en Suiza huyendo durante la Primera Guerra Mundial, pero, como afirma Patricio Pron en el Prólogo, no tenía las mismas dudas que él ya que Zweig se oponía radicalmente a la guerra y, sobre todo, como gran defensor de la humanidad, al sacrificio de los hombres por la “patria”.

“Wondrak” es un relato inconcluso aunque creo que la idea fundamental, el antibelicismo, queda bien recogida en lo que dejó escrito.

Los dos están escritos durante el tiempo de la guerra con el estilo característico del autor y su cuidado uso del lenguaje. No obstante, creo que en el primero los diálogos son a veces poco naturales y lo que buscan es fundamentalmente dejar constancia de las ideas.

Reproduzco a continuación unos cuantos fragmentos. En el primero habla Ferdinand y se aprecia que, aunque no esté de acuerdo con la guerra, parece que no le quedará más remedio que acudir a la llamada a filas. En los otros tres es su mujer la que habla y deja de forma clara y rotunda su postura antibelicista que es la que siempre tuvo Zweig.

“(…) Solo conozco un deber que se llama ser un hombre y trabajar. No tengo más patria que la humanidad, ni me enorgullece matar personas, todo eso lo sé, Paula, lo veo tan claro como tú… Pero es que ellos ya se han apoderado de mí, me llaman y sé que, a pesar de todo, de cualquier cosa, acudiré” (Pág. 33)

“Se puede pertenecer a un pueblo, pero cuando los pueblos se vuelven locos, no hay por qué seguirlos” (P. 62)

“Uno no se puede rebajar a arrastrarse cuando es un hombre; ha de decir “no”, ese es el único deber de hoy y no el de dejarse llevar al matadero” (p. 65)

“Solo tiene que saber que es un hombre y querer seguir siéndolo, entonces esas palabras que lo rodean, con las que ahora se quiere cloroformizar a la gente, patria, deber, heroísmo, esas palabras se vuelven pura cháchara, charlatanería que apesta a sangre, a sangre humana caliente, viva. Sé sincero, ¿la patria te parece tan importante como tu vida? ¿aprecias más una provincia que cambia de monarca soberano que tu mano derecha, con la que pintas?” (p.37)

Dos textos interesantes en la mejor tradición de la literatura contra las guerras y con el estilo característico del autor. Recomendables.

 

Stefan Zweig, “Obligación impuesta” y Wondrak”. Traducción Roberto Bravo de la Varga

domingo, 22 de diciembre de 2024

ANDAMIO

 

Última entrega del año. Más compensada de lo habitual. Buen cine de muy variada procedencia. Lo mismo con las series entre las que está una de las mejores del año, la de Rodrigo Sorogoyen.

Hay varios e interesantes documentales.

Un buen fin de 2024

 

Películas

 

Green border. Producción polaca dirigida por Agnieszka Holland. Una película que es realmente una denuncia del trato que se da a los migrantes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, aunque creo que se puede ampliar a otras muchas fronteres de la UE. Filmada en un magnífico blanco y negro te mantiene en tensión todo el tiempo a pesar de su duración. También hay algunos personajes positivos que prestan ayuda a los migrantes, pero refleja un comportamiento denigrante por parte de las autoridades.

 

Surveilled: Bajo espionaje. Producción estadounidense. Documental de una hora de duración sobre el espionaje a través de incursiones en los móviles centrado sobre todo en el famoso Pegasus. Interesantes entrevistas con miembros de la empresa israelí, extrabajadores de la misma, personal de una empresa canadiense que lucha contra esas intromisiones y especial atención a lo que sucedió en España con el independentismo catalán. Muy interesante y, desde luego, preocupante lo que se explica.

 

Casa en llamas. Producción española. Una buena mezcla de comedia y drama sobre una familia y las difíciles relaciones entre sus miembros. Buen guion y buenas interpretaciones aunque al verla doblada al castellano pierde bastante porque no es fácil doblarse a sí mismo.

