De los tres países vecinos que tiene España, solo se
suele tener información de lo que sucede en Francia, mientras que tanto
Portugal como Marruecos apenas aparecen en nuestros medios. En el caso del segundo
suele suceder cuando hay algún “salto” en Ceuta o Melilla, es decir, siempre
relacionado con el tema de la inmigración. Por ello, resulta especialmente
interesante que se publican libros como este que, además, está escrito por un
gran conocedor del país por su puesto como corresponsal en Rabat de la Agencia
EFE.
Para la elaboración del libro se ha basado en su
experiencia adquirida por los muchos años de presencia en el país y en la
utilización en muchas ocasiones de ejemplos concretos, sobre todo cuando se refiere
a los aspectos represivos del régimen.
El libro está dividido en 15 capítulos de los que
casi la mitad están dedicados a contar la situación de la mujer (virginidad,
concubinato, aborto, trabajo,…); luego hay dos sobre la religión y uno para: el
rey, el sistema político, el “moqadem”, (funcionario que se encarga del control
social), el Sáhara, el uso de las diferentes lenguas y los problemas de la
relación con España.
Como se puede apreciar, Otazu privilegia los
aspectos sociales y de mentalidad por encima del resto, lo que se agradece
porque es lo que puede resultar más interesante y desconocido. A mí
particularmente me han llamado la atención dos temas muy concretos: por un
lado, la situación de los cristianos marroquíes y, por otro, la compleja
situación lingüística. Obviamente, lo que deja peor cuerpo de la lectura del
libro es la situación de la mujer, tremendamente vejatoria, y que no ha cambiado
demasiado con la llegada del nuevo monarca a pesar de que así nos lo han
vendido en las pocas ocasiones en que se menciona el tema. Otazu cita en varios
momentos el libro que Leila Slimani dedicó al sexo en Marruecos que comenté en
el blog hace algo más de una año y que ya me pareció que reflejaba una
situación bastante tremenda para las mujeres.
El siguiente fragmento recoge alguna de las cosas
que he mencionado:
“Como me dijo irónicamente el activista rifeño pro
derechos humanos Chakib Khiyari, él mismo también vecino de Nador, “en
Marruecos besar a una mujer en público sale más caro que pegarle.” (p 88)
En el capítulo que dedica a las relaciones con
España, aparece el siguiente apartado: El
“lobby” marroquí en España se llama PSOE, que podría resultar sorprendente
si no fuera porque ya es difícil sorprenderse con algo de ese partido.
En fin, un libro muy recomendable porque nos acerca
a la realidad de un país del que apenas nos separan 14 kilómetros de agua,
aunque sí que hay una gran diferencia de renta y también de mentalidad.
Hay una buena entrevista de Kim Amor con el autor en
elperiodico.com.
Javier Otazu, Marruecos,
el extraño vecino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario