“Cuando le preguntabas a
Diana Vreeland si sus recuerdos más extravagantes eran factuales o ficticios,
ella respondía: “It´s faction.”
Éste es un libro de pura
facción. Todo en él es rigurosamente exacto: los personajes son reales, los
lugares existen (o han existido), los hechos son auténticos y las fechas son
todas verificables en biografías o manuales de historia. Lo demás es imaginario,
y por este sacrilegio ruego a los hijos, nietos y bisnietos de mis
protagonistas que disculpen la intrusión.”(p.11)
Así empieza este libro que
se inscribe en esa corriente actual en la que el escritor participa bastante de
una acción en el que se cuentan historias “verdaderas” mezcladas con otras
inventadas o recreadas. Dice Beigbeder que Truman Capote inventó la expresión non-fiction novel para este tipo de
novelas.
En este caso el autor ha
cogido una breve historia de amor aunque, eso sí, entre dos personajes que por diversas razones fueron muy populares
en la segunda mitad del siglo pasado: Oona O`Neill, la hija del dramaturgo que
también fue mujer de Ch. Chaplin con el que tuvo ocho hijos, y J.D.Salinger, el
autor de El guardián entre el centeno,
un libro del que dice que se han vendido más de 120 millones de ejemplares,
quien desapareció de la escena pública después de la publicación de esa obra.
Ambos tuvieron una relación
de verano intensa, pero al mismo tiempo inconclusa sexualmente hablando. Oona
tenía 15-16 años y Salinger 20. Luego él
se iría a la guerra y ella se casaría con Chaplin. Cruzaron una serie de cartas
que Beigbeder, al no obtenerlas de la familia del escritor, ha inventado y
forman parte importante de la novela.
Siendo una novela de
“facción”, el autor no aparece demasiado, aunque sí hace de vez en cuando una
serie de reflexiones e incluso cuenta al final cómo se enamoró y casó con una
mujer mucho más joven que él. Antes ha dejado una curiosa lista de parejas
conocidas con gran diferencia de edad entre sus miembros (lo saca a colación
porque Oona con 18 años se casa con un Chaplin que tiene 58).
El libro está compuesto por
capítulos muy variados y bastante independientes entre sí. Hay unas buenas
páginas sobre la guerra que incluyen un listado de horrores y “lo que no se
cuenta a los franceses sobre el desembarco”. También me ha gustado la
estructura paralelística que usa al final del libro para mostrar a Jerry (así
aparece nombrado Salinger) en la guerra y a Oona en su vida más bien festiva en
Nueva York. El posible reencuentro de los protagonistas en 1980 da lugar a una
de las mejores escenas del libro; una escena muy cinematográfica por otro lado.
En diferentes momentos
aparecen también personajes como: Orson Wells, E. Hemingway, T.Capote y, lógicamente,
Ch.Chaplin.
Como lector hace ya muchos
años de todo lo publicado por Salinger, cogí con mucho interés este libro y
confieso que me ha sorprendido la capacidad de Beigbeder para dar vida a un
tipo tan raro como debió de ser el escritor norteamericano. He disfrutado mucho
leyendo esta faction y pienso leer
las dos biografías que tengo desde hace tiempo de Salinger. También me animaré a buscar algún escrito más del autor francés.
Últimamente me estoy
aficionando a este tipo de literatura que practican tan buenos escritores como
Carrére, Cercas o Vásquez.
Dejo el enlace con la curiosa reseña de Rosa Belmonte en abc.es.
Frédéric Beigbeder, Oona y Salinger
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