 

Cruce de acusaciones. Producción alemana con un título muy bien escogido. La película es un juicio, lógico al tratarse de un guion del jurista y novelista Ferdenand von Schirach, en el que una mujer acusa de violación al que fue su amante durante cuatro años. Largos parlamentos que no se hacen pesados gracias al interés que tienen. Interesante.

 

El asesino del juego de citas. Producción estadounidense basada en hechos reales. En los años setenta hubo un asesino en serie de mujeres que llegó a salir en un programa de televisión llamado Juego de citas. La película se centra en un par de esos asesinatos y en ningún momento entra en la investigación policial. Un planteamiento un tanto fuera de lo habitual que aumenta el interés por la película.

 

 

Series

 

 

Revancha. Miniserie francesa de seis episodios de 45 minutos. Cuenta el enfrentamiento real del ajedrecista Kasparov contra una máquina, Deep Blue, creada para eso como primera aproximación a la IA. Está bien narrada y tiene momentos de mucha tensión que provocan algo de ansiedad en el espectador, pero creo que va de más a menos con un capítulo final que no me ha gustado demasiado.

Max, Movistar+

 

Tsunami: Carrera contra el tiempo. Miniserie documental británica de cuatro episodios de 55 minutos. Magnífica reconstrucción hecha toda con imágenes reales del terrible tsunami que arrasó gran parte de las costas del Océano Índico. Intervienen también protagonistas supervivientes. Una serie muy impactante y bien hecha.

 

Celeste. Miniserie española de 6 episodios de 30 minutos. Original serie ya que tiene como protagonista a una inspectora de la Agencia Tributaria investigando el caso de una cantante que tiene una deuda con Hacienda de 20 millones. Un buen guion y, sobre todo, una interpretación espectacular de Carmen Machi.

Movistar +

 

Medina: El estafador de famosos. Miniserie española de 5 episodios de 30 minutos. Jorge Ponce crea esta peculiar serie como una forma de explicar de forma crítico-humorística cómo se hacen algunas series documentales. Tiene mucho sentido del humor y en general, más allá de algún momento, resulta entretenida.

Amazon Prime

 

Argentina ´78. Miniserie argentina de 4 episodios de 55 minutos. Narra todo lo que hubo alrededor del mundial de fútbol que se celebró en ese país en 1978. Participan futbolistas como Kempes o Pasarella, el seleccionador de la selección argentina Menotti, periodistas, analistas, supervivientes de la ESMA y también dos dirigentes de Montoneros de la época como Mario Firmenich y Miguel Bonasso. Hay bastante espacio dedicado al fútbol propiamente dicho, pero también se habla del contexto socio-político. Me ha resultado interesante, aunque también me reafirma en el rechazo a tanta exageración con los triunfos deportivos sean de selecciones nacionales o de clubes.

 

Shetland. Tercera temporada de esta serie británica de 6 episodios de una hora. En la misma línea que la anterior, es decir, con un solo caso durante toda la temporada. Buen guion e interpretaciones. Muy entretenida y terminas familiarizándote mucho con los personajes. Además, están las islas y sus desolados paisajes.

 

Filmin

 

Los años nuevos. Serie española de 10 episodios de 50 minutos creada y dirigida entre otros por Rodrigo Sorogoyen lo que ya es casi una garantía de éxito. Realmente magnífica, una de las grandes del año gracias a un guion y unos diálogos algo más que creíbles y adaptados a los personajes y a unas interpretaciones espectaculares tanto de protagonistas como de secundarios. Aunque habla de una generación muy lejos de la mía, me identifico con más de una de las cosas que les suceden.

Movistar+

 

sábado, 21 de diciembre de 2024

Mis películas y series del año

 

Como lo he hecho casi de memoria seguro que me dejo más de una y, por lo tanto, no están todas las que son, pero sí son todas las que están, al menos para mi gusto.

Curioso: mayoritariamente veo series británicas, nórdicas y estadounidenses y sin embargo hay gran mayoría de españolas entre las mejores. Creo que se debe a que en estas elijo las que leo que son buenas y en las otras consumo a veces un poco a ciegas.

 

Películas

 

El regreso de las golondrinas. Producción china. Realmente magnífica. Una gran historia de amor tratada con una gran sensibilidad. Una historia que se desarrolla en un mundo rural muy atrasado (usan técnicas del siglo XIX), pero que, al mismo tiempo, permite estar muy cerca de la naturaleza en un país que la está prácticamente destruyendo. Dos interpretaciones espectaculares que te meten en la historia y te la hacen totalmente creíble. Muy buena.

 

 La tierra prometida. Producción danesa. Está basada en una novela y se nota en el magnífico tratamiento de los personajes. Se desarrolla en el siglo XVIII cuando el protagonista (una gran interpretación de Mat Mikkelsen) quiere establecerse en el improductivo páramo de Jutlandia. Es prácticamente una película del oeste por los conflictos que se suscitan y los personajes que aparecen, con un “malo” que lo es y mucho. Muy buena dirección y espléndidos paisajes. Muy buena película.

 

Series

 

En tus manos. Miniserie sueca de 5 episodios de 45 minutos. Una serie que parece un thriller, pero que se convierte en un drama. Muy interesante por el tratamiento que da a la relación entre dos jóvenes “delincuentes” y al ambiente que reina en determinados barrios de Estocolmo en los que predomina la población migrante. Dura en muchos momentos y bastante descorazonadora.

Netflix

 

La fiebre. Serie francesa de 6 episodios de 55 minutos. Muy interesante ya que plantea de forma clara, y a partir de un buen ejemplo, el tema de las batallas culturales y el uso de las redes en ellas. Quienes estén más o menos familiarizados con él encontrarán un buen planteamiento en el que se tocan los diferentes aspectos aunque, evidentemente, también toman partido por una de las posturas. Una serie muy recomendable.

Movistar +

 

El caso del Sambre. Miniserie francesa de 6 episodios de una hora. Basada en hechos reales. Trata de las violaciones que tuvieron lugar entre 1988 y 2014 en diferentes lugares siempre cercanos al río Sambre. Cuenta con un magnífico guion y con una ambientación y unas interpretaciones muy completas,  difíciles de ver en otras series. Además, cada uno de los seis capítulos en los que se divide está centrado en un año (1988, 1996, 2003, etc.) y en un personaje (la víctima, la alcaldesa, la jueza, etc.). Es una se las grandes series de la temporada, seguro, porque tiene también el aliciente de ver comportamientos de distintos sectores de la sociedad de una pequeña población del norte de Francia.

Movistar +

 

Rapa. Segunda y tercera temporadas de esta serie española con 12 episodios en total de 55 minutos. Buenos guiones, magníficas interpretaciones y espléndidos paisajes hacen de esta serie una de las buenas series españolas de este género de los thrillers sin nada que envidiar a lo mejor que hacen británicos y nórdicos. Muy recomendable.

 

Movistar +

 

Querer. Miniserie española de 4 episodios de 50 minutos. Con el tema de los abusos sexuales y la violencia de género construyen una magnífica serie basada en un gran guion y unas interpretaciones que te dejan sin respiración en algunos momentos. Otra serie española que estará entre lo mejor visto del año.

Movistar +

 

Yo, adicto. Miniserie española de 6 episodios de 45 minutos. No se me ocurre una expresión mejor que: impresionante. El creador, Javier Giner, cuenta su historia con una crudeza y una sinceridad pocas veces vista en televisión y la interpretación de Oriol Pla es tan redonda e impactante que también es difícil ver algo así. Una de las series del año sin ninguna duda y, seguramente, una de las más impactantes que se puedan ver en mucho tiempo.

 

Disney +

 

Jury duty. Serie estadounidense de 9 episodios de 30 minutos. Con la excusa de grabar un documental sobre cómo funciona un jurado, montan un juicio falso con actores menos uno de los miembros que no lo sabe. Es muy original, divertida y con grandes momentos. La imaginación de los creadores de historias no tiene límite.

Amazon Prime

 

Los años nuevos. Serie española de 10 episodios de 50 minutos creada y dirigida entre otros por Rodrigo Sorogoyen lo que ya es casi una garantía de éxito. Realmente magnífica, una de las grandes del año gracias a un guion y unos diálogos algo más que creíbles y adaptados a los personajes y a unas interpretaciones espectaculares tanto de protagonistas como de secundarios. Aunque habla de una generación muy lejos de la mía, me identifico con más de una de las cosas que les suceden.

Movistar+

 

jueves, 19 de diciembre de 2024

Interesante, y discutible, enfoque

 

Todd, antropólogo e historiador francés, ha escrito un libro polémico, como suelen ser todos los suyos, con un conjunto de hipótesis y tesis que se salen del carril por el que transcurre la mayoría de las opiniones que se pueden leer habitualmente en la mayoría de los medios occidentales sobre el conflicto en Ucrania.

Muy sintéticamente: Rusia se ha visto forzada a ir a la guerra ante el previsible ingreso de Ucrania en la OTAN. Esto lo han forzado los Estados Unidos para eliminar a Rusia como competidora. Al final, quienes saldrán perdiendo serán los europeos que están apoyando a Ucrania, y los mismos Estados Unidos, aunque estos se encuentran ya en plena decadencia.

Para explicar estas ideas Todd ha escrito un conjunto de capítulos centrados en varios de los países que están participando en el conflicto. Así, en Rusia y Ucrania, lógicamente, pero también en Alemania, Gran Bretaña, los países escandinavos y los Estados Unidos, además de amplias alusiones a otros países de la UE o China.

El ensayo es muy completo, ocupa casi 300 páginas, y complejo. En él mezcla conceptos de varias disciplinas como la historia, la antropología, la geopolítica, la sociología o la economía.

Se basa para muchas de sus teorías e hipótesis en dos aspectos clave de los estudios antropológicos como son la religión y la estructura familiar. Precisamente, en mi opinión, creo que esto es lo más discutible de un texto que, en cualquier caso, ofrece mucho material de gran utilidad para el debate.

El libro es tremendamente interesante en todos sus capítulos. En mi caso, los dedicados a la situación en Rusia y Ucrania me han enseñado muchas cosas que desconocía y me han aportado una visión muy diferente que merece la pena tener en cuenta. Otros aspectos que también me han resultado particularmente interesantes son: la relación entre familia y sistema político en Rusia y Ucrania; los rasgos comunitarios que se conservaron en la Rusia poscomunista; la disminución de la importancia de Suiza como paraíso fiscal por el control ejercido por los Estados Unidos o la interpretación del parasitismo que existe en ese país por los que estudian derecho, finanzas, empresariales o en escuelas de negocios, entre otras muchas cosas.

Hay otras que me han gustado menos. Así, a veces da demasiados saltos en sus interpretaciones (sobre todo lo hace al analizar USA); hay algo de prestidigitación como cuando pasa del PIB al PIR; en el fondo subyace una visión muy eurocéntrica o quizás más occidentalocéntrica; creo, aunque tengo mis dudas, que comete un error al afirmar que la inflación provocada por la guerra en Ucrania es la mayor desde los años cuarenta porque olvida la de los setenta por la crisis del petróleo; y desde luego algo ha chirriado en mi cerebro al leer el siguiente fragmento:

“En el transcurso de la década del 2000, Alemania actuó cada vez más como una sociedad máquina, resolviendo cada problema económico por separado, sin la guía de la noción simbólica pero realista de un destino nacional”. (p. 135)

La verdad es que eso del “destino nacional”, no sé si por ser un español que tuvo que padecer el régimen anterior, me suena muy mal y me trae a la memoria la falangista “unidad de destino en lo universal”.

En cualquier caso se trata de un texto muy interesante, que utiliza instrumentos de análisis poco habituales, que se arriesga tanto en sus interpretaciones como en sus previsiones, que se sale de los marcos mayoritarios y, en definitiva, que mueve al lector a replantearse alguna de sus ideas sobre los temas que trata.

 

Emmanuel Todd, La derrota de Occidente. Traducción José Weissdorn